Capituló (20)

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Capituló 20. ¿Final?

Verónica Valdés.

Randy me tomo de ambos hombros y me colocó rápidamente detrás de su cuerpo, la rubia colocó su mano sobre la mía, su cuerpo se tensó para después enfrentar a Charlie y sus hombres.

"Randy" la voz del hombre sonó. "Randy por favor, no quiero hacerte daño, sólo entrégame a Verónica"

"Ni lo pienses" el tono de voz de la rubia era amenazante.

"Charlie, déjalas ir" reclamo Rebekah.

"¿¡Que!?" Pregunta el hombre. "Tú fuiste la primera en planear esto"

¿Por qué seguir ocultándome? No podía dejar que nada le pasara a Randy, sería la última cosa que aguantaría, ni mucho menos por mi culpa. Me desaté de los agarres de Randy y me coloqué enfrente de ella.

"Aquí estoy" dije fríamente. "Ahora estamos tú y yo"

Vi la sonrisa maliciosa del hombre aparecer. "Mi reina"

Sentí mi cuerpo arder ante el tan ya conocido apodo. "Aquí estoy cobarde. ¿Me querías? Bueno aquí estoy"

Sentí la mano de Randy colocarse sobre mi cintura, para después susurrar un simple. 'Que crees que estás haciendo'

"Mataste a mi familia" sentí mis ojos comenzar a llenarse de lagrimas. "Yo te fui fiel, fui tú reina e hice todo lo que me pediste. ¿¡Por qué lo hiciste!?"

El hombre camino en dirección hacia mi, quedando solamente a unos cuantos centímetros de distancia, podía sentir su respiración agitada. Las manos del hombre viajaron por mis mejillas, para después escabullirse por mi cabello y acariciarlo delicadamente, sus gruesos dedos pararon en mi delicado y delgado cuello para después apretarlo fuertemente, haciéndome gemir de dolor.

Cerré los ojos rápidamente, a cómo pasaban los segundos y las manos del magnate seguían sobre mi cuello iba perdiendo la respiración.

Comenzaba a sentir mi iris frágil, mientras que sentía la sangre estancase sobre mi cerebro. Estaba perdiendo la noción y la vista.

"¡Déjala!" se interpuso Randy, haciendo que el hombre me soltara.

Tome un rápido suspiro, para poder recuperarme. "Randy, no te metas en esto" reclamó el hombre.

"Verónica es mi mujer, te metes con ella, te metes conmigo" a pesar de las circunstancias, sentí mi corazón latir ante tanta protección y posesión que la rubia me daba.

"¿Tu mujer?" Repitió el hombre con sarcasmo. "Si sabes con cuántos hombres de la ciudadanía se a acostado. ¿Cierto? Verónica prácticamente pertenece a todo Los Ángeles."

Volteé rápidamente hacia Randy, la cual tenía la misma postura seria, solo que esta ves sus ojos estaban llenos de odio. "Tal vez ella se haya acostado con toda la ciudad, pero ella me pertenece a mi. Verónica se entregó a mi en cuerpo y alma"

El hombre dio unos pasos atrás y dio una fuerte carcajada llena de sarcasmo. Delicadamente tomo una pequeña arma sobre sus dedos, no más grande que la palma de su mano, la acaricio lentamente, como si estuviera disfrutando cada roce que sus dedos daban al objeto, después de unos segundos apuntó aquella hacia mi, lo cual hizo palpitar fuertemente mi corazón. ¿Había llegado el momento? ¿Estaba apunto de morir? ¿Charlie me asesinaría después de todo?

Volteé rápidamente en dirección a Randy, la cual era sostenida por otro hombre, la rubia gritaba mientras que yo seguía inclinada sobre mis rodillas. Los hermosos ojos azules de mi mujer comenzaban a llenarse de dolor, odio, coraje e impotencia al no poder hacer nada, la conocía lo bastante para darme cuenta.

Después de nueve meses de ocultarnos por el peligro que nos perseguía a cada instante, después de escondernos en cada pequeño rincón de la ciudad para compartir un momento a solas, después de meses escondiéndose para poder darnos una caricia, después de tanto tiempo ¿había llegado el fin?.

Hace semanas Randy me había confesado que tenía miedo, miedo de perderme, miedo de que algo malo me pasara. La mujer me había confesado que era indispensable a mi, me necesitaba para vivir y que era independiente a mi, me había confesado que después de tantos años de la muerta de su madre había vuelto a aferrarse a una persona. La rubia había perdido a su madre en un terrible accidente, la rubia estaba tan acostumbrada a estar cerca de su madre a tal punto que había pensado muchas veces en quitarse la vida para volver a estar con ella, para poder sentir sus abrazos y sus besos, ella me había confesado que no quería enamorarse de mi porque sabía que terminaría debilitándose una vez más, sabía que se aferraría a mi de una manera posesiva y que si algún día yo le llegaba a faltar ella se derrotaría así misma.

Desafortunadamente Randy se había enamorado de mi, al igual que yo de ella.

Mi mirada se encontró con la de ella y de un segundo me rompió el corazón. Sus ojos brillaban gracias a las lagrimas acumuladas en ellos, su rostro demostraba que tenía miedo, lo cual era nefasto.

Tenía miedo, miedo de irme y dejar sola a Randy, no quería dejarla sola, sentía un hueco en mi estómago y corazón, necesitaba estar con Randy, decirle que nada nos separaría y que estaríamos juntas para siempre. Necesitaban hacerle saber que yo nunca me iría de su lado y que no tenía nada de que temer, quería que supiera que la amaba y que yo no la abandonaría, pero eso solo pasaba en las películas. ¿Cierto? Mi situación era real y por más que me doliera, había un gran porcentaje de que yo no saliera viva de esto.

Las lagrimas de la mujer corrían por sus mejillas descontroladas, sus labios temblaban y sus sollozos eran inauditos. Mi miedo no era ser asesinada por Charlie, el gran magnate del petróleo, mi gran miedo dejar sola a mi mujer, dejarla sola en su merced.

Volteé hacia Rebekah, la cual era sostenida por algún otro hombre musculoso, mientras que la chica simplemente se mantenía callada y estática.

Por último, me encontré con los negros ojos de Charlie penetrando mi figura, el hombre sonrió maliciosamente. Cerré rápidamente los ojos con fuerza, lo último que quería tener en mi mente después de morir era la imagen de Charlie.

Busque los ojos de Randy, sonreí débilmente para después susurrar un 'Te amo'

Un disparo sonó por todo el estacionamiento.

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Nota: Espero que les guste el capituló.

Pregunta del día. ¿Creen que este sea el final?

Amor oscuro y peligroso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora