⠀⠀⠀𝐕𝐈𝐎𝐋𝐄𝐍𝐓𝐎́𝐌𝐄𝐓𝐑𝐎 ⨾⠀⠀⠀❲ 𝗄𝗁𝗋! ❳

⠀⠀⠀𝟏𝟔⠀:⠀𝐩𝐢𝐧𝐜𝐡⠀𝐬𝐜𝐫𝐚𝐭𝐜𝐡⠀⠀✧

────⠀𝖥𝗂𝗇𝗂𝗌𝗁 𝗍𝗁𝗂𝗌 𝗀𝖺𝗆𝖾 𝖺𝗅𝗋𝖾𝖺𝖽𝗒 ❜

[⠀𝖼𝖺𝗉𝗂́𝗍𝗎𝗅𝗈 𝟣𝟨⠀★⠀𝖯𝖾𝗅𝗅𝗂𝗓𝖼𝖺𝗋, 𝖺𝗋𝖺𝗇̃𝖺𝗋⠀]

ㅤ ㅤㅤㅤEL ESTÚPIDO JUEGO CREADO por él ilusionista seguía, pero con golpes cada vez más fuertes, la blanquecina piel del castaño ahora estaba llena de moretones por cada puñetazo de parte del que supuestamente era el amor de su vida.

Ahora cada vez estaba más alerta de sus alrededores pero aun así recibía al menos un solo golpe de parte de él. Todo su cuerpo se encontraba lleno o con vendas o con alguna curita, se sentía como Emma, pero... 𝘈𝘭 𝘮𝘦𝘯𝘰𝘴 𝘌𝘮𝘮𝘢 𝘯𝘰 𝘥𝘦𝘣𝘪́𝘢 𝘴𝘶𝘧𝘳𝘪𝘳 𝘭𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘦́𝘭 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘣𝘢 𝘱𝘢𝘴𝘢𝘯𝘥𝘰.

(...)

Una mañana lluviosa despertó al menor de su cama, volteo viendo a Mukuro aun dormido, se le veía más pacífico de esa forma que estando despierto, suspiro pesadamente pensando en cómo llegaron hasta ese punto.

Se levantó para bajar a por un vaso de agua y buscar algo con que llenar su estómago vacío, con escuchar la llovizna leve le provocaba una gran calma en su interior. El reflejo de la ventana le dejaba ver su rostro, tenía un pequeño moretón cerca de los labios provocado cuando el heterocromático le mordió de una forma brusca la noche anterior, su vista se fue a sus brazos y piernas las cuales tenían bastantes moretones a causa del juego del antes mencionado.

—... ¿𝗣𝗼𝗿 𝗾𝘂𝗲́ 𝗲𝘀𝘁𝗮 𝘀𝘂𝗰𝗲𝗱𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗲𝘀𝘁𝗼? —susurro para sí mismo mientras unas leves lágrimas se acumulaban en sus orbes color miel.

Con solo escuchar un silbido se limpió sus lágrimas al instante después de todo no quería que el peli-índigo lo viera llorando tan temprano, tomo aire para poder poner una sonrisa algo falsa que se esfumo al instante al sentir un pellizco en su trasero.

—¡¿Pero qué haces?! —exclamó enojado dirigiéndole la mirada—. ¡Sabes que no me gusta que hagas eso!

La sonrisa que poseía el contrario desapareció al verlo actuar de aquella forma, bufo enojado tomando su brazo y enterrar sus uñas en estas—. Soy tu esposo y puedo hacer lo que se me da la gana —su voz claramente expresaba enojo.

—Cla-claro que no... —intento refutarle pero su voz se volvió un susurro—. No tienes dere- —no pudo terminar su frase al sentir las uñas incrustarse aún más en su delicada piel.

—Tengo 𝗍𝗈𝖽𝗈 𝖾𝗅 𝖽𝖾𝗋𝖾𝖼𝗁𝗈 del mundo Tsunayoshi —sonrió separándose de él y ver las marcas que dejo con sus uñas—. Después de todo eres solamente mío.

Al terminar esa frase le dio un casto beso en sus labios e irse del lugar, el oji-miel dirigió su mirada a su brazo viendo como la sangre comenzaba a salir de la herida. No le dolía la herida, le dolía el hecho de que Mukuro le tratara como un 𝘴𝘪𝘮𝘱𝘭𝘦 𝘫𝘶𝘨𝘶𝘦𝘵𝘦.

... ¿𝖢𝗎𝖺́𝗇𝖽𝗈 𝖺𝖼𝖺𝖻𝖺𝗋𝖺 𝖾𝗌𝗍𝗈?