Feliz año nuevo a todas, todos y todes asies ♡
__________
Niam part I.
Liam se había burlado de "la linda pareja Larry", había sido gracioso ver cómo la cara de Louis se había deformado a una de puro horror cuando el profesor le había asignado a Harry de pareja. La burla había desaparecido cuando su nombre fue atado al de Niall, el chico de las bufandas, sudaderas y tenis rosas. Sintió que toda su sangre había sido drenada, varias miradas se posaron en él, así que sólo bufó y se sentó incómodamente en su banca escolar.
No le gustaba el rosa, era un color horrendo, era tan claro y afeminado que sólo de pensar en usarlo sentía que los cabellos de su nuca se erizaban. Él era el chico rudo del salón, y ser emparejado, aunque sólo fuera un trabajo de escuela, con Niall seguro mataría su reputación. Además, la ternura natural con la que actuaba Niall no hacía más que incomodarlo.
Si lo veías desde esa perspectiva, Niall y Liam eran polos opuestos.
—Toma. —dijo Liam, arrojando el huevo a las manos de Niall.
El pequeño rosado sonrió ante la reacción de Liam, la suerte estaba de su lado y el mundo lo amaba. Secretamente le gustaba aquel chico atlético, gracioso y lindo. Pero era obvio que nadie lo sabía, era su oscuro secreto, aunque a él le gustaba llamarlo su "rosado secreto".
Y ahora que el dueño de sus suspiros estaba junto a él, sólo quedaba una cosa por hacer: conquistarlo.
Liam no entendía el por qué de aquella situación, pero estaba disfrutando el viaje al centro comercial al lado de Niall y su hija.
—¡Mira esa canastita, es linda! —gritó Niall tomando la pequeña canasta de mimbre—. ¿Podemos comprarla? —preguntó el rubio mientras se mordía el labio inferior y pestañaba vigorosamente.
—Emm... si tú quieres... —Liam desvío la mirada y se cruzó de brazos, adoptando una pose muy masculina.
—¡Aww, sí la quiero! —gritó emocionado y le dio un abrazo al chico más alto. Aquel abrazo lo había tomado por sorpresa, su cuerpo se había tensado, pero el olor dulce de Niall y la tibieza de su pecho hicieron que de un momento a otro su cuerpo vibrara y se sintiera como una gran gelatina. Niall lo seguía abrazando, dejó de apoyar su cabeza en el pecho de Liam y lo miró—. Nuestra hija será la mejor de todas —sus mejillas se tiñeron de rojo—. Me alegro que tú seas mi pareja. —Liam lo miró con los ojos muy abiertos.
¡Oh-oh, peligro! Gritó una parte de su cerebro. Tomó a Niall por los hombros y lo separó de él con delicadeza.
—Compra la canasta, tengo que irme, recordé que tengo algo que hacer.
—Pero-.
—Te veo mañana.
Tomó su mochila y salió casi corriendo. Quizás sí seguía corriendo, la pequeña reacción en la parte inferior de su cuerpo se enfriaría. ¿Qué demonios había sucedido? Se había empalmado con sólo un abrazo, y lo peor: ¡por un chico!
End Niam.
Hijo Huevo pasó un domingo calmado y feliz, le encantaba su vaso de unicel, no era caliente ni frío y amaba que su madre lo acobijara con la suave manta que su padre le había comprado. Era el Hijo Huevo más feliz de la tierra, aún cuando sus padres no lo supieran.
Louis aplicó la fórmula que se supone resolvería su tarea, pero no tuvo éxito, su mente divagaba y tenía recuerdos vividos del sábado en el zoológico. Harry se había portado muy bien con él, lo había protegido y hasta había alabado su comida. La imagen mental de Harry sonriendo apareció en su mente, sintió que sus mejillas se calentaban y se arrojó dramáticamente sobre su libro de matemáticas aplicadas. Su celular emitió una vibración y Louis lo tomó. Estaba teniendo pensamientos raros sobre Harry y todo se lo debía a Niall.