CAPÍTULO 8

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Capítulo 8

Miki y Natalia se turnaron para conducir la furgoneta porque eran los únicos que tenían carnet. Además, como el chico es de Barcelona, conocía el camino de memoria después de haber cogido el bus tantas veces para volver a casa. Yo estaba sentada detrás con Damion, el guitarrista del grupo. No hablaba demasiado, pero aún así era muy divertido. Llevaba su guitarra con él e improvisaba canciones sobre cualquier cosa que se le pasase por la cabeza.

— No llego a entender por qué Ed Sheeran no podía ser el cantante del grupo y ya está —señalé a Damion haciendo que todos rieran.

— No por favor, no sería capaz de cantar frente a tanta gente... Como mucho te hago los coros, Alba. Además, tienes la voz más bonita que la mía.

— ¿Nadie va a preguntarme a mí si canto? —dijo Miki mientras conducía.

— Había dado por hecho que ninguno cantabais porque buscabais vocalista, y ahora descubro que vosotros lo hacéis mejor que yo... —respondí sin darle mucha importancia a la pregunta del catalán, di por hecho que también lo haría bien.

— En realidad buscamos cantante porque no nos sentimos cómodos. Bueno, Miki sí, pero su estilo cantando es diferente a nuestra música. Él es más fiestero y yo muy intensa escribiendo.

— Yo no soy el alma de la fiesta tampoco —bromeó Damion y empezó a cantar otra vez.

— Necesitamos algo que nos una, y esa persona vas a ser tú, que al final es la que nos has liado para terminar yendo a Barcelona...

— A ver si a esta no te la ligas, porque ya es la segunda vez... —comentó Miki, y yo me encogí de hombros.

No era la primera vez que le hacía comentarios a Natalia sobre la anterior vocalista, y yo me estaba sintiendo fuera de lugar. Además, la pierna de la morena estaba empezando a temblar y a él parecía darle igual. Quizás ni siquiera se había fijado. No le dije nada aunque me muriese de ganas, pues tampoco conocía al chico lo suficiente y quizás entre ellos tenían ese extraño sentido del humor. Al fin y al cabo llevaban años tocando juntos y conmigo solo habían improvisado canciones en el coche. No obstante, sí que intenté hacer algo por Natalia. Estiré la mano y la puse en su hombro tratando de calmarla.

Llegamos a Barcelona sobre las 4 de la tarde. Estábamos tan cansados que ni siquiera Damion siguió tocando, pero porque se quedó dormido abrazado a la guitarra. Era muy mono. Como habíamos rotado y ahora era Natalia la que conducía, yo me apoyé en el hombro del chico para descansar algo más cómoda.

— Benvinguts a Barcelona, macas, bueno y Damion.

— ¿Hemos llegado ya? —susurré inconsciente del tiempo que había pasado durmiendo.

— Sí, Albi. Deberíamos ir al hotel y ensayar un poco antes de dormir. Habría que estar pronto en la cola para tener al jurado fresco.

— Define pronto —dijo el catalán.

— No sé, quizá deberíamos levantarnos a las 5 o así.

— Si nos despertamos a las 9 vamos a tocar igual...

— No, no, no —dijo Natalia nerviosa. — Te recuerdo que es el segundo casting aquí porque el otro día no pudieron escuchar a todo el mundo...

— Mi amiga se quedó a pasar la noche en la puerta —comenté dándole la razón a la bajista. — Tenemos que ir temprano, además seguro que con los nervios no dormimos.

— La rubia tiene razón —dijo Damion, y al final Miki tuvo que aceptar por mayoría, aunque lo hizo a duras penas.

Miki condujo hacia su casa y le indicó después a Natalia cómo llegar al hostal que habíamos reservado. Bueno, en realidad lo hizo todo ella... Ni siquiera me ha dejado darle dinero por el alquiler de la furgoneta.

Band Wars | Albalia AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora