CAPÍTULO 13

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Capítulo 13

Fue difícil ensayar con Natalia y los chicos durante la semana porque en mi cabeza no podía parar de darle vueltas a lo mucho que había cambiado la forma de actuar de la bajista conmigo. Intentaba encontrar motivos, descubrir que había hecho mal... pero no llegué a ninguna conclusión. Al menos tenía allí a María para animarme... Ella me insistió en que hablase con Natalia para solucionarlo y, por mucho que no siguiese sus consejos, siempre estaba a mi lado y me escuchaba. Parecía más miembro de S.L.U.T. que de E.I.L.A.N. Incluso les ayudé a preparar su coreografía.

Caminé por la pasarela del avión y en vez de preguntarle a Damion si podía cambiarme el sitio, me senté directamente al lado de Natalia.

— Bueno, ya vale, ¿no? —dije cabreada. — ¿Qué te pasa conmigo?

— Nada, ¿por? —respondió mirando por la ventanilla.

— Porque no me hablas, Natalia.

— Te estoy hablando ahora —respondió irónicamente y se encogió de hombros.

— Pero si estás mirando a la ventana y aún no hemos despegado  —coloqué la mano en su muslo nada más comenzó a temblar. — No vine a discutir ni a ponerte mal, Natalia... Solo quiero solucionarlo porque te echo de menos.

— Está bien... —dijo ella pero no se giró. — Me jode que no sea verdad lo que me escribiste, sigues pendiente de él. Y si tú no quieres nada, yo tampoco.

Subí la mano de su muslo a su hombro y la giré para que me mirase.

— Pero Natalia... Yo te quiero mucho. Y no quiero perderte como amiga...

— Pero perder la amistad de Joan por estar con él si te da igual. Si no querías nada podrías haberlo dicho desde el principio, lo habría entendido.

— Es que no sé lo que quiero... Dame tiempo —me encogí de hombros. — Pero de verdad que no soporto que estemos así.

— Yo también te echo de menos —dijo justo antes de girarse para mirarme. — Me alejo para que duela menos...

— Lo entiendo pero... No quiero vivir esto sin que estemos bien. Vamos a dar nuestro primer concierto y llevamos 6 días sin hablar apenas... No es justo.

— Intentaré actuar como tu amiga, no te preocupes.

— No actúes... Quiero que lo seas.

— Entonces me estás rechazando, ¿no?

— No te estoy rechazando, te estoy diciendo que aún no sé lo que quiero.

— Bueno, si algún día te apetece dormir conmigo, ya sabes dónde está mi cama.

Estaba tan inmersa en la conversación con mi compañera de grupo que no me había dado cuenta de que la azafata ya había acabado su explicación y el avión estaba a punto de despegar. Natalia me dio la mano, supongo que recordó cuando le conté que tenía un poco de miedo a las alturas.

— Gracias... —murmuré y besé su mejilla.

— Pero qué shippeo —murmuró María detrás de nosotras. — ¿Ya sois novias?

[...]

— Huele a mi casa... Es el sol de mi tierra —dije caminando por la terminal con una gran sonrisa en mis labios. — ¡Valencia!

— Mírala, nuestra niña es feliz, cariño —dijo Damion agarrando a Miki del brazo. Ambos se echaron a reír.

En realidad daba igual estar en Valencia, en Madrid o en Barcelona porque no podíamos tener contacto con personas ajenas al programa. Es decir, ni visitamos la ciudad, ni pude encontrarme con mis familiares... Tan solo fuimos a un hotel donde descansamos hasta que llegó la hora de la prueba de sonido. Teníamos una habitación compartida para dos personas, y yo me quedé con Natalia. No hicimos nada en especial: nos duchamos, dormimos la siesta y después nos preparamos para ir al concierto. Aunque sí hice lo que me dijo, me metí en su cama y acabamos descansando abrazadas. Me apetecía mucho sentirla a mi lado después de haber pasado tantos días distanciadas. Quizás 6 días no parece mucho visto desde fuera; pero cuando toda tu vida es estar en la academia con el mismo grupo, se hace eterno.

Band Wars | Albalia AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora