⠀⠀⠀𝐕𝐈𝐎𝐋𝐄𝐍𝐓𝐎́𝐌𝐄𝐓𝐑𝐎 ⨾⠀⠀⠀❲ 𝗄𝗁𝗋! ❳

⠀⠀⠀⠀⠀𝟐𝟐⠀:⠀𝐃𝐄𝐀𝐓𝐇⠀𝐓𝐇𝐑𝐄𝐀𝐓⠀⠀⸙

────⠀𝖨 𝗃𝗎𝗌𝗍 𝗐𝖺𝗇𝗍 𝗍𝗈 𝖻𝖾 𝗁𝖺𝗉𝗉𝗒 𝖺𝗀𝖺𝗂𝗇 ❜

[⠀𝖼𝖺𝗉𝗂́𝗍𝗎𝗅𝗈 𝟤𝟤⠀★⠀𝖠𝖬𝖤𝖭𝖠𝖹𝖠 𝖣𝖤 𝖬𝖴𝖤𝖱𝖳𝖤⠀]

ㅤ ㅤㅤㅤEL CASTAÑO ABRIÓ SUS OJOS VIENDO que se encontraba en la antigua guarida del heterocromático... La escuela Kokuyo. Se había desmayado por un golpe que le dio el mayor para que no intentara hacer algo en el trayecto, sus ojos pesaban bastante, rojos a causa de haber llorado tanto, dolor es su mejilla por el anterior puñetazo que recibió, ¿𝗤𝘂𝗲́ 𝗹𝗲 𝘀𝘂𝗰𝗲𝗱𝗲𝗿𝗶́𝗮 𝗮𝗵𝗼𝗿𝗮?

—Parece que ya despertaste Tsunayoshi —se escuchó la voz del mayor detrás suya.

Volteo viéndolo sentado en aquel sillón desgastado, vio todo el alrededor recordando que en aquel lugar se conocieron, aunque fuese peleando.

—Que bonitos recuerdos me trae este lugar viejo —se levantó del sillón caminando en dirección al menor—. Donde nos conocimos peleando.

—Mukuro... —tenía miedo y su voz lo demostraba.

Empezó a retroceder al verlo acercarse aún más, quería huir y olvidarse de todo, pero, ¿𝘗𝘰𝘳 𝘲𝘶𝘦́ 𝘴𝘶 𝘤𝘰𝘳𝘢𝘻𝘰́𝘯 𝘭𝘦 𝘥𝘦𝘤𝘪́𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘰 𝘢𝘣𝘳𝘢𝘻𝘢𝘳𝘢?, choco contra la pared dándose cuenta que ya no podía escapar más. Volteo a los lados intentando buscar una escapatoria, una puerta, el mayor seguía hablando con un paso lento, le daría tiempo de huir.

—Pero sabes Tsuna... Si te portas bien puede que te trate como solía hacerlo —el mayor sonrió volteando a ver al oji-miel, quien se encontraba corriendo hacia la puerta que dejo abierta.

El menor sintió un dolor en su pierna provocando que cayera al suelo, volteo viendo que era el tridente del peli-índigo, atravesando su pierna.

—¡Maldición! —grito al ver como se comenzaba a manchar el suelo con su sangre.

—¡𝘒𝘜𝘈𝘑𝘈𝘑𝘈𝘑𝘈𝘑𝘈! —escucho la risa del mayor, escuchando sus pasos apresurados hacia él.

Se levantó con dificultad olvidando el dolor para comenzar a correr, dolía como el infierno pero eso no le impedía huir, debía hacerlo sí quería seguir viviendo, sí quería ver a su familia... Sí quería seguir recordando cuando era feliz a lado de Mukuro.

Pero parece que no todo saldría bien, tocando la perilla de la puerta, a punto de cumplir su cometido, sintió una punzada en su costilla. Su mirada se dirigió hacia ese dolor viendo que era otro tridente, cayó al suelo sintiendo un dolor insoportable.

Las lágrimas aparecieron, toco el lugar dañado sacando el objeto dejando salir un grito sonoro, la sangre escurría como si no hubiera un mañana.

—¡Te lo advertí Tsunayoshi! —exclamo enojado el peli-índigo mientras tomaba el tridente—. ¡¿𝘘𝘶𝘪𝘦𝘳𝘦𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘦 𝘮𝘢𝘵𝘦?!

—¡Per-Perdóname Mukuro!, ¡No quería hacerlo!, ¡Por favor! —comenzó a suplicar sintiendo otro dolor viendo que le había golpeado en el rostro—. Muku...ro para —pronuncio con dolor.

— ¡Te juro que te matare si haces otras estupidez como esa! —sin más pateo su cuerpo ya dañado.

—Due-Duele... Muku —su voz se volvía cada vez más en un susurro. Las antiguas heridas se volvían a reabrir, el dolor era cada vez más fuerte, sentía su mundo desaparecer.

—¡Cállate! —cerró sus ojos mientras se tapaba los oídos—. Por favor...

—Muku... —sus ojos mostraban tristeza provocando que el mayor se descontrolara.

—¡Maldita sea! —tomo su tridente poniéndolo en el cuello del menor—. ¡Cállate!, ¡Te matare si dices otras idiotez!, ¡𝘓𝘰 𝘫𝘶𝘳𝘰! —su voz se volvió sádica, sus ojos no mostraban piedad, la locura disipaba en él.

—No... —trago saliva sintiendo el filo de aquella arma apretando cada vez más su cuello.

—Di otras cosa y no dudare en hacerlo —fue lo último que dijo dejando la habitación completamente en silencio.

¿𝖢𝗈́𝗆𝗈 𝗁𝖺𝖻𝗂́𝖺 𝗅𝗅𝖾𝗀𝖺𝖽𝗈 𝖺 𝖾𝗌𝗈?