capitulo 5

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La enfermedad pareció agravarse cuando llegó la primavera; hubo una consulta, y fue llevada al hospital. Allí, la víspera de la operación, ella le habló con toda la claridad necesaria, a pesar de sus sufrimientos, acerca de la herencia, del abogado, de lo que
tenía que hacer en caso de que mañana… Le hizo jurar dos veces —sí, dos veces— que trataría a la niña como si fuese su propia… Y que cuidaría de que no alimentara
ningún tipo de resentimiento contra su difunta madre.
—Quizá esta vez tendríamos que hacerla venir —dijo él, alzando la voz más de loque pretendía—, ¿no te parece?
Pero ella ya había terminado de darle sus instrucciones, y cerró fuertemente sus ojos en un gesto de dolor; él se quedó un rato junto a la ventana, soltó un suspiro, besó el puño amarillo que reposaba sobre la sábana, y se fue.

A primera hora de la mañana siguiente le telefoneó uno de los médicos del hospital, quien le informó de que la operación acababa de concluir, que había sido en
apariencia un éxito total que superaba hasta las mayores esperanzas del cirujano, pero
que sería mejor que no fuera a visitarla hasta el otro día.
—Éxito, ¿eh? Total, ¿eh? —murmuró él de forma absurda mientras corría de
habitación en habitación—. Pues, fantástico… Tendríamos que felicitarnos… Ahora pasaremos la convalecencia, nos recuperaremos… ¿Se puede saber qué está pasando?
—exclamó bruscamente con voz gutural, mientras le propinaba a la puerta del lavabo tamaño empujón que hasta la cristalería del comedor reaccionó con pánico—.
Veremos qué pasa —prosiguió, caminando entre atemorizadas sillas—. Sí señor…
¡Ya te daré yo éxito! ¡A mí con éxitos de mierda! —Y se puso a imitar los acentos del destino lacrimógeno—: Divino. Y ahora seguiremos viviendo y prosperando, y casaremos a tu hija, pronto y bien… No importa que sea una chica un poco frágil
porque el novio será un tipo vigoroso que entrará a saco en su fragilidad… ¡No!
¡Estoy harto de todo esto! ¡No soporto ni una burla más! ¡También yo tengo voz en el asunto! Voy a… —y de repente su rabia dispersa encontró una inesperada presa.
Se quedó congelado, dejaron de hormiguearle los dedos, puso por un instante los ojos en blanco, y regresó de este breve momento de estupor con una sonrisa:
—Estoy harto —repitió varias veces, pero ahora en un tono diferente, casi
propiciatorio.
Obtuvo de inmediato la información necesaria: había a las 12:23 un expreso perfecto que llegaba exactamente a las cuatro de la tarde.

La combinación para el
regreso no era tan sencilla…, tendría que alquilar un automóvil y partir enseguida; y por la noche ya estaremos de vuelta, los dos, lejos del mundo, y la pobrecilla estará
cansada y adormilada, desnúdate ahora mismo, te acunaré y te dormirás, eso es todo,
no será más que un abrazo cariñoso, a nadie le gusta que le sentencien a trabajos forzados (aunque, por cierto, mejor sería cumplir ahora una pena de trabajos forzados
que vivir un futuro bastardo)…, el silencio, sus clavículas desnudas, los delgados tirantes, los botones en la espalda, el vello sedoso y rojizo entre sus omóplatos, sus somnolientos bostezos, sus calientes axilas, sus piernas, su dulzura; no debo perder la
cabeza… aunque, ¿acaso hay algo más natural que traer a casa a mi pequeña hijastra, tomar, al fin y al cabo, esta decisión…, acaso no han rajado a su madre?
El más corriente sentido de responsabilidad, el más normal celo paterno, y, además, su propia
madre me ha pedido que «cuide de la niña», ¿no? Y mientras que la otra reposa tranquilamente en el hospital, ¿podría —repito—, podría haber nada más natural quetraerla aquí, para que mi pequeña no tenga que molestar absolutamente a nadie? Al
propio tiempo, así estará cerca, no se sabe nunca, tenemos que estar preparados para esa eventualidad… ¿Dijeron que había sido un éxito? Mejor que mejor, el carácter de
estos enfermos suele mejorar cuando comienzan la convalecencia, y si la señora decide que quiere enfurecerse, ya se lo explicaremos nosotros, se lo explicaremos, queríamos hacer lo más apropiado, quizá nos pusimos un poco nerviosos, lo
admitimos, pero todo fue con la mejor…

el hechicero(Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora