La Voz que clama al sordo

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-No, Nadie es aquello que un día intentó fingir. No nos engañemos , lo que nos define es la esencia que valoran terceros , Nadie merece la existencia sin una variable independiente.El hecho de demostrar e intentar pretender o aparentar la idea preconcebida de nuestro subconsciente nos hace más vulnerables a las críticas que nos golpean y nos magullan ; ¿Acaso eso nos fortalece ? ¿Es tan siquiera necesario ?
En fin, no deja de ser una reflexión más para la historia del pensamiento humano , pero aún así , irrefutable, puesto que todo lo que es , es en sí nada más que una vaga idea y sin escrúpulos, que viaja de unos seres a otros y crea diferencias que hacen imposible la unidad total.
-¡Me opongo! ¡Siempre subestimándonos ! -Le dio un vuelco a la silla y se marchó de la sala enfurecido.
- Compañeros, esta es la nula aceptación que muestran algunos ante la reclusión a la que estamos sometidos como esclavos , lo mejor es olvidar. Exclamó otro.
Era insoportable , me negué a aceptar que no tenemos ningún valor propio, y me opuse a sintetizar la idea de que somos máquinas diseñadas para los demás, con el único  derecho de gritar para no ser oídos y de mirar sin ser vistos. Anduve por el estrecho pasillo blanco que incitaba la locura buscando alguna salida con desesperación, pero nada conducía a ninguna parte, excepto a esa " sala comecocos" de antes. Estuve  recorriendo cada metro cuadrado de la Cúpula durante al menos veinte minutos sin ser visto, pero parecía completamente hermética. No tenía ganas de quedarme allí pero no tenía para mí ningún sentido huir, porque no tenía a dónde ir ni quien me esperara. Estaba solo, y cada vez que lo recordaba se reabría una herida que me perforaba, pero algo me decía que debía vivir, que debía conocer la felicidad y la libertad aunque tan solo fuesen unos breves instantes, para que se grabara en mi memoria para siempre , donde el tiempo y el espacio no existen, solo yo y mi recuerdo.
Seguía caminando y mientras, divagando en sueños libertadores, tanto era así que los podía palpar y hasta sentir calor en un lugar tan frío y distante como en el que estaba, donde la única cara conocida era mi reflejo en aquellas placas metálicas, que sobresalían abruptamente y que comunicaban con el corredor del piso de abajo; Pero se me acababa el tiempo, y esas sensaciones de desvanecieron inmediatamente. Me quedé parado mirando mi expresión de impotencia, aun sabiendo perfectamente que quedaba un minuto antes del gran juicio del que probablemente no saldría. La frustración y la ira invadían mi cuerpo y mente, y no podía controlarlas, estaba cansado de mí, me aborrecía, deseaba evolucionar , lograr la transgresión de una vez por todas , y entonces todo comenzó a distorsionarse hasta volverse blanco y después, repentinamente negro. Se me había acabado el tiempo y mi cuerpo se desplomó al suelo. De las entrañas de mi ser la última manifestación física que logré exteriorizar fue una lágrima, una sola lágrima.

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⏰ Última actualización: Jan 04, 2019 ⏰

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