•03."HOGAR"

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Nunca pensaste en que algo así podría suceder ¿Verdad?
Siempre has estado solo, aislado del mundo, sin esperanza de que alguien mas viniera en tu rescate.

Pero ahora tienes la oportunidad de tener a alguien mas en tu vida... Por desgracia, tú eres un desconfiado y él solo intenta engañarte...

—¡No necesito a alguien que me diga que hacer! ¡Ya suéltame!— el mitad lobo se soltó de aquel abrazo, sintiendo un extraño escalofrío al ya no tener a ese extraño chico abrazándolo. Jamás pensó que la cercanía de alguien más se sintiera tan bien.

—No es necesario que seas tan grosero.— el castaño se sacudió un poco el kimono, sintiendo algo de asco al haber tocado a esa horrible bestia.

—Tu eres el que se me pega como chicle y dices cosas raras.— se excusó el rubio, haciendo una mueca de molestia, mirando seriamente al castaño, recordando sus palabras antes dichas:

Si no tienes un hogar al cuál pertenecer, déjame ser el tuyo Bill.

Esas palabras no dejaban de resonar en su cabeza, realmente alguien le estaba dando la oportunidad de encontrar un lugar al cual llamar hogar.

—No te vaya a doler la cabeza de tanto pensar, lobito.— se burló el castaño. Sin embargo el mitad lobo ignoró aquello pues su cabeza estaba más concentrada en otra cosa.

Pine-tree... ¿En serio crees que un monstruo como yo puede tener un hogar?— preguntó el rubio, cruzandose de brazos.

El castaño se quedó callado por un rato, realmente eso lo había dejado pensando, comenzaba a sentirse algo culpable de darle falsas esperanzas de darle un hogar.

Ante el silencio del menor, el rubio soltó una pequeña carcajada.

—Lo sabía... Alguien como yo jamás podría tener un hogar. Mucho menos una familia...— sonrió algo melancólico, decepcionado e incrédulo para luego darse media vuelta para seguir con su camino. —Gracias por nada, Pine-tree, pero ya debo ir a cazar mi comida.

El castaño sólo suspiró y volvió a su estado fantasmal, decidió que seria buena idea seguir al rubio, pero lo último que quería era ver a un animal comiendo otro animal.

Volvió a soltar un suspiro y decidió ir a caminar por allí, pensando en su próximo movimiento para ganarse la confianza del rubio. Admitía que no comenzó mal, al menos pudo salir vivo de la situación y además, evito que asesinara a unos pobres críos inocentes.

No estuvo mal para ser su primer encuentro con una bestia que devora y destruye todo lo que encuentra a su paso, o al menos esa era la definición que el castaño tenia de el lobo, lo que había escuchado.

• • •

Ya habían pasado cerca de 2 días, Dipper se había mantenido vigilando al rubio todo ese tiempo, siempre trataba de evitar que el rubio se diera cuenta de su presencia, pero en algún momento siempre terminaba siendo visto por esos penetrantes ojos ámbar del rubio, y no podía evitarse sentirse algo nervioso con ello. Quizás era el miedo, o quizás otra cosa. Más no podría saberlo con exactitud.

Mientras tanto, el rubio se sentía constantemente observado por algo o por alguien, la primera vez pensó que quizás solo era otro típico cazador que lo quería matar, pero luego notó que era ese mismo espíritu del bosque con el que se había encontrado hace poco. No le tomaba importancia y seguía con su cacería, pero no podía evitar sentirse algo incómodo al notar como la mirada era mas constante cada vez.

El mitad lobo comenzaba a creer y sospechar que el castaño se sentía atraído de una manera algo enferma hacia él, no le sorprendería. No seria la primera vez que alguien se sentía enamorado de él, era un tanto popular entre las hembras, pero jamás pensó que entre los chicos también. Y pensar en ello hacia inflar su pecho de orgullo y arrogancia un poco más.

"Prohibido"-BillDip. ■Editada2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora