⠀⠀⠀𝐕𝐈𝐎𝐋𝐄𝐍𝐓𝐎́𝐌𝐄𝐓𝐑𝐎 ⨾⠀⠀⠀❲ 𝗄𝗁𝗋! ❳

⠀𝟎𝟑⠀:⠀𝐥𝐢𝐞⠀𝐝𝐞𝐜𝐞𝐢𝐯𝐞⠀⠀⊹

────⠀𝖫𝗂𝖾𝗌 𝖻𝖾𝗀𝗂𝗇 𝗍𝗈 𝖿𝗅𝗈𝗈𝖽 𝗎𝗌 ❜

[⠀𝖼𝖺𝗉𝗂́𝗍𝗎𝗅𝗈 𝟢𝟥⠀★⠀𝖬𝖾𝗇𝗍𝗂𝗋, 𝖾𝗇𝗀𝖺𝗇̃𝖺𝗋⠀]

ㅤ ㅤㅤㅤCON MUKURO LLAMÁNDOLE "CUALQUIERA" a Tsunayoshi fue la punta del iceberg para que la vida de ambos se comenzara a destruir lentamente. El castaño no lo sabía o simplemente no quería verlo por estar completamente enamorado de aquel hombre que una vez le juro siempre protegerlo y amarlo.

La mañana siguiente recibió una llamada del guardián de la nube claramente enojado de que no haya asistido o al menos avisado de que faltaría a la reunión. Las disculpas del castaño no eran suficientes para apaciguar el enojo del contrario pero al final terminaron bien de alguna manera.

Desde ese día y en adelante Mukuro le prohibió ver al de ojos metálicos por lo que su única forma de comunicación era vía telefónica. Aunque prefería hacerlo cuando su esposo no se encontrara en el hogar puesto que este se enojaba de verlo en el teléfono diciéndole cosas hirientes provocando cada vez más una nueva herida en el interior del castaño.

¿𝘊𝘶𝘢́𝘯𝘥𝘰 𝘦𝘮𝘱𝘦𝘻𝘰́ 𝘢 𝘢𝘤𝘵𝘶𝘢𝘳 𝘢𝘴𝘪́?, ¿𝘋𝘰́𝘯𝘥𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘢́ 𝘢𝘲𝘶𝘦𝘭 𝘤𝘩𝘪𝘤𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘰𝘭𝘪́𝘢 𝘱𝘳𝘰𝘵𝘦𝘨𝘦𝘳𝘭𝘦 𝘥𝘦 𝘵𝘰𝘥𝘰 𝘢 𝘱𝘦𝘴𝘢𝘳 𝘥𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘲𝘶𝘦𝘳𝘪́𝘢 𝘱𝘰𝘴𝘦𝘦𝘳 𝘴𝘶 𝘤𝘶𝘦𝘳𝘱𝘰?

Recordaba cuando el heterocromático golpeaba a aquel que le llamara "𝘋𝘢𝘮𝘦" inclusive si era Reborn el que lo decía, pero... Ahora él se lo decía como si fuera su apodo de todos los días, se sumergió en sus pensamientos olvidándose de que estaba en una llamada con su mano derecha en ese mismo instante.

—¿Juudaime está bien? —cuestiono el peli-plata desde la línea.

—Lo siento Gokudera-kun... —pronuncio con una voz decaída.

—Juudaime... ¿Sucedió algo con el idiota de Mukuro? —su voz se tornó molesta al decir ese nombre.

—Mukuro... ¡Cla-Claro que no! —tartamudeo un poco.

—Sí es Mukuro el culpable de que este así... ¡Voy a golpearlo!

—¡Gokudera-kun no debes hacerlo! —intento calmarlo escuchando las llaves sonar, anunciando la llegada del peli-índigo, debía colgar si no quería otra discusión.

—Gokudera-kun más tarde hablamos —dijo sorprendiendo al oji-esmeralda.

—Juudaime, pero... —no pudo terminar la frase al escuchar el pitido del celular, le había colgado.

Salió de su oficina acomodándose su ropa para recibir al hombre con una cálida bienvenida de su parte, verlo entrar por la puerta le provoco una inmensa felicidad que se esfumo al instante de verlo en un estado que no le agradaba.

—Mukuro, hueles a alcohol y... ¿Fumaste? —su nariz se arrugo al olerlo de cerca.

—Sí, ¿Algún problema con eso? —respondió con molestia cerrando la puerta con fuerza.

—Sabes que algo que más odio es que beban y fumen.

—Eso no le decías al idiota de Gokudera cuando fumaba.

—Claro que se lo decía, pero... Más sutil —acepto recibiendo un gesto del otro.

—Y yo tu esposo me lo dices tan directo —sonrió al decir eso.

—Me dijiste que nunca lo harías —lo vio decepcionado—. Prácticamente me estuviste mintiendo.

—Disculpa por decepcionarte y mentirte —se acercó a su rostro para darle un beso.

—Mukuro... —lo separo al instante de su lado disgustado de ese sabor amargo.

—Sí no quieres besarme entonces quítate de mí vista —lo empujo leve para irse al cuarto.

El castaño no respondió cayendo al suelo para romper en llanto, ¿Por qué actuaba así ahora?, sus lágrimas mancharon el piso, abrazando sus rodillas intentando parar aquel llanto... Tal vez eran cambios leves del momento... Pronto volvería a ser el mismo de antes, pronto volvería el Mukuro que le daba mimos y no le llamaba "𝘋𝘢𝘮𝘦"... Solo era una prueba... Eso debe ser.

𝖣𝖾𝗌𝗉𝗎𝖾́𝗌 𝖽𝖾 𝗍𝗈𝖽𝗈, 𝖾𝗋𝖺𝗇 𝗎𝗇𝖺 𝗉𝖺𝗋𝖾𝗃𝖺 𝗌𝖺𝗇𝖺, ¿𝖵𝖾𝗋𝖽𝖺𝖽?