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-Si alguien me hubiera dicho que yo estaría en una barbacoa le hubiera maldecido-dijo Sooyoung aceptando con reservas la cerveza que uno de los chicos le tendía y que ella inmediatamente vacío en una larga copa de champagne.

Hacía un mediodía deslumbrante con un sol suave que calentaba sin picar.
Yugyeom había cumplido su promesa y justo el día anterior a su partida había organizado aquella barbacoa en el jardín trasero de su edificio. No es que fuera un espacio extenso pero contaba con algo parecido a un jardín, un par de cientos de metros de césped privado, árboles y todo lo necesario para hacer una barbacoa, claro está, después de un permiso del resto de vecinos. Ahí se encontraban todos sus amigos los compañeros de trabajo de Yugyeom, y que él no había querido dejar fuera a pesar de que no le agradaban. La mayoría de los invitados se habían ido acomodando a lo largo del lugar, en los bancos de madera, en las mesas con sillas dispersas en el lugar, sentados directamente en el césped o de pie junto a la barbacoa. Ahí era donde Yugyeom quería dirigía un centro de operaciones que no dejaban a nadie sin un plato con costilla y salchichas bien hechas.

Sooyoung estaba sentada, resguardada del mundo terrenal bajo el porche. Una cosa era acceder a ir a una barbacoa y otra muy distinta participar de forma activa. Jungkook había ido hacerle una visita. Aunque el resto de las personas habían decidido hacer vida social, para Sooyoung ir a un lugar donde se asaba carne al aire libre ya era demasiado como para además tener que relacionarse, así que había jurado no abandonar aquel lugar.

-A Yugy se le ve cómodo entre fogones -dijo Sooyoung señalando con la copa al prometido de su amiga que se veía feliz, hablando con unos y con otros.- A lo mejor, hubiera sido mejor que estudiará cocina en vez de medicina.

Jungkook sonrió.

-Cirugía o cocina, qué más da. Hoy está disfrutando las dos cosas que más le gustan: Un buen tiempo y sus amigos.
-Y tu, claro. -señaló Sooyoung sin apartar la vista de aquel cambio alrededor de la barbacoa. Le Había tocado el turno a las chuletas y él humo subía en una columna blanca y ondulante que le aterró.

-A mi me tiene todos los días -respondió Jungkook con aire soñador verlo ahí, feliz entre fogones, le hizo sentir muy bien, realmente bien. Al fin empezaba a alejarse los problemas que le habían llenado de ansiedad los días pasados.

-¿Le echarás de menos? -pregunto Sooyoung-. No recuerdo haberlos visto separados por tanto tiempo. Todo un mes con cada uno de sus días.

-Lo echaré de menos a cada instante. Sé que a veces me quejo de que me falta espacio, pero cuando estoy un par de días sin verlo... es como si nada pudiera salir bien.

Un momento de silencio entre los dos no hacía falta palabras sólo dejarse acariciar por el sol y disfrutar de aquel maravilloso mediodía. Jungkook iba a dejar a su amiga para volver a sus funciones de anfitrión cuando Sooyoung se removió en su silla, bajándose las gafas de sol para enfocar mejor.

-Vaya, vaya -dijo subiendo sus gafas -, no esperaba que estuviera invitando.

-¿Quien?

Jungkook no comprendía a qué se refería y siguió la mirada de Sooyoung hasta que lo vio.
Taehyung estaba ahí. Acababa de llegar. Había atravesado la puerta del jardín con tanta seguridad como si él fuera el dueño de todo aquello, y tras saludar a algunos de los invitados que también estuvieron en la cena de Sooyoung se había dirigido a la barbacoa. Ahora estaba dándole un abrazo a su prometido, o más bien, al revés, pues aquella era la forma en que Yugyeom saludaba a todo el mundo cuando llevaba encima unas cuantas cervezas de más. Su habitual distanciamiento desaparecía para convertirse en una perfecta interacción.

Jungkook sintió de nuevo que se ahogaba. El pulso se le había acelerado y volvía a sentir aquella mezcla de terror y vergüenza. También ira. Aquel tipo había sobrepasado cualquier límite. Aunque debía reconocer que debajo de tanta turbación había algo nuevo, una especie de alivio, quizá una satisfacción muy sutil que se confundía con su corazón precipitado y aquella angustia que no dejaba de acosarlo. Miró de reojo a su amiga para asegurarse de que no lo estaba observando y, cuando estuvo seguro de ello volvió a concentrarse en la figura de Taehyung.

RentBoy - TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora