Perdido En Ti.

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Alex nos dejo tocar en su bar y ya sólo faltaba un día para ello. Habíamos practicado bastante, siendo sincero me sentía nervioso y nostálgico por el hecho de que iba a subir a un escenario con mi antigua banda.

Todo estaba saliendo perfectamente bien hasta que recibí una llamada de Nataly, no sabía si responder o colgar, pero respondí de todas formas.

-Hola, Nataly, ¿Qué pasó?

-Hola, quiero hablar contigo, ¿Se puede?-Escuche una voz un tanto desesperada de ella.

-Tengo algo más importante que hacer, lo siento- Dije con desdén.

-¿O sea qué yo no soy importante?

-Si hubiéramos tenido contacto suficiente en estas semanas, sí, pero como no pues.- Ella colgó. Mire el celular un rato y luego lo metí en mi bolsillo.

Ensayamos una última vez antes de el gran día y al terminar los chicos quisieron ir a la fiesta de un tal Brandon, yo no quería ir, pero me forzaron y me metieron el el auto.

Al llegar a la fiesta vi a mi ex amigo drogadicto, Brandon. Me sorprendió mucho verlo.

-Hasta que llegan, ¿Qué tal todo?- Una voz amigable provenía de Brandon.

-Bastante bien.- Dijo Oliver. Brandon le dió unas pastillas a Oliver, yo las vi con asco.

Oliver me ofreció una, a la cual me negué rotundamente.

-Vamos, si antes te encantaban estas cosas, ¿no recuerdas?- Sonrió.

-Antes- Alejé su mano con la pastilla. -Ahora me causan asco.

Al entrar habían demasiado adolecentes drogados, algunos besándose, otros fumando, etcétera. Yo me senté a platicar con Ken y Jack.

Ken había traído unos vasos con soda (o eso pensé que era), al darle el primer tragó sabía a ron, no estaba tan fuerte así que seguí tomando.

A Jack le pasaron un porro de marihuana y me ofreció, me negué, me digo que se lo pasara a Ken y así lo hice.

Sentí una mirada y voltee al frente y vi a Helena mirándome sorprendida, era obvio tenía en mi mano un porro de marihuana.

Se lo di a Ken y me pare para ir a saludarla y decirle que no tenia que sorprenderse por que no estaba haciendo nada. Me acerqué a ella y me miraba muy enojada, supongo que por que le dije que ya no hacía nada, negó con la cabeza y se salió de la casa, yo la seguí.

-Oye, ¿Qué pasá?, ¿Por qué te vas?- Dije confundido y a unos pasos de ella.

-¿Qué hacías con un porro en tu mano?- Me miro furiosa.

-Se lo iba a dar a Ken.

-No te creo- Negó con la cabeza. -Es más creo que me mentiste.

-Mira, helena, Me la estoy pasando bien con mis amigos y no te tengo que dar explicaciones, realmente no me importa lo que creas o no.- Suspiré y me pase la mano por el cabello.

Me dí la vuelta y me volví a meter en la casa y Ken, quien todavía estaba bien, me preguntó que es lo que había pasado a lo cual le contesté que nada, y seguimos la noche bastante bien.

Al terminar la noche llegue a mi casa muy cansado y algo tomado, no dejaba de pensar en el día siguiente y que por fin tocaría con mi banda al frente de personas después de mucho tiempo.

Helena me llamó disculpándose como a eso de las 4 de la mañana, obviamente por acusarme de haberme drogado. Le dije que estaba bien y que no importaba.

Esa noche me sentía extremadamente bien y no quería que ella me arruina nada.
¿Todo saldrá bien mañana?...

Las Noches A Tu Lado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora