Capituló (18)

3.2K 138 23
                                    

Capituló 18. De felicidad y tristeza.

Verónica Valdés.

Aproximadamente hace dos días, mi madre había salido del hospital después de un mes en reposo en aquel. Randy había tenido la gran amabilidad de darnos posada en su departamento, tomando el hecho de que nos encontrábamos aún en peligro.

La rubia había puesto escoltas de seguridad en la puerta principal del departamento, había pedido a la recepcionista pedir identificación, e invitación para poder entrar al departamento. Había contratado a dos enfermeras para cuidar de mi madre y había inscrito a Emma a un colegio que yo no podía pagar.

Me sentía mal, no quería que Randy pensara que yo estaba con ella por su dinero, por que no lo estaba ni mucho menos, está con ella porque la amaba y era la mujer con la quería compartir mi vida. Estaba agradecida por todo lo que ella estaba haciendo por mi y por mi familia pero de una u otra manera me hacía sentir superior, ya que ella estaba gastando demasiado dinero por mi, y no tenía con qué pagarle.

Sentí el cuerpo de Randy comenzar a removerse sobre las sábanas. Volteé rápidamente hacia ella, encontrándome con una hermosa rubia con los ojos entrecerrados, los labios entreabiertos y las mejillas rojizas, suspire y lleve mi mano izquierda hacia su mejilla, ganándome una sonrisa, haciéndome sentir mi corazón latir tres veces más fuerte.

De repente, sus brazos enredaron mi cintura. "Buenos días" dijo con voz rasposa.

"Buenos días, amor" le plante un delicado beso sobre sus labios.

"¿Que hora es?" Preguntó.

Tome el reloj sobre mis manos. "Cuarto para las seis"

"Es muy temprano..." hundió su rostro sobre mi cuello. "Me voy a quedar aquí veinte minutos más. Se siente bien" se acurruco aún más en mis brazos.

Solté una pequeña sonrisa. "No es como que quisiera que te fueras, porque de hecho quiero que te quedas así para siempre pero... ¿No se te hará tarde?"

"¡No!" Levantó su rostro, para después conectar sus labios sobre los míos. "Además, soy la jefa. Puedo llegar a la hora que yo quiera, tengo la agenda vacía"

La rubia me dio rápidamente la vuelta, esta vez quedando yo debajo de ella, me tomó de ambas manos y las levantó para después dejarlas caer por encima de mi cabeza fuertemente. Sus ojos me conectaron a los míos, aquellas fosas azules se encontraban de un color azul fuerte, tenían pasión y lujuria sobre ellos, pero también se podía encontrar amor y ternura sobre aquellos. Sus cabellos rubios, caían sobre su rostro, mientras que Randy mordía levemente sus labios, haciéndome estremecer. Su pecho subía y bajaba a un ritmo rápido, mientras que sus ojos comenzaban a recorrer mi cuerpo rápidamente. Movió su cabeza, asintiendo.

"Tenemos tiempo" soltó una voz seductora y excitada.

Dirigió sus labios hacia mi cuello, para después besarlo y morderlo. Cerré rápidamente los ojos, mientras que Randy tomaba gran ventaja de mi por estar inmóvil, para tomar su rodilla y colocarla rudamente sobre mi entrepierna, haciéndome gemir sobre su oído.

"Ahhh....Randy no, no hagas eso" apreté mis labios.

Sus dientes atraparon mi labio inferior sobre ellos, para después reír mientras absorbía mi labio sobre su boca. "Vamos a jugar a algo, ¿está bien?"

Apretó aún más mis muñecas. "Sí" dije en un susurro.

Se levantó de la cama y camino lentamente sobre la alfombra blanca, para después dirigirse hacia su pequeña mesa de mesa, de la cual sacó unas esposas. Me levante de la cama para dirigirme al cajón en donde se encontraban los cosméticos de belleza de Randy, para poder tomar una pequeña liga, abrí el cajón encontrándome con un vibrador aún envuelto en su empaque.

Amor oscuro y peligroso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora