En un reino muy muy lejano, existía un príncipe de piel como la nieve y una belleza encantadora, pero lamentablemente era odiado y envidiado por su padrastro, el rey Baekhyun.
Cuando el lindo príncipe buscaba escapar de una de las trampas hechas por...
Dar de comer a un montón de hadas de distintas personalidades, limpiar su bonito y "mágico" bosque e incluso lavar su mini mini ropa. Pero eso estaba haciendo, literalmente se comió toda la tarde entera siendo esclavo de seres mágicos.
– ¿Taehyung? ¿Qué haces?
Una voz muy conocida llamó su atención, se giró y casi salto para retroceder de el. Byun Baekhyun.
– ¡A-Alejate! ¡Asesino! ¡AAAAAA!
El más pequeño gritó con todas sus fuerzas, causando risas de su malvado padrastro. Notó que había alguien justo detrás de él y pensó que era bueno, por lo que buscó refugio en el.
– Niño, alejate de Chanyeol o te mataré enserio.
– ¿Por qué este humano te tiene miedo?
Byun alzó los hombros, haciéndose el inocente.
– De todos modos Tae ¿Qué haces aquí? ¿Por qué limpias el bosque?
– No te importa, asesino.
Continuó con su labor, limpiando la basura de el gigante jardín de flores. Al terminar casi se cae al suelo, muy cansado.
– Vamos Tae~ si no tienes lugar a donde ir puedo llevarte a nuestra casa y..
– ¿Nuestra?
¿Por qué rayos el malvado Baekhyun se veía como un gatito bueno alado de ese chico alto?
– No gracias Byun, estoy muy bien aquí.
– Agh, eres un malagradecido..vamonos Chanyeol ¡Y tu! Nos volveremos a ver, snowhite.
Alcé una ceja, no entendí absolutamente nada de lo que dijo y antes de poder preguntar ya se habían ido. Un bostezo salió de mis labios y sin darle importancia me fui de allí.
Al regresar la casa de los enanitos estaba intacta, incluso más bonita que antes.
– ¡Muchas gracias! Hicieron un gran trabajo.
– Tu también lo hiciste Tae, un trato es un trato..nos vemos~
No pudo agradecer, pues se fueron volando con rapidez. ¿Por qué tanta prisa?
Entré a la casa y supe la razón, seis no enanitos me estaban mirando feo, odiaba cuando se ponían de la misma estatura que yo.
– E-Eh..
– ¿No nos vas a explicar porque todo estaba en ruinas?
– O porque la comida desapareció.
– Y las camas están destruidas.
Tontas hadas.
Aclaré mi garganta y con una nerviosa sonrisa quiso correr, pero ya lo tenían.
Oh, pobre TaeTae.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.