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Puppy WinWin

Los dreamies —exceptuando a Mark— se encontraban en plena madrugada frente a una olla rodeada de velas negras. Dentro había ingredientes inimaginables para el ser humano. ¿Cómo habían llegado a esa situación? Kun dejó uno de sus libros de hechizos al alcance de los niños, por lo que estos no dudaron en cogerlo para hacer travesuras.
Escogieron un encantamiento sencillo y bastante simple de realizar. Quienquiera que lo bebiera se transformaría en animal durante un periodo de tiempo. Algo así como la poción multijugos de Harry Potter, pero sin necesidad de pelos.

Tenían pensado dársela a alguno de sus hyungs para gastarles una broma. Habían seguido los pasos al pie de la letra, así que nada podía salír mal.

—¿A quién deberíamos dársela? —preguntó Haechan.

—¡A Mark! —propuso Jisung.

—No, idiota. Mark no tendría gracia, debe ser alguien que no se enfade mucho con nosotros... —dijo RenJun—, alguien como Jungwoo hyung, Winwin hyung, Johnny hyung...

—Si a Johnny se lo da Haechan seguro que no se enfada. Es su favorito —dijo Jeno.

—Imbécil.

—Y si a WinWin se lo da RenJun tampoco —sugirió Jaemin.

—¿Entonces...? —habló ChenLe.

—¡WinWin! Será gracioso verlo como un animal, vamos a dárselo —setenció finalmente Haechan, cogiendo un vaso con la bebida de color pistacho.

RenJun fue hasta la habitación compartida de SiCheng, TaeIl y Yuta. Abrió la puerta con sigilo y tocó con suavidad el hombro de WinWin. El mayor se despertó asustado, pero cuando vio a RenJun su mirada se suavizó.

—¿Qué pasa? —susurró.

—Gē, ¿puedes venir un momento? Hemos hecho un batido y queremos que lo pruebes.

—¿Tiene que ser ahora? —cuestionó confuso.

—Sí, es que si no puede que mañana no quede y quiero que lo pruebes.

SiCheng suspiró y salió de la cama perezosamente. Siguió a RenJun hasta la cocina y se encontró un panorama normal. La olla y las velas habían desaparecido junto al libro y solo había un vaso grande con aquel líquido sospechoso.
ChenLe agarró el vaso y se lo dio a SiCheng.

—Yo lo he probado, está bueno aunque no lo parezca —mintió Jaemin.

—No entiendo por qué queréis que lo pruebe yo, pero ahora que me habéis despertado...

Todos estuvieron expectantes mientras SiCheng dio el primer sorbo. Su rostro pasó por una serie de expresiones. Al principio tenía un sabor horroroso, pero después el regustillo era muy sabroso. SiCheng les sonrió tan inocente que incluso por un momento se arrepintieron de gastarle la broma, sin embargo, ya era demasiado tarde.

—Os ha salido muy bien, seguro que Kun estsría orgulloso. ¿Qué lleva?

—Es un secreto, hyung —respondió Jeno.

—Pues eso, está muy bueno. ¿Lo dejo o me lo puedo llevar? —preguntó tímido.

—Puedes llevártelo y beberlo entero, no pasa nada —sonrió con falsedad Haechan.

—¡Vale, muchas gracias! Buenas noches.

—¡Buenas noches, hyung!

Lo habían conseguido. Mañana iban a tener una nueva mascota en los dormitorios de NCT.

***

   Yuta se despertó con un calor extra en su pecho. Estaba escuchando una especie de ronroneo gutural muy cerca suya. Extrañado abrió sus ojos y se sorprendió al encontrar a su novio tan pegado. SiCheng odiaba el contacto físico la mayoría de veces, pero esta mañana estaba casi restregándose contra el cuerpo de Yuta, y además, haciendo esos soniditos.
El japonés se sonrojó y acarició la mejilla de WinWin con delicadeza. Se acercó a besarlo en los labios para despertarlo. Ahí se dio cuenta de que había estado llorando y también estaban temblando.