Prólogo

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Taehyung intento controlar la respiración. Notaba el corazón acelerado, martilleando como un loco en su pecho; y un suave cosquilleo que aun le recorría cada vello sobre su piel como una corriente cálida y espesa.

Tomo otra bocada de aire y cerro los ojos para lograr contenerse. El orgasmo había sido... increíble. No encontraba las palabras. Tampoco las buscaba. Solo intentaba poner un poco de orden en su cabeza, en su cerebro aturdido por el placer del sexo. Poco a poco se fue calmando.

El pulso se recupero y la nube deliciosa en que estaba envuelto fue desapareciendo, dando paso a una extraña y desconocida sensación de vació. Abrió los ojos. El techo de una habitación de hotel. Una de tantas. Observo su propio cuerpo tendido en la cama. El preservativo aun estaba tirante, ajustado a su miembro que empezaba a relajarse.

Se paso una mano por la frente para apartar el sudor del esfuerzo mientras con la otra se lo arrancaba, le hacia un nudo y lo arrojo con furia a un rincón de la habitación. Luego lo tiraría a la papelera, porque... ¿Que diablos le había sucedido? Estaba enfadado, excitado, confuso.

Su mente volvió a nublarse al recordar los instantes que acababa de vivir. El cuerpo de aquel hombre entre sus brazos. Delgado y sinuoso, como el pecado. Su boca entre sus labios, sabrosos y anhelantes hasta la asfixia. El sabor de su piel, una mezcla de pasión y miedo, de pudor y arrojo que le había vuelto loco. Solo rememorarlo volvió a hacer palpitar su pene sobre su vientre desnudo y le hizo sentir una sed que ya no recordaba.

Fue entonces cuando la puerta del baño se abrió arrojando una luz fría y pálida sobre la alfombra, y el apareció intentando recomponer su desarreglada ropa.

Se había vestido deprisa y su camisa aun no estaba del todo abotonada, dejando ver su pecho y abdomen marcado. En aquel momento se estaba subiendo la cremallera del pantalón dejando ver un poco del bóxer. Taehyung se relamió los labios. Lo deseo con tanta fuerza que casi fue doloroso.

- ¿Te vas? -le pregunto

El no le contesto, parecía apresurado, intentando terminar con aquello cuanto antes. Salir de allí cuanto de antes. Abandono la cremallera para centrase en arreglar su cabello negro. El hombre era bonito, aunque no llamaba la atención. Sus ojos eran de un café obscuro, pero tenía demasiado brillo en ellos. Las pocas veces que los había mirado mientras lo penetraba se había encontrado con la vergüenza y el miedo, el deseo y la pasión, la necesidad y la culpa. Por ultimo el se coloco su saco y busco algo en el.

-¿Puedo saber tu nombre? -pidió Taehyung, y su voz le resulto extraña, como un ruego anhelante

-Setecientos mil wones - susurro el con aquella timidez que no lo abandonaba, depositando los billetes doblados sobre la mesita, tan al borde que estuvieron a punto de esparcirse sobre la alfombra-. Es lo acordado.

Taehyung miro el dinero y después al hombre que esquivaba sus ojos. No sabia su nombre. No sabia nada de el, solo que hacia apenas unos minutos se deshacía de placer entre sus brazos y a el le provocaba el orgasmo mas desconcertante de toda su vida. La pasión que el había demostrado se tornaba ahora en vergüenza, en arrepentimiento. Parecía un niño asustado que de pronto no sabia como pedir disculpas por una falta.

-De acuedo -oyó Taehyung que decían sus propios labios, aunque lo que quería realmente era rogar que se quedara. Saber mas de el. Comprender por que algo tan cotidiano en su vida como el sexo pagado había sido tan diferente con aquel hombre anónimo.

El no añidio nada mas. Se acombo el saco y salio de la habitación del hotel con paso apresurado, apretando sus muslos al caminar, como si quisiera olvidar lo que había sucedido entre aquellas sabanas, sin volver la vista atrás.





Adaptación del libro de Jose de la Rosa

"Gigolo"

P r ó x i m a m e n t e

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Quiero aclarar que no estará escrita al 100% igual que el libro, tendrá sus cambios para que la historia tenga sentido. Espero les guste y le den mucho amorcito.

Lxs amo

RentBoy - TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora