Capítulo 25

127 14 2
                                    

P.V Narrador omnisciente

-No quiero tener ningún problema con los de arriba Aarón, y lo sabes –dice un hombre que va vestido completamente de negro. Es el líder de los escuadrones de esta misión. Ahora mismo se encuentran todos los guardianes esparcidos por el terreno esperando a la señal del líder para continuar.

-Lo sé, y de verdad que te lo agradezco Joel –contesta Aarón poniendo una mano en su hombro en forma de agradecimiento –tranquilo que en lo que ocurra no te verás involucrado, ha sido nuestra idea seguiros, no podías haber hecho nada para impedirlo. El director lo comprenderá.

-¿Por qué algo me dice que saldré mal parado de todas formas...? –sonríe el guardián girándose hacia el frente. -¿Qué tal estas de tu herida, Dylan?

-Bastante bien, solo fue un rasguño –contesta el moreno el cual se mueve inquieto -¿A que estamos esperando si se puede saber?

-A la señal –prosigue el guardián sin añadir nada más.

-¿Podrías ser algo más específico? Digo, por hacernos una idea de lo que hay que hacer a continuación – pregunta Aarón –ya que estamos aquí podrías aprovechar nuestra ayuda.

-Callaros, ahí vienen –le calla Joel, levantando un brazo.

-¿El refuerzo que se había ofrecido a ayudar? –pregunta Dylan recordando las palabras del director.

-Así es –contesta poniéndose en pie cosa que imitan los otros dos guardianes.

-No me lo puedo creer –susurra Aarón sorprendido -¿Esta es la ayuda que esperamos? –pregunta el pelinegro girándose confundido hacia Joel.

-Yo también me alegro de volver a verlos, guardianes –dice una voz saliendo de entre las sombras.

-¿Lorenzo? –pregunta Dylan igual de sorprendido -¿Cómo ha accedido el director a esto? –pregunta girándose hacia los recién llegados. No son nada más ni nada menos que veinte hombres, la mayoría se mantiene atrás entre los árboles. La oscuridad de la noche hace que sea difícil ver sus rostros, pero si hay algo que brilla profundamente y son sus colmillos.

-¿Vampiros, Joel?, ¿En serio? –Pregunta Aarón con el cejo fruncido -¿Desde cuándo son los vampiros de confianza?

-Hemos venido a ayudar –interrumpe el vampiro con expresión seria –si no queréis nuestra ayuda nos vamos, tampoco es que saquemos mucho beneficio de esta situación.

-Si claro, seguro que no sacas nada de provecho de esto, ¿verdad? –Pregunta burlonamente Aarón -¿Qué trato habéis hecho para que os dejen estar aquí? –el vampiro gruñe molesto.

-Uno que por lo que veo no es suficiente –ruge con ira.

-Basta, los dos –los frena Joel –Aarón, detente –le ordena mirándole serio, a lo que el pelinegro le mantiene la mirada no muy conforme con sus palabras –Si están aquí es porque lo ha decidido el consejo, tú no tienes ni voz ni voto en el asunto.

Aarón aprieta los puños con la intención de decir algo más pero una mano en su hombro se lo impide, mira a Dylan que le observa suplicantemente. Seguro que teme que si dice alguna estupidez más los retiren de la misión por lo que se muerde la lengua fuertemente en un intento de acallar sus palabras.

-Me disculpo por eso Lorenzo –continua el guardián ofreciéndole la mano al vampiro el cual sonríe con sorna al estrechársela –mis hombres están algo nerviosos con la misión, son muy cercanos a las protectoras.

-Está bien – contesta tocándose los colmillos –A nosotros tampoco nos favorece que Cristopher se haga con el poder, por esa razón ofrecimos nuestra ayuda. Lo último que queremos es que el libro caiga en manos del hechicero. –Joel asiente con la cabeza.

Icreíblemente maravillosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora