Capitulo 4

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-JARYYYYYY- gritó una chica a poca distancia nuestra. Naturalmente me separé del chico de ojos azules, más por la sorpresa de lo que estaba a punto de hacer que por los gritos de la chica.

Pero cuando noté que él cerraba los ojos con fuerza y sus manos se volvían puños, supe que algo no iba bien.

-JARYYYY MI AMOR- volvió a gritar nuevamente la chica pero ésta vez frente a él- NO SABÍA QUE ESTABAS AQUÍ- sin perder tiempo se acomodó sobre sus piernas y lo besó en los labios con ansias.

Estupendo.

Los siguientes instantes transcurrieron en cámara lenta, como si el jodido universo se hubiese puesto de acuerdo con el tiempo para conspirar en mi contra.

La chica no parecía querer despegarse de él y yo solo me llevé la copa de vino a los labios y dejé que el sabor dulce y amargo embriagaran momentáneamente mis sentidos.

Tras unos momentos recapacité. Había estado a punto de besar a un chico prácticamente desconocido, al cual únicamente conocía de hacía unas cuantas horas y al que comencé por odiar desde el mismo instante de su aparición. ¿Qué hubiese pasado si lo besaba y luego llegaba la chica cariñosa y hacía lo que precisamente estaba haciendo en este momento? ¿Cómo habría reaccionado yo?

Sonreí genuinamente cuando ella al fin se dignó a separarse de él y ambos me miraron.

-Bonne nuit- me despedí con un movimiento de cabeza y me levanté, luego simplemente caminé hacia la salida.

A mitad de camino me encontré con el camarero que llevaba nuestras órdenes- Señorita ¿se va usted ya? - dio un vistazo en dirección a Jared y comprendió la situación- ¿está usted bien? - preguntó con gesto apenado.

-Estupendamente- sonreí mientras le demostraba que a penas y me afectaba lo sucedido.

-Cortesía de la casa- me tendió un platillo de frutas y crema de leche- por su increíble valor.

Sonreí y él hizo lo mismo. Era un chico rubio más o menos de mi edad, alto y apuesto- Si me permite el atrevimiento, considero que de alguna manera debo compensarla por tan desagradable velada- enarqué una ceja con escepticismo- estoy terminando mi turno, así que quisiera invitarle a bailar; no será algo lujoso y espectacular, pero estoy seguro de que le va a encantar.

No sabía que pasaba en ese momento por mi cabeza, pero asentí aceptando la invitación con más entusiasmo del que pretendía.

El rubio me deslumbró con una sonrisa muy mona, con una leve inclinación de cabeza se disculpó y fue a atender la última mesa que le quedaba por esa noche. Mi buen humor se esfumó cuando noté que Jared se encontraba más o menos a unos 10 metros de distancia.

-Lamento mucho lo que...- levanté una mano para hacerle callar.

-Ve y termina tu cena, no tienes por qué disculparte, entiendo perfectamente la situación y quiero que sepas que no me ha afectado en lo más mínimo- sonreí.

-Al menos déjame llevarte a casa- exclamó agitado.

-Jary ¿qué pasa? Ven y cenamos- ahora notaba perfectamente la belleza de la intensa acosadora de Jared. Una morena de ojos verdes con un muy corto vestido rojo y más maquillaje del que debería estar usando. Era baja, pues a pesar de los tacones de plataforma a duras penas llegaba a mi altura. Pasó sus brazos alrededor de la cadera de Jared y recostó su cabeza cariñosamente en el hombro del chico de ojos azules.

-Georgina, estoy ocupado. Ya te dije que me dejaras en paz- el tono de Jared era de furia contenida, se estaba esforzando por apartar a la chica de su lado sin recurrir a la fuerza, pero aun así se le estaba haciendo difícil.

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