CAPÍTULO 4

2.8K 168 60
                                    

Toqué un par de veces la puerta de Natalia antes de abrir y entrar. La vi tumbada en la cama, no tenía buena cara.

— Perdona, no tendrías por qué haber visto esa discusión —dije mientras caminaba hacia arrastrando mis pies. — ¿Cómo te encuentras?

— Si te voy a suponer problemas con tu amigo prefiero que no hablemos, ¿vale? —dijo incorporándose en la cama para mirarme.

Evidentemente Joan me importaba muchísimo más que Natalia. Al fin y al cabo estaba enamorada… Y a ella la acababa de conocer. Pero eso no significaba que iba a renunciar a su amistad por un chico, porque la persona a la que quiero no es así. Solo tiene miedo a que me hagan daño, pero pronto se dará cuenta de lo mal que se comportó y se disculpará. Estaba segura de ello.

— Me protege demasiado, pero no es mala persona –le defendí.

— Por eso, si te voy a suponer un problema… Vete, ya se me pasará.

— No me supones un problema, en serio.  Dime si estás bien, porfi.

— Estoy nerviosa —dijo poniéndose de pie y cogiendo una cajetilla de tabaco de su mesa. Cogió un cigarro, le temblaba la mano

Yo fumaba, quizás mucho más de lo que debería, pero no tenía la misma dependencia que la morena. Por lo poco que había podido observarla desde que nos conocemos, he supuesto que usa el tabaco como remedio de su tic.

Abrió la ventana y se apoyó en la misma para darle una calada a su cigarro. En cuanto suspiró por primera vez se le pasó el temblor de la mano.

— Mira… Quizá no sepa de relaciones porque soy más de rollos de una noche, pero ese tío se pone así porque le importas.

— Creo que le gusto, pero nunca se decide…  Antes me dijo que tenía miedo de hacerme daño porque es muy celoso, no sé. En realidad ya estoy acostumbrándome a la situación, tinder ayuda.

— ¿Quieres, Alba? —preguntó acercándome el cigarro a la boca. — No te rayes tanto, al final follaréis y se le quitará la tontería.

No me apetecía hasta que vi el cigarro tan cerca de mis labios. Lo atrapé con la boca sin quitárselo de la mano y le di una calada larga. Acabé tosiendo, me puse nerviosa solo por plantearme la posibilidad de acostarme con él.

— Te has puesto nerviosa por Joan y no por mí...

— Estoy acostumbrada a hacerlo con gente de la que no estoy… Ya sabes.

Decirlo en voz alta lo hacía aún más real, y yo no estaba preparada para dar ese paso.

— Pillada. Sí, lo entiendo.

— Contigo me pondría nerviosa porque eres famosa. No me acuesto con una desde Beyoncé en 2015, y no me volvió a llamar la tía.

Y el premio a la broma más estúpida del año es para… ¡Alba Reche! Gracias, es un honor. En serio, literalmente necesitaba decir alguna tontería para quitarme la imagen de Joan en mi cama de la cabeza.

— No soy famosa aún, ni lo voy a ser a este paso. Pero espero aun así también te pongas nerviosa conmigo… Espero que si te acuestas conmigo al menos no pienses en él —bromea quitándome el cigarro de los labios y llevándoselo ella a los mismos. No quería mirar pero lo hizo tan repentinamente que mis ojos se clavaron en sus labios. Al darse cuenta me sonrió.

— No me acuesto con nadie para olvidarle o algo así, Natalia…  No pretendo usar a nadie, tan solo tengo ciertas necesidades.

— Vale, está bien saberlo —se termina el cigarro y deja la colilla en su cenicero.

Band Wars | Albalia AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora