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JohnWin

Daddy Kink!
Riding!

Johnny era una persona que sabía disimular casi perfectamente. En muy raras ocasiones la gente podía adivinar si estaba mintiendo o no, o lo que estaba pasando por su mente. Y era una gran ventaja, sobre todo cuando SiCheng paseaba por ahí con esa atracción producida por las feromonas.
El chicagüense no podía dejar de pensar en follarse al pequeño híbrido. Era lo único que ocupaba su mente desde que se había convertido.
Pero pensó que estaba mal, muy mal. Ten y él no eran exactamente novios, y aunque tenían una relación abierta sentía que le estaba engañando. Por otra parte, DoYoung les había contado su experiencia con WinWin a JaeHyun y a él. Mientras que el menor del trío parecía incómodo, quizás por el hecho de que era el mejor amigo de SiCheng, Johnny no podía dejar de pensar en hipotéticas situaciones.

La imagen de Ten era lo único que lo mantenía alejado de poseer al híbrido. O, al menos, antes de que el propio Ten le diera un permiso explícito para estar con WinWin.

—Johnny, cariño, ¿podemos hablar un momento?

El mayor de ambos asintió y se encerraron en el cuarto de Ten. Se sentaron en la cama, y la sonrisa macabra en la cara del tailandés no podía significar nada bueno.

—Al parecer soy el único, junto a los dreamies, al que no le afectan las hormonas de SiCheng. Kun me explicó que yo debí haber participado en el hechizo de alguna manera. Y bueno, fui yo quién les presté las velas y el mechero, así que... tuve contacto directo con tal hechizo.

—¿Bien? ¿Qué quieres decirme con eso?

—Iré al grano —dijo Ten cruzándose de brazos-. Te he estado viendo y creo que soy el único que nota que vas a explotar si no te follas a WinWin. Supongo que es por el hecho de esas feromonas, y en parte le ayudarías también, así que... hazlo, Johnny. A-Ayúdalo. ¿Sabes? Si yo también me sintiera atraído lo haría, más que nada por ayudarlo. Pero como yo no puedo...

El mayor casi se atraganta con su propia saliva por las sucias palabras de Ten.

—¿Entonces...? ¿S-Seguro?

—Qué sí —rió suavemente—. Esas feromonas os tienen a todos desorientados, y hasta que el pobre SiCheng no se recupere no voy a poder disfrutarte.

Ten hizo un puchero y abrazó a Johnny. Se besaron castamente y Johnny asintió, aceptando la bendición de Ten.

Salió del dormitorio y enseguida percibió la presencia de SiCheng. El chico estaba sentado en el sofá comiendo una ensalada al lado de JaeHyun y Yuta. Era como si ese par en particular no se sintieran realmente atraídos por las feromonas.

Esperó a que se levantara un momento y justo al pasar por su lado le dejó en la mano un pequeño papel. El híbrido, extrañado, vio cómo Johnny se dirigía a su habitación. Abrió la palma de su mano y descubrió una notita que decía: 03:00 AM, mi cuarto. El cuerpo de WinWin tembló tan solo ante el pensamiento de volver a tener sexo. Gimió avergonzado, de repente volvía a estar muy sensible y con la piel ardiendo.
Fue al baño y regresó junto a su mejor amigo y a su novio, aferrándose a este con fuerza. Yuta sonrió y acarició su espalda con suavidad. Las feromonas de SiCheng eran mucho más fuertes ahora, y JaeHyun y Yuta lo habían notado enseguida. Yoonoh se inventó una excusa y fue directo a su dormitorio, si seguía ahí junto a WinWin no iba a ser consecuente con sus actos.

***

El reloj ya marcaba las tres de la mañana, y WinWin estaba sigilosamente yendo hacia la puerta de Johnny y TaeYong. No tuvo que esperar más de diez segundos antes de que Johnny le abriera la puerta con una sonrisa ladina.
Cogió el cuello de la camiseta del pijama de SiCheng y le obligó a entrar dentro de la habitación. Puso el cerrojo y señaló su cama para que WinWin se sentara. Notó que TaeYong no estaba, y justo cuando iba apreguntar sobre eso, Johnny se adelantó.