Stumble of love

¡Marichat, cumplido! Ahora tan solo me falta el Feligette :"v

¡Que lo disfruten!

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Adrien nunca hubiera pensado que todas las noches visitaría a la joven Dupain-Cheng.

Luego de aquella ocasión donde ella le había confesado sus sentimientos a Chat Noir, no pudo evitar sentirse mal al "romperle" el corazón.

Él nunca hubiera pensado terminar así con ella... ¡Por Dios, no lo había ni pensado!

Actualmente ambos eran "mejores amigos" o eso quería pensar y convencerse él.

¿Cómo empezó todo esto? Sencillo, lo verán en lo siguiente.

[...]

Chat Noir estaba observando indeciso el balcón de la joven azabache, decidiéndose en si irrumpir en aquel balcón o simplemente largarse.

Optó por lo primero, por lo cual, extendió su bastón y procedió en caer al balcón, no contando que tropezaría con la maceta de una planta.

- ¡Diablos! -se quejó al caer al suelo, observando cómo la azabache salía de su habitación y lo miraba sorprendida, por lo cual él solo pudo sonrojarse.

- ¿C-Chat Noir? -preguntó extrañada, sintiendo como sus mejillas enrojecían. - ¿Que haces aquí? -

- ¡O-Oh...! ¡Hola! -sonrió con nerviosismo, levantándose torpemente del suelo. - Yo... Tan solo quería verificar como estabas... Ya sabes, después del akuma. -jugueteó con sus dedos, avergonzado.

- Ah... Bien, supongo. -se rascó la nuca, levemente incomoda. - Esto... ¿Quieres pasar? -preguntó con timidez.

- ¿No es un problema? -preguntó mordiéndose el labio inferior, aún más nervioso. - No quiero invadirte nada... -

- No invades... Ven, entra. -le sonrió con amabilidad, haciéndole una seña para que entrara junto con ella.

Y ahí fue donde todo comenzó.

Una extraña amistad donde ambos desde el principio ya tenían una sólida confianza... ¿Como unos "conocidos" podrían tener ese grado de confianza? Fácil, simplemente no eran desconocidos, ambos se conocían muy bien en realidad.

El tiempo había pasado y ambos se habían convertido en adultos, con responsabilidades, independencia y metas.

Adrien había estudiado en la universidad todo lo referido al comercio y empresas, incorporando un poco la experiencia de poder ser un exitoso contador y heredando la empresa de su padre, siendo el gerente de la empresa encargado de comercios y de la parte administrativa e importante de la empresa.

Mientras que Gabriel seguía en la empresa, a veces ayudando a su hijo y a veces diseñando junto con la exitosa y talentosa diseñadora de modas; Marinette Dupain-Cheng, quien ahora era su compañera de diseños de la empresa.

La azabache había estado estudiando y aprendiendo de manera profesional la carrera de diseñadora de modas y trabajando luego de terminar la carrera en la empresa de su mayor ídolo y ex amor platónico quien ahora era uno de sus grandes amigos.

Bueno... "Ex amor platónico" digamos que aún no podía superarlo del todo. Y es que no era tonta, el rubio era el hombre que cualquier mujer desearía convertir en su novio y hasta diría en esposo, incluyéndola por supuesto, su sonrisa, sus ojos, su fresca forma de ser y su intacta amabilidad y caballerismo.