⠀⠀⠀𝐕𝐈𝐎𝐋𝐄𝐍𝐓𝐎́𝐌𝐄𝐓𝐑𝐎 ⨾⠀⠀⠀❲ 𝗄𝗁𝗋! ❳

⠀⠀⠀𝟏𝟐⠀:⠀𝐝𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨𝐲⠀𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚𝐥⠀𝐢𝐭𝐞𝐦𝐬⠀⠀✧

────⠀𝖶𝖾 𝖺𝗋𝖾 𝖼𝗋𝗈𝗌𝗌𝗂𝗇𝗀 𝗍𝗁𝖺𝗍 𝗅𝗂𝗇𝖾 ❜

[⠀𝖼𝖺𝗉𝗂́𝗍𝗎𝗅𝗈 𝟣𝟤⠀★⠀𝖣𝖾𝗌𝗍𝗋𝗎𝗂𝗋 𝖺𝗋𝗍𝗂́𝖼𝗎𝗅𝗈𝗌 𝗉𝖾𝗋𝗌𝗈𝗇𝖺𝗅𝖾𝗌⠀]

ㅤ ㅤㅤㅤCON EL PASO DE LOS DÍAS TSUNA se volvía cada vez más sumiso ante Mukuro, si llegaba a fallar en una de sus órdenes este le gritaba sin tenerle piedad en lo absoluto. Cada vez tenía menos comunicación con su familia, Reborn intentaba hablar con el castaño, pero siempre que iba al hogar de estos Mukuro decía una excusa y nunca lo dejaba entrar.

Las llamadas de trabajo las hacia el heterocromático sin dejar que el verdadero jefe diera las ordenes, Gokudera se rehusaba a acatarlas pero cada vez que escuchaba "Gokudera-kun... Las ordenes de Mukuro son mis órdenes" con solo eso tenía que aceptarlas.

La única comunicación que le permitía era con el pequeño bovino y muy poco con Chrome, pero al oji-miel no le importaba, con solo tener el amor de Mukuro era más que suficiente para él, si eso significa perder a todos sus amigos lo haría con gusto ya que el heterocromático era el único que lo amaba con todo y sus defectos. 

𝘗𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘢𝘥𝘪𝘦 𝘮𝘢́𝘴 𝘭𝘰 𝘢𝘮𝘢𝘳𝘪́𝘢 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘔𝘶𝘬𝘶𝘳𝘰 𝘭𝘰 𝘩𝘢𝘤𝘦... 𝘗𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘶 𝘢𝘶𝘵𝘰𝘦𝘴𝘵𝘪𝘮𝘢 𝘤𝘢𝘥𝘢 𝘷𝘦𝘻 𝘴𝘦 𝘪𝘣𝘢 𝘭𝘦𝘯𝘵𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦.

Era una noche cálida en el hogar, Tsunayoshi se encontraba acomodando algunas cosas suyas de hace tiempo ya que debía tirar algunas que ocuparan un lugar innecesario. Saco un álbum con fotos de sus amigos y él en la secundaria, era nostálgico recordar aquellos momentos en donde Mukuro intentaba conquistarlo. 

Tomo una foto donde se encontraban todos de la familia, la primera foto que Mukuro se dejó tomar a lado de ellos, sonrió dejándolo en su lugar. Saco videojuegos viejos junto a unos juguetes con los que Lambo solía jugar, en un punto encontró aquel amuleto que le había dado Kyoko en la batalla por los anillos.

—¿Qué haces Tsuna? —se escuchó la voz del mayor.

—Muku, estoy acomodando algunas cosas mías —lo miro con una leve sonrisa, al oír esa respuesta se acercó para ver las cosas del castaño, sí que guardaba bastante basura en esa pequeña caja.

—Son cosas 𝗶𝗻𝘂́𝘁𝗶𝗹𝗲𝘀 como de costumbre —soltó dándole un sorbo al café que tenía en su mano—. Deberías tirarlas si no algún día lo confundiré y te tirare junto a ellas como la basura inservible que eres —carcajeo al decir eso.

—... Jaja —intento reír al escucharlo decir eso pero sonaba más a una risa de pena.

—Sí te vas a reír de esa forma, mejor cierra el hocico —ladró agriamente con un rostro molesto.

—Lo siento... —se disculpó al instante, "Estúpido Tsuna lo hiciste enojar de nuevo" se dijo mentalmente.

El peli-índigo checaba los juguetes que estaban en la mesa hasta ver un amuleto, de alguna forma se le hacía conocida.

—¿Qué es esto? —cuestiono con cierta molestia tomándolo.

—Es el amuleto que Kyoko-chan me regalo cuando estaba por pelear contra Xanxus en la batalla por los anillos —una sonrisa leve se dibujó en el rostro del contrario.

—No necesitas esta porquería —su ojo cambio de número provocando que raíces de flores de loto enrollaran el objeto.

—Mukuro... No por favor —intuyo lo que iba a hacer con su amuleto.

—Esto no te servirá —lo miro mientras comenzaba a apretarlo y se fragmentaba.

—¡Por favor! —exclamó intentando quitárselo—. ¡Es algo muy valioso para mí! —comenzó a llorar mientras se caía, a pesar de ser un amuleto ya desgastado lo atesoraba con bastante cariño—. ¡𝘗𝘰𝘳 𝘧𝘢𝘷𝘰𝘳 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘔𝘶𝘬𝘶𝘳𝘰!

—¡Te puedo dar mejores cosas que esta basura! —exclamó enojado mientras lo apretaba con tal fuerza que se rompió cayendo los míseros restos del objeto—. Kufufu, esa cosa inservible no te daba suerte solo te daba- —no pudo terminar su frase al sentir un puñetazo en su mejilla.

El castaño activo su Hyper voluntad en un acto de rabia, al ver la marca dejada en el rostro de su pareja provoco un dolor en su pecho, extinguiendo las llamas al instante.

—Dios mío... Mukuro... l-lo siento —se disculpó mientras las lágrimas escurrían por sus mejillas.

—... No tienes que disculparte Tsunayoshi —se fue sin decir otra cosa hiriente.

—Yo... Lo hice... Por mi amu-amuleto... Yo —se agacho recogiendo los restos mientras los pegaba en su pecho—. Yo pegue a Mukuro por mi amuleto... —intento unir las partes, pero no tenía arreglo—. Le... le pegué por esto... A Mukuro... —se rasguño los brazos en forma de castigo.

—¿Qué cla... clase de es-esposo soy? —tartamudeo con miedo mientras se hacía bolita en el suelo culpándose a sí mismo.

𝖤𝗅 𝗎́𝗇𝗂𝖼𝗈 𝖼𝗎𝗅𝗉𝖺𝖻𝗅𝖾 𝖽𝖾 𝗊𝗎𝖾 𝖬𝗎𝗄𝗎𝗋𝗈 𝖿𝗎𝖾𝗋𝖺 𝖺𝗌𝗂́ 𝖾𝗋𝖺 𝖾́𝗅 𝗒 𝗌𝗈𝗅𝖺𝗆𝖾𝗇𝗍𝖾 𝖾́𝗅... ¿𝖵𝖾𝗋𝖽𝖺𝖽?