Capituló (22)

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Capituló 22. Recuerdos y problemas.

Randy Ridley.

Mantenía mis ojos plenamente concentrados sobre los largos y gruesos párrafos del libro, mis dedos acariciaban lentamente las pequeñas letras negras, mientras que mantenía mi cerebro activo para captar la información importante. Mi trabajo final de la la escuela secundaria se aproximaba, y al parecer contaba con más del veinticinco por ciento de mi calificación final.

Subrayé lo más importante, para después comenzar a  escribir mi ensayo. Aplastaba rápidamente las teclas del computador, levante rápidamente la vista hacia el documento ¿que carajo? habían pasado veinte minutos y lo único que había escrito era mi nombre, grado, anuncio y la cabeza del ensayo. Rasque mi nuca para poder concentrarme, mire el reloj que se encontraba justamente al lado de mi 10:35 pm, me levante de la silla y me dirigí a mi venta, la cual, me daba un vista directa a la calle, ya era muy tarde y mi madre no llegaba del trabajo.

Baje las escaleras y me dirigí a la cocina, saqué un vaso y el pequeño galón de leche.

Durante mis dieciocho años de edad la leche era mi droga, antes de dormir tenía que tomar un vaso de leche caliente y necesariamente tenía que ver a mi mamá para poder inundarme en mi sueño. Pero esta vez, necesitaba leche para poder concentrarme y dejar de pensar tonterías y teorías absurdas del porque mi madre no llegaba.

Estaba subiendo las escaleras cuando llamaron a la puerta.

Me dirigí a esta rápidamente para poder abrirla, encontrándome con un agente de policía parado justamente ahí. "¿Si?"

El agente de aclaró la garganta. "¿Usted es Randy Ridley?"

Mi corazón comenzó a latir más rápido que de costumbre. "Sí" asentí rápidamente.

"Me tiene que acompañar" su expresión seria me asustaba aún más.

"¿Por qué?" susurre.

"Por favor acompáñeme" el hombre dijo autoritario.

Asentí, entre a mi casa y tome las llaves para después dirigirme con el agente.

Viente minutos más tarde, nos encontrábamos estacionándonos en el estacionamiento de la estación de policías. Baje rápidamente junto al lado del agente, el cual me dirigió a una sección, la morgue.

"¿Que hacemos aquí?" Pregunte rápidamente, sintiendo mi garganta cerrase.

"Necesitamos que usted identifique un cuerpo" dijo con voz ronca y seria. ¿Acaso no tenía corazón?

Asentí delicadamente, el agente me dirigió a una habitación. Me adentré y me mantuve estática, había un cuerpo tendido es una plancha, completamente tapado, suspire y camine hasta en donde esté se encontraba, cerré los ojos y quité todos los malos pensamientos de mi cabeza, si algo le hubiese paso a mi mamá, me hubieran marcado desde mucho antes.

Lentamente quite la sábana del rostro del cadaver, encontrándome con el rostro de mi madre. La mujer alegre y hermosa que conocía había desaparecido, en su lugar se encontraba un rostro pálido, seria y sin expresión alguna sobre el, sus labios estaban secos y rotos, mientras que sus pómulos se encontraban inflamados, aquella mujer no era mi madre, no podía ser ella. Mi madre me había prometido estar conmigo, a mi lado para siempre, había hecho una promesa que no cumplió.

Mi corazón latió y deje de sentir mis piernas, los segundos se detuvieron y me encontraba atrapada ahí, en aquella habitación, con querer hacer todo por devolver a mi madre pero sin poder hacer nada al mismo tiempo.

Amor oscuro y peligroso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora