Maldije un millón de veces el momento el que se me ocurrió añadirle detalles al lienzo que tengo que entregar hoy para abstracta. El profesor no me había dado ningún problema al proponerle entregárselo esa misma tarde en su despacho, pero la cuestión es que no lo encontraba. Me pegué cerca de 15 minutos vagando por los pasillos de los despachos buscando su nombre, pero solo veía carteles propagandísticos y profesores que me habían dado clase años anteriores. Al final acabé deteniéndome ante un cartel llamativo en el que ponía que una banda buscaba cantante para participar al concurso ese del que tanto hablaba Joan porque su novia quería presentarse.
Yo no tenía especial interés en la televisión, pero echaba tanto de menos cantar que acabé apuntando los datos en mi agenda. Las audiciones serán por la tarde dentro de un par de días, en una de las aulas del consejo de estudiantes de la biblioteca.
— Buenas tardes, Alba. Me comentó un compañero que me estabas buscando y supuse que no encontrabas mi despacho. Me lo han vuelto a cambiar de sitio, pero bueno... ¿Acabaste el lienzo?
— Sí, sí, buenas tardes...—dije mientras guardaba la agenda en la mochila. — En realidad hace dos semanas que lo tengo listo, pero se me ocurrió algo de útlima hora.
Se lo entregué de lado con la intención de que no lo mirase en ese preciso momento. Aunque mi trabajo me convenciese, estaba nerviosa porque de mi nota dependía que me viniese beca este año, y de ella poder pagar la matrícula del siguiente. Sin embargo, él lo giró para mirarlo nada más lo agarró.
— Espero que no sea una excusa para entregarmelo un poco más tarde.
Fruncí el ceño al escucharle y negué con la cabeza. Él me había visto trabajar en todas y cada una de sus clases, así que no tendría por qué pensar mal de mi. Supuse que sería una broma, pero no me hizo gracia.
— Es broma, no me pongas esa cara... De tí sí que no podría creer esa situación. Las notas las subiré el viernes... Gracias Alba.
— Lo siento, a veces me preocupo demasiado. Gracias a usted.
[...]
Llegué a la biblioteca y fui hacia las salas buscando el lugar de la audición. Allí vi a varias personas haciendo cola, pero no conocía a nadie. La última parecía estar sentada en un banco, así que fui a su lado y me senté.
— Hola, ¿eres la última para el casting? —pregunté sonriendo.
La chica me ignoró poniéndose los auriculares descaradamente, pero otra que estaba sentada en el suelo sí que me respondió.
— Sí, es la última... Pero puedes sentarte aquí conmigo, si quieres.
No lo dudé ni un instante. Me levanté del banco para acabar en el suelo, pero era mejor que estar al lado de una persona tan borde.
— ¿Cómo te llamas? Soy Alba.
— Encantada, yo Helena —dijo mientras se acercaba para darme dos besos. — ¿Les conoces? A EILAN, quiero decir.
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Band Wars | Albalia AU
Fanfiction10 bandas se enfrentan en un reality español para conseguir un contrato discográfico. Esta es la historia de cómo Alba acabó formando parte de E.I.L.A.N., una banda de pop/rock fundada en Madrid apenas dos semanas antes del primer casting.