Harley

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Nuevamente los guardianes se encontraban instalados en la torre (Stark no había tenido opción, sí Peter se quedaba el resto también lo haría). No estaba precisamente cómodo con ello, pero ver a Harley sonreír como lo hacía estando junto a su papá era simplemente hermoso.

El castaño se encontraba en la cocina, esperando a que su café matutino estuviera listo, cuando de pronto sintió que unos fuertes brazos lo rodeaban con delicadeza. La sensación le pareció tan familiar que la idea de separarse no le pareció una opción, pero finalmente reaccionó y con el esfuerzo suficiente logro quitarse a quien fuese que le abrazaba de aquella manera. Giro topandose con la mirada verdosa del rubio, quien también tenía una pequeña sonrisa en los labios que alguna vez había besado y disfrutado.

Buenos días, Stardust-. Mencionó y se inclinó un poco.

No podía mentir. Cuando se enteró de que el pequeño Harley no era el hijo de Tony y Pepper, si no suyo y de su Stardust, no pudo evitar dejarse llevar por un pensamiento, el pensamiento de que aún podía tener una oportunidad con el millonario, por eso, en ese preciso momento, se atrevió a besarle. Tony se estremeció con levedad y abrió tanto los ojos que cualquier persona que hubiera estado ahí hubiese pensando que  estos se saldrían disparados en cualquier momento, dió un par de golpes en el pecho del guardián (demasiado suaves en verdad, pues no buscaba lastimarlo, solo alejarlo), después lo empujó logrando finalmente quitárselo de encima.

¿Qué demonios pasa contigo?-. Dijo sonando más sorprendido que molesto en realidad. -¿Crees que puedes irte así como si nada un día y después volver y simplemente tratar de recomponer todo lo que rompiste?-.

Stardust…-. Peter trato de buscar una forma de disculparse con él pero no encontró ni una solución.

Dejá de llamarme así-. Soltó finalmente antes de retirarse del lugar.

Quill se quedó quieto, observando el lugar por donde Tony había salido. Tenía razón, no se merecía ni siquiera el amor que Harley le había tomado con tanta rapidez, él solo intentaba ser un buen padre para el pequeño. No quería que su hijo creciera sin él, no quería que su hijo creciera como él. Debía encontrar una forma para recuperar a Tony y el amor que algunas vez éste le había tenido… O aún le tenía, solo tenía que hacer que Tony volviera a encontrar sus sentimientos.

Minutos después él también salió de la cocina y se dirigió a la habitación de Harley, solo ver a su pequeño podría animarlo en aquel momento.

Finalmente llegó a la habitación de su hijo y abrió la puerta lentamente. Se encontró con Tony acariciando la frente ajena con suavidad, se acercó a ellos dos sin hacer mucho ruido.

Tiene fiebre-. Le susurro Tony cómo si nada hubiese pasado hace apenas minutos en la cocina.

Oh, bebé…-. Lo miro con un poco de preocupación y Tony apartó su mano para que Quill lo confirmará por si mismo. -¿Será algo grave?-.

No, se le pasará en unas horas y entonces andará corriendo por ahí-. Vio a Harley cerrar sus preciosos ojitos y sonrió. -Es fuerte, estará bien-. Miró su reloj y suspiró. -Peter… sé que apenas llegaste pero… ¿Crees que podría cuidarlo por mí? Tengo una… reunión-. Mintió. No era una reunión.

Claro que sí-. Asintió con una sonrisa. Estaba más que feliz de poder quedarse y convivir con Harley.

Bien, gracias-. Le dedicó una pequeña sonrisa, algo forzada pero al mismo tiempo natural.

(…)

Tony no tenía una reunión con nadie, Tony tenía una cita. Una de muchas que (por lo general) siempre terminaba por retirarse con cualquier pretexto, no se sentía listo y ahora que Peter había vuelto a su vida (y posiblemente no se iría por un buen tiempo), se sentía menos preparado que antes. En realidad no entendía porque, él nunca había tenido problemas con eso, algunas veces pensaba que solo tenía miedo de volver a ser herido.

Peter había enrollado a su adorable bebé en una manta y se había sentado con él en el suelo alfombrado de la habitación. Harley le indicó que juguetes sacar y el lugar ahora era un completo desastre, peluches y juguetes de toda clase regados por el piso, alrededor de ambos. Se dedicaban a jugar con los dinosaurios que poseía Harley, (que eran mucho a decir verdad), cuando él confesó algo.

Creí que papi dejaría de salir cuando tú estuvieras aquí con nosotros-.

Peter alzó una ceja, ¿A qué se refería?. -¿Qué quieres decir?-. Pregunto sin dejar de jugar con Harley.

Bueno pues... Cada jueves papi sale de la torre y vuelve después de unas horas-.

Es solo por trabajo, papi es una persona sumamente importante y…-. Fue interrumpido por el pequeño rubio.

No, escuché a la tía Pepper decir que eran citas-. Dijo mientras se alzaba de hombros y cambiaba su Tiranosaurio Rex por un Velociraptor.

¿Celos? Peter estaba ardiendo en celos, tendría una buena charla con el castaño, él era suyo.

Father And Son | StarkquillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora