—Miiko, mejor que nadie, sabes que esta es una misión suicida —dijo el rubio.
—Bueno, si no sobrevive, será un favor para todos, ¿No crees?
Y yo sentada delante de ellos, viendo como discutían iracundos, ninguno de los dos daba rienda suelta hacia ningún lado, habían pasado días de que sabían que era un dragón y aún la Kitsune no sabía cómo afrontarlo.
— ¡Miiko es una vida! —Intervino el peliblanco—, ¡No puedes disponer de ella así!
—Es una misión apta para ella —se burló—, un dragón podría hacerla con suma facilidad.
Bien, ahora que está actuado socarrona me pone nerviosa. Las miradas que se ofrecían lo eran todo, Valkyon quería matarla solo con observarla y Leiftan parecía estar pensando una muerte sádica y dolorosa para ella. Me dieron escalofríos de solo pensarlo.
—Además de que la última palabra la tiene ella —siguió la pelinegra—, y todos sabemos qué dirá.
Leiftan se arrodilló ante mí y tomó mis manos. Me miró suplicante.
—Dime que no irás —pidió
Suspirando, lo llamé apenas: —...Leif, aquí no.
—No, Aly —obstaculizó de inmediato—, aquí y en todos lados me preocupo por ti. No puedes exponerte así —acarició mi mejilla con su mano, en consecuencia restregué un poco más mi rostro en su palma—, no vayas, por favor.
— ¿Quién lo hará si no es la intrépida humana de siempre...? —Me quedé pensando unos segundos—, ah, espera... Tienen razón, no soy humana.
—Hoy mismo sales —comentó Miiko antes de abandonar la sala.
—Con una condición —levanté la voz estando segura que me escuchara—, quiero ir con Leiftan.
—Oye —se quejó Valkyon.
—No deberías dejar a tu guardia sola —expliqué—, será mejor que te quedes.
Refunfuñó en su lugar y se cruzó de brazos.
— ¿Crees que estás en posición de negociar? —preguntó Miiko incrédula.
— ¿Crees estar en posición de negarte a aceptar mis términos? —ahora yo era la que socarrona.
—Leiftan sigue en observación —dijo obvia —, después de escaparse tanto no puede salir de nuevo así como así.
—Yo puse mi condición —dije lavándome las manos, me paré y esperé al lado de la puerta—, tú sabrás si la consientes o no.
—Está bien —accedió enojada—, más te vale no actuar sospechoso.
—De acuerdo —Dejé la sala y me adelanté a mi habitación.
Después de mí, los otros salieron también de la habitación, uno perseguía el camino de Miiko y otro cazaba mis pisadas, distinguí su elegancia en la marcha, adiviné de quién se trataba.
—Alyssa.
El rubio.
—Alyssa, tengo que hablar contigo.
Me detuve al inicio de los dormitorios, me giré y lo vi, parecía que iba a regañarme por el tono en que lo había dicho, pero su semblante era todo lo contrario, estaba increíblemente preocupado y sus ojos afirmaban aquello, le sonreí para aminorar la carga que estaba soportando. Cuando hubo llegado a mi lado, acarició primeramente mi pelo mientras se veía que luchaba con sus demonios internos (nota de autora: irónico, ¿cierto? >:D), se detuvo y afianzó seguro mi cabeza por la nuca, hasta pegar su frente a la mía.
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|Eldarya|••• Los amantes eternos [Leiftan]
FanfictionCuenta una vieja historia, para la creación de el mundo de "Eldarya" las dos razas más poderosas sacrificaron a todos sus integrantes pero... Un demonio logró escapar junto con un dragón y ambos planean el asesinato del Oráculo, aquí el problema por...