FanFics/Imagines de Queen en Español

Juegos del destino

El ambiente era perfecto. Ahí me encontraba yo junto a mis amigos tratando de disfrutar nuestro última día de descanso.

—No creo poder estar listo para la universidad —dijo Cole. —Toda la gente que conozco dice que es un infierno.

—No te preocupes —le dije al colocar mi mano en su espalda. —No desperdicies tu último día libre pensando es estupideces.

—Para ti es fácil decirlo Roger. Nunca has batallado en tus clases, en cambio yo, soy pésimo.

—Eso crees tú. Es sólo que he aprendido a no angustiarme por cosas que tienen arreglo. 

Cole tenía razón. No importaba lo mucho que trataba de esconderlo; yo también le temía a lo que nos esperaba en la universidad. Se puede decir que muchos me "alaban" por ser un buen estudiante durante la preparatoria, pero lo que no saben es que en verdad, no creo haber aprendido nada. Como le había mencionado a Cole, esto no era algo a que darle importancia todavía. Era nuestra última noche y teníamos que aprovecharla.

—Bueno, vinimos a divertirnos si o no.—Preguntó Kirsten, que también venía con nosotros. Levantó su vaso y al verla, nosotros hicimos lo mismo—. Venga, por un año lleno de buenas calificaciones y diversión. -todos juntos bebimos nuestras cervezas hasta el fondo sin dejar ni una sola gota.

—¡Vamos a bailar! —Cole parecía empezar a hacerle efecto el alcohol, pero nonlendimos mucha importancia. Era típico de Cole emborracharse primero

Nos dirigimos a la pista y ahí fue cuando vi a una muchacha que estaba para morirse. Era baja, delgada, rubia y con una cara de ángel. Su cara para mí era un bonus. Lo que más me interesaba era su cuerpo, que de por cierto también era perfecto. Kristen, Cole y yo estábamos bailando como locos, pero no podía quitarle la mirada de encima a aquella rubia; especialmente al ver como su cuerpo se movía al ritmo de la música.

Poco a poco fui alejándome de mi pequeño grupo,  me acerqué a ella y la tomé de  la cintura. Al sentir mis manos, ella empezó a mover sus caderas aún más arrimándolas hacia mí hasta que su culo tocaba mi bulto. Eso lo tomé como una señal de aprobación, así que empecé a explorar su cuerpo deslizando mis manos desde su cintura, a sus caderas. En eso se voltea y coloca sus brazos alrededor de mi cuello mientras yo mantengo mis manos en sus caderas dándoles un ligero apretón.

—Hola guapo. ¿Estás disfrutando de tu noche?

—De primero no estaba muy interesante...

—¿Y qué tal ahora? —me interrumpe junto con una sonrisa coqueta.

—Mucho mejor

No intercambiamos muchas palabras, pero no fue necesario ya que ambos expresamos lo que queríamos a través de nuestro movimientos. Mientras que ella seguía moviéndose seductivamente, mis manos acariciabas cada centímetro de su cuerpo.

—Eres bueno con tu movimientos -susurró a mi oído.

Me incliné hacia ella y le obsequié a sus labios un beso apasionante.

—Te puedo enseñar unos mejores, pero en privado —le dije al presionar pequeños besos en su cuello. —Conozco el lugar perfecto.