Band Wars | Albalia AU

CAPÍTULO 16

Capítulo 16

No mentí cuando le dije a Natalia que necesitaba provocarla mientras que cantábamos la canción para conseguir transmitir la sensualidad que la canción requería, pero la situación me estaba superando. La bajista cantaba sin apartar la mirada de mis labios en todos y cada uno de los ensayos a medida que aumentaban mis ganas de besarla. Pero Joan... Ahora que al fin habíamos conseguido dar el primer paso, no podía fastidiarlo todo por un calentón tonto. La única solución factible que encontré fue separarme de ella cada vez que tuviésemos tiempo libre. Fue insoportable, y la echaba tanto de menos que la noche antes del concierto acabé despertándome en su cama sin ni siquiera recordar haber ido a dormir con ella. De pequeña era sonámbula y a veces iba a la habitación de mi hermana a dormir, pero hacía muchísimos años que no me pasaba.

— Buenos días, Albi —pronunció nada más apagar la alarma del móvil. — Que susto me diste ayer, no te esperaba.

Yo ya estaba despierta, pero fingí lo contrario porque necesitaba la tranquilidad que Natalia me transmitía.

— Perdón, fue inconsciente.

— Ya.. Ya, eso dicen todas... —bromeó dejando un beso en mi mejilla.

— Perdón... —repetí, pero esta vez me refería a haberla ignorado durante los últimos días. La abracé y apoyé la cabeza en su hombro cerrando los ojos.

— No pasa nada, Albi. Puedes dormir conmigo cuando quieras, bonita —deja un beso en mi frente y me abraza de vuelta.

— Pero ya estoy ilusionándote otra vez —dije levantándome de repente.

— No me estás ilusionando... Bueno, quizá un poco —susurró negando con la cabeza. — Pero no tengo remedio. Caeré una vez, y otra vez, y otra vez...

— Supongo que ahora puedes entenderme... Voy a la ducha, en una hora viene el bus.

— Vale —dijo Natalia abrazándose a la almohada, mirándome con esa cara de pena...

Me sentía fatal por la forma en la que la he estado tratando, así que no pude evitar acercarme a ella otra vez y rodearla con mis brazos.

— Me gustaría no estar enamorada de él —susurré sin pensar en las consecuencias que podían traer aquellas palabras.

Ella me devolvió el abrazo y besó mi cabeza de nuevo.

— Si estás bien con él y prefieres no estar enamorada... quizás no sientes lo que crees.

— Da igual, da igual... No debería decir nada... — dije encogiendome de hombros.

— No sé, es algo que te tienes que plantear tú, Albi... No soy quien para insistir.

[...]

Si el escenario de Valencia me pareció impresionante, no os podéis imaginar lo que sentí al estar sobre el del Wizink Center. Sólo había ido allí a un concierto en toda mi vida pero es tan genial pensar que tocaremos en el mismo lugar que personas a las que admiro.

— Estamos en Madrid y no tengo una cerveza en la mano. Todo desgracias, queridas —dijo María provocando la risa del resto.

— Pues yo tengo cerveza, cariño —dijo Noemí bromeando.

— Tía, qué duro... Es como si me dijesen que va a cerrar Buzzfeed ahora mismo.

— Cariño, tenemos que hablar.

— ¡No me jodas! ¡Se cae el mundo!

María se fue drameando con Noemí mientras que a nosotros nos llamaron de vestuario para cambiarnos. Cuando terminaron conmigo, vi a Natalia escuchar algo de música. Decidí acercarme a ella y le toqué la espalda suavemente.