¡Dile ya, Jay! [Bruise/Jole] Ninjago.

¡Feliz año nuevo!

Puede leerse como parte o no de la historia, ¡feliz año a todos! Muchos hacen especiales de navidad... a mi me gusta más año nuevo.

Un pequeño drabble de esos que salen a la madrugada, espero les guste. ^^

*

Desde hace tiempo, ha sido tradición para Cole celebrar año nuevo lejos de casa. Su padre siempre estuvo ocupado por esas fechas, incluso cuando su madre estaba viva, hubo concenso en que al final era más importante aprovechar la oportunidad de trabajo, dinero y prestigio incluidos, y que si se necesitaba una fecha para estar en familia, esa podía ser, y fue, la navidad.

De niño, recuerda encender fuegos artificiales al tocar las doce, las pocas veces que lo consiguió despierto, junto a su madre. Y cuando las cosas cambian inevitablemente, a veces lo hizo con amigos, otras recuerda como simpáticamente la familia Walker lo invitó, y de vez en cuando consistió en quedarse en casa a mirar la tv y terminarse una porción de pastel de chocolate. 

Pero este año, fue... solo un poquito diferente.

Las dianas anunciaban la entrada del año nuevo, hay risas, festejos, confesiones amistosas, y sinfín abrazos de por medio entre el sonido de los fuegos artificiales, entre los infinitos matices y colores que tiñen el comunmente oscuro cielo nocturno, y este año, ha tocado estar junto a sus amigos.

Pero Cole se encontraba nervioso.

No fue hasta la primera hora del recién nacido año que siente poder respirar nuevamente, cuando Jay aparece tras haberse extraviado por cuenta propia desde antes de las diez. Estaba sonriente, con las mejillas sonrosadas y la boca llena de palabrerías incoherentes.

Jay está ebrio.

Entre amigos intercambian miradas, preguntándose en primer lugar donde diablos el chico habría conseguido la bebida y bajo cuales condiciones, pero al no recibir respuesta alguna del mismo, llegan a la conclusión de que la mejor opción ahora es que Cole, en su auto, lo llevara al mar de arena cuanto antes.

Es entonces, como llegan a aquel momento.

Jay va en el asiento trasero, pues el copiloto por muchos motivos es mala idea, desde que enciende en motor Jay empieza a hablar, incoherencias, por cierto, y Cole desde hace rato ha dejado de escucharlo, y solo se concentra en dos cosas: preparar el sermón que le dará a su mejor amigo en la mañana, y no salirse del camino.

Cuando llegan, un suspiro se desliza de los labios del de cabellos oscuros.

Entonces, abre la puerta trasera, con intención de ayudar a Jay a llegar hasta la casa rodante de sus padres. Jay pasa su brazo por los hombros de Cole, y este ha rodeado su cadera en lo que avanzan paso a paso hasta la puerta, que para Cole se ve tan lejos y para Jay da vueltas.

Solo que, a unos pasos, Jay se ha vuelto rígido como tronco, cuando su amigo se dispone a cuestionar, este le ha abrazado con fuerza, tanta como su delgado cuerpo puede acumular, entonces Cole no sabe qué hacer.

Jay rodeaba sus hombros, y ocultaba su rostro entre el hueco de su cuello, Cole solo corresponde el abrazo a medias y confundido.

Es cuando Jay se separa, para mirarle.

Le mira sonriente, mostrando sus dientes, arrugando sus ojos y un poco su nariz, con sus ojos azules vibrantes tal cual los fuegos artificiales en el cielo hace apenas unos minutos.

Jay sonríe.

Y con suavidad, muy lejos de su tono chillón, suelta con cariño.

—Cole... quedate conmigo otro año más.

Y le abraza de nuevo.

Cuando llega hasta la puerta y ya ha dejado a Jay en su casa, bajo el cuidado y merecido sermón de los Walker, después de un amistoso "¡feliz año nuevo!" sin falta de un meloso abrazo de los padres de su mejor amigo, Cole tuvo otras dos cosas en mente.

Lo mucho que iba a molestar a su mejor amigo al día siguiente con su torpe cursilería de ebrio.

Y, ¡claro que se quedaría con Jay otro año más! ¿qué sería de ese idiota sin él de todos modos?