Mala Reputación

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Ya han pasado un par de semanas después de aquella intervención no sé cómo sentirme al respecto de saber que Helena no a dejado de compartir fotos con aquel tipo, verdaderamente nunca sé cómo sentirme.

Ya estaba de vacaciones de la escuela y Alex me había dado una semana y media para volver a trabajar. Realmente no sabia que hacer con las vacaciones, pero los chicos me salvaron, Oliver me llamo y me dijo que alistara mis cosas ya que nos íbamos a ir a la playa por unos días, obviamente acepte. Aliste mis cosas, me despedí de mis padres, espere a los chicos y me fui.

Llegaron dos autos, en uno estaban Ken, Jack, Mónica y Tony, ellos llevaban todo el equipaje, en el otro estaba Oliver con todo el equipo de sonido y las guitarras. Me subí con Oliver.

En el camino todo estaba silencioso hasta que Oliver hablo.

-No creo en el trato que nos están ofreciendo, ¿Y tú?-. Pregunto mirándome de reojo.

-No lo sé, se escucha bien, ¿No?-. Saque un paquete de cigarros de mi bolsillo.

-Yo creo que nos quieren explotar.

-¿Explotar?-. Le ofrecí un cigarro.

-Claro-. Prendió el cigarro después de tomarlo-. Ponte a pensar; somos jóvenes, tenemos talento, tenemos bastantes seguidores ya. Que tal sí mejor esperamos a alguien que sí quiera nuestro EP, ¿Eh?

-Perooo.

-Tú y tus putos pero's- Me interrumpió y siguió fumando.

Me reí en voz baja-. Siempre ponía un pero para todo, ¿No es así?

-Sí-. Sonrió-. ¿Te acuerdas cuándo destrozamos ese bar en Texas?

-Demonios, fue una noche bastante loca-. Reí-. Las mesas, los vasos, las botellas, el escenario, las guitarras y la batería.

-Estábamos demasiado drogados cómo para saber que estábamos haciendo-. Me miro-. Ya me acorde de algo espectacular-. Sonrió maliciosamente.

-¿Dé qué?

-De cuando te besaste con Tony en la fiesta de Ángela-. Empezó a carcajear como nunca.

-Fue un maldito reto, Oliver, que tú me pusiste-. Renegué.

-Pues parecías disfrutarlo bastante-. Oliver no paraba de reír.

-Ya cállate, idiota-. Encendí un cigarro y comencé a fumar.

Al llegar a la playa fuimos a dejar las cosas al hotel y cambiarnos. Yo preferí quedarme un rato con ellos en la playa y luego irme a la habitación, me quede un rato mirando hacia el mar en el balcón, todo era tan hermoso, ver cómo las olas del mar se movían y acariciaban la arena. Suspire y una voz en el otro balcón me saco de mis pensamientos.

-Hermoso, ¿No? - Dijo la voz al otro lado del balcón.

-Oh, em, sí claro esta... Esta hermoso.- Vi una hermosa mujer con el cabello rubio, tez pálida y unos lentes que no me dejaron ver sus ojos.

-Tú eres D, ¿No?

-¿No parece?- Pregunte y fije mi vista al mar, otra vez.

-Pensé que el gran D seria no sé tal vez un poco más varonil-. Volteo a verme- Las historias que decían de él eran sorprendentes.

-¿En serio?- Volteé todo mi cuerpo para verla con más detenimiento.- y, ¿Cuáles son esas historias?- Ella también se volteo y me miro muy curiosamente.

-Oh, ya sabes, el destructor de bare's, el mujeriego, siempre vestido de negro y metido en problemas.

-Pues tal vez ese chico ya no exista-. Me acerque a la puerta y la mire por ultima vez-. Ese chico era un desastre, ahora por fin estoy sano. Feliz navidad, señorita-. Me metí a la habitación.

Se hizo de noche y Oliver me llamo diciendo que fuera a la fogata que estaban haciendo, y así fue, llegue me serví un vaso de Whisky. Platicamos sobre algunas cosas y al final platicamos del contrato que nos estaban ofreciendo, lo rechazamos por algunos motivos.

-Oigan, ¿Saben la letra de ''Mudanza'' de Dromedarios Mágicos?-. Pregunte agarrando mi guitarra, Oliver me dijo que sí la sabia y esa noche tocamos bastantes canciones.

Entre aquella noche pude distinguir a la rubia entre la luz de la luna. Sonreí y seguí tocando.

A la mañana siguiente un chico de cabello largo me pego con su hombro, yo le dije amablemente que se fuera a la mierda y fue cuando reconocí su puta cara, era el maldito chico que estaba con Helena. su maldita sonrisa fue lo que más me altero.

-¿Qué haces aquí, imbécil?- Dije cerrando los puños.

-Bueno, realmente no creo que eso no te importe mucho, muchacho-. Él sonrió de una maldita manera que me hizo explotar y me lance a él.

Lo estaba golpeando tan fuerte en la cara y él no dejaba de reír, escuchaba los gritos de mis amigos, de los suyos y de los trabajadores. Me separaron, mis nudillos estaban llenos de sangre de él y mía, no se defendió en ningún momento fue cuando me di cuenta... los flashes de las cámaras, síp, me estaban grabando y tomando fotos. Me fui velozmente a la habitación a esconderme de las cámaras. Me quede en posición fetal durante un rato cerca del balcón y escuche la voz de la rubia, hablo de algunas cosas durante un rato, luego le dije que pasara a la habitación y nos quedamos sentados en la cama durante un rato más, yo aun seguía en shock por lo que había pasado. no sabia que hacer.


Las Noches A Tu Lado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora