Capítulo VI

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Después de hablar con Dallas, regresé a mi habitación. Ya no se encontraba Derek ahí.
Cuando entro, ella estaba en el balcón fumando. Jamás la había visto hacer eso.
-¿Qué demonios haces, Annie? - pregunté quitándole el cigarrillo de los labios.
Annie ha cambiado mucho últimamente. Ya no es la chica que se preocupaba por sus estudios, ni la que caía a los pies de los chicos e intentaba de todo para conquistarlos. Ahora era más...más como Jennifer, se metía con el primero que le decía cosas lindas, ya no le importaba llegar a clase o no. Y esa no es mi Annie, ella no era la chica linda que conocí hace 3 años.
-Déjame ¿Si? - Dijo enojada.
-¿Qué es lo que te pasa? ¿Desde cuando eres así?
-¡Desde que decidí dejar de ser como tú! Una niñata aburrida.- esas palabras me dolieron.
-¿De qué estás hablando?
-¡Bájate de mi puta espalda Alicia!
-¡Esta no eres tú, te has convertido en una idiota! Es Derek ¿Cierto? Cada vez te pareces más a él, te metes con todos. ¿Qué pasó con Jake? ¿Ya olvidaste al chico que te traía perdidamente loca?
-Decidí ser feliz, algo que tú nunca podrás porque eres una mojigata.
-¿¡Sabes algo!? ¡Si así lo decidiste entonces lárgate de aquí, no sigas perdiendo el tiempo conmigo, Anastacia! ¡Vete de una buena puta vez!- y llorando de nuevo, me odio.- ¡Pero si te vas, jamás me vuelvas a buscar!
Que difícil fue decir eso. Acabo de perder a mi mejor amiga, a la única amiga, conocía a Annie hacia 3 años y ahora solo se esfuma nuestra amistad.
Todos se alejan de mi, tal vez Annie tenga razón, soy una niña idiota y aburrida. Todos se alejan del desastre de persona que soy, y los entiendo, ¿Quién en su sano juicio quiere un desastre en su vida?

-¡Vale! ¡Me voy!- Gritó por última vez. Tomó un bolso grande y comenzó a echar la mayoría de su ropa. Solo dejó unos zapatos, unos jeans, y un par de blusas. También se llevó todo su maquillaje. Entró al baño y sacó su cepillo dental y su toalla. Al final solo se puso los zapatos y me quedé sola en esa habitación. Durante todo ese momento lo único que hice fue llorar.
Al cabo de unas cuantas horas, fui a la habitación de mi hermano. Necesitaba estar con alguien y no quería dar explicaciones de lo que me pasaba, sabía que Dustin nunca me preguntaba qué era lo que pasaba, solo me abrazaba y ,e decía que todo estará bien. Justo eso era lo que necesitaba.
Toqué la puerta un par de veces y él salió.
-Ali...¿Qué... ven, entra.
Me tiré en su cama. No me tenía que preocupar por su compañero de cuarto ya que él tenía una habitación individual.
Él se recostó junto a mi y me tomó en sus brazos. Me gustaba estar así con él.
-¿Sabes chaparra? Por lo que sea que estes así, no vale la pena créeme, nada que te haga llorar lo vale.- Dijo secando una de mis lágrimas.- Ahora venga, que esa no es la Alicia que yo conozco.
Comenzó a hacerme cosquillas, él siempre sabía como hacerme sentir mejor.
-¡Déjalo Dustin! ¡Para!- gritaba mientras me carcajeaba.
-Esa es mi Alicia. Siempre con una gran sonrisa.
-Te amo, feo.
-Y yo a ti pequeña bruja.- Me dio un beso en la frente.
Mi hermano era el mejor chico que podría conocer, aunque algunas veces peleábamos, siempre estaba ahí cuando lo necesitaba.
-Elige una de estas.- Dijo tirándome 5 cajas de películas.- Regreso en unos minutos.
Analicé las películas y al final terminé escogiendo una comedia. Después de poco tiempo regresa él con un gran tazón de palomitas y un vaso lleno de refresco.
-¿De dónde has sacado eso?
-Solo no digas nada y ponte cómoda.
Me coloqué a un extremo de cama dejando el tazón y el refresco en medio. Él puso la película y luego se metió a la cama.
Estuvimos toda la película riendo y opinando. Amaba pasar tiempo así con él.
Cuando la película terminó ya era demasiado tarde.
-¿Puedo pasar la noche aquí? Es que no quiero regresar hoy a mi habitación.- dije.
-Claro, las noches que quieras. Pero dormirás en el sillón.
-No hay problema.- reí.
Me pasé al sillón, él sacó del armario una cobija y una almohada que me arrojó a la cara.
Me acomodé y me quedé dormida.

A la mañana siguiente la alarma de Dustin no dejaba de sonar.
-¡Calla esa mierda!- Le grité.
Él arrojó su despertador al suelo.
-No hay que ir a clase hoy.- Dijo medio dormido.
-Apoyo esa idea.
-Ven aquí chaparra.- Dijo haciendo un lado las cobijas de su cama y dando unos golpecitos en el colchón para que me metiera con él.
En realidad no me preocupaba por faltar un día, mis notas eran muy buenas, era de las mejores en mi año.
Me metí a su cama y nos volvimos a quedar dormidos.

Al cabo de unas horas, se escucharon unos golpes. Alguien llamaba a la puerta. Dustin se levantó y fue a abrir.
-¿Qué mierda haces, Dustin?- reconocí la voz en cuanto la escuché. Dallas.
-Algunos tratamos de dormir.- respondió él.
-¡Son las 3 de la tarde!
-¿Qué?- Dijo Dustin mirando su móvil.- Venga Alicia, levántate.- Me dijo mientras me sacudía los hombros.
Escuché a Dallas entrar a la habitación.
Oh no, no ahora, no quería que me viera así. Me tapé con las cobijas hasta la cabeza.
-¿Alicia?- Dijo Dallas acercándose más a donde me encontraba.
-Vamos, no seas floja.- Dijo Dustin volviendo a sacudirme.- Ayúdame a levantarla, Dallas.
¿Qué? ¡No! De ninguna manera me iba a levantar con Dallas ahí.
Los dos comenzaron a hacerme cosquillas, luego se fueron al otro extremo de la cama, voltearon el colchón y yo rodé hasta el suelo.
-Son unos idiotas.- dije sentándome en el piso.
-Muy bueno tu cabello.-Rió Dallas.- Te ves súper tierna.
¡La mayor pena del mundo! Sentía que mis mejillas estaban súper rojas.
Dallas me dió su mano para que yo me levantara.
-Eres una tremenda floja, fea.-Dijo mi hermano.
-Y tú igual.- traté de defenderme.
-Vale, me iré a bañar y tú has la cama.- me ordenó.
Él se metió al baño, dejándonos solos a Dallas y a mi.

-Te ves súper hermosa así.- Dijo dándome un beso en los labios.
-Claro que no.
-Para mi siempre te verás hermosa.
Lo abracé, quería tenerlo cerca, muy cerca de mi. Lo apreté más a mi cuerpo, tanto que podía sentir como su diafragma levantaba cada vez que tomaba aire.
Al cabo de unos minutos así, nos separamos y nos ponemos a arreglar la habitación.
Abrí el closet de mi hermano y no tenía mucha ropa ahí dentro. Y como yo no quería regresar a mi habitación tomé una camisa a cuadros roja que se veía lo suficientemente larga como para ser un vestido.
-¿Crees que me quede bien?- Le pregunté a Dallas.
-A ti todo te queda bien.
Me quité la blusa y el pantalón quedando solo en ropa interior. Dallas se acercó a mi, me tomó de las piernas levantándome, yo las enredé al rededor de su torso y me puso contra un muro. Nos besamos un buen rato.
Escucho que el agua del baño dejó de caer y le doy un empujón a Dallas para que se aparte. Tomo rápidamente la camisa y me la pongo. Me queda un poco alta de la parte de atrás.
-Eso está muy corto.-dice Dallas.
En eso, mi hermano sale del baño.
-¿De dónde has sacado eso?- pregunta.
-De tu armario, me queda genial ¿cierto?- Digo dando una vuelta.
-Es muy corto.
-Lo mismo dije yo.- vuelve a decir Dallas.
-Toma, ponte esto.-dice Dustin sacando un short de uno de sus cajones.
-¿De dónde sacaste esto?- Le pregunto.
-Un día una chica lo dejó y nunca regresó a reclamarlo.
-Que asco.- Digo, pero me lo pongo.
-Vamos a comer, yo invito.- dice Dallas.
-Quedé con Stephany, mejor otro día.
-Yo si voy.- intervengo.
-Vale.

Salimos de la habitación con Dallas.

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