capítulo 13

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NARRADOR OMNISCIENTE...
Roma

Flavia despertó en aquel tan familiar lugar, se levantó de la cama quejosa de un dolor fe cabeza terrible, volteó a su alrededor para darse cuenta de donde estaba

-no puede ser...- dejó escapar una lágrima, ni era posible que después de tanto tiempo ella estuviera otra vez ahí, en aquel infierno nombrado paraíso. Se levantó mareada, camino con dificultad hasta la puerta y justo cuando la abriría entró Broggi

-al fin despiertas Flavia - la chica retrocedió trastabillando

-¿que hago aquí?, ¿por que me trajeron?

-¿no te parecen preguntas absurdas?, este es tu lugar, aquí es donde perteneces... Perra, solo te devolvimos a tu hogar

-¡este no es mi hogar, dejame ir!

-¡jamas!, así que mejor vete preparando porque los clientes no tardan en llegar

-¡ni loca volveré a bailar o prostituirme!

-escucha bien Flavia- la sujeto del brazo llevándola a la cama y haciendo que se sentara - tu me perteneces, eres mía y si yo digo que sales, ¡lo haces!, ¿entendido?

-¡no te pertenezco, soy libre, no haré nada que me pidas!

-¡pues no me importa si quieres hacerlo o no, lo harás y punto así que te arreglas y sales a complacer a mis clientes... Y que ses rápido!- salió cerrando con llave la puerta tras él

Flavia no pretendía obedecer, no lo haría, estaba ahí, sentada en la cama, esperando que todo fuera una pesadilla, lastimosamente ese momento no llegaba nunca y no llegaría en mucho tiempo, ¿como podría salir de esa situación? Dante estaba en Rusia junto a su hija, Venecia y Bianca no la dejarían en paz, no tenia ni la mas remota idea de lo que le esperaba pero si en algo estaba segura era que no seria nada bueno

-¿que esperas para arreglarte?- Broggi entró sacándola de sus cavilaciones

-ya te dije que no lo haré

-bien, ya veremos entonces - salió de nuevo y a los pocos segundos llegaron dos de sus antiguas compañeras

-hola Flavia

-Beatrice...

-Flavia...

-Flaviana...

La pelirroja fue la primera en acercarse, la arrastró hasta el tocador y luego de sentarla en la silla empezó s maquillarla, Flavia se resistió pero sin embargo no pudo hacerlo ya que la otra chica la sujetaba. Cuando estuvo lista, juntas le arrancaron la ropa y la obligaron a vestirse con un diminuto traje de color negro y la cubrieron con una bata larga, la sacaron de la habitación hasta llevarla a la tarima. El lugar estaba diferente, uno de los mayores cambios era la pista, ya no tenia uno sino tres tubos, ambas chicas la subieron y se fueron a los extremos dejándola en el centro, ambas comenzaron a moverse recibiendo la aceptación de todos los presentes. Broggi estaba frente a ella amenazándola con la mirada, sin remedio alguno inició sus movimientos

Cuando termino buscó huir, tomó la bata y se coló entre los invitados y al llegar a la salida no lo pensó mucho y corrió, no permitiría que la atraparan, no otra vez

Poco duró su escape ya que sintió como la sujetaban fuertemente del brazo

-¡sueltame!- grito tratando de soltarse

-¡oye tranquila!, no sabia que habías vuelto

-¿Renzo?

-eh... Si, ¿ya no me recuerdas?

-claro... ¡ayudame por favor!

-bien, ¿que quieres que haga?

-¡que me saques de aquí antes que Broggi me encuentre!

-bien, vente vamos- la condujo hasta su auto, subieron y salieron inmediatamente del lugar. Llegaron hasta su apartamento, entraron y Flavia rompió en llanto, mientras se sentó en un sofá

-oye- Renzo se sentó a su lado tratando de consolarla - Flavia tranquila, ¿que sucede?

-Renzo tengo miedo- soltó entre sollozos

-tranquila, aquí estarás segura, pero dime que te sucede

-Broggi, Venecia, ¡Bianca!

-espera, ¿quien es Bianca?

-eso no importa, el punto es que ellos y los hijos de Dante me trajeron de nuevo al Paradise

-espera. Por el principio por favor, tu te fuiste a la hacienda esa y luego no supe nada de ti. ¿Que sucedió?

-Me encontré con Dante, fuimos a vivir a Moscú, ahí estuvimos un año, tenemos una hija, todo era perfecto hasta que apareció Venecia junto a esa mujer, la primer amante de Dante, juntas quieren separarnos y ya lo estan logrando, Broggi obviamente se les unió y ni hablar de los hijos de Dante, ya no se que hacer o que pensar, Renzo ayudame

-Flavia yo...

-¡por favor te lo ruego!

-espera, lo que quiero decirte es que...

-¡se que te traigo demasiados problemas pero te juro que sabré recompensarte, por favor necesito tu ayuda!

-¡Flavia recuperé el Paradise!- soltó cansado de que la chica no lo dejara terminar

-¡¿qué, cómo?!

-pues es simple, tengo el dinero, ayer le pagué a Broggi, quien por cierto estaba borracho, pueda que sea como una estafa o fraude ya que no estaba en sus cinco sentidos, sin embargo tomó el dinero y me firmó los documentos

-espera, ¿dijiste ayer?

-si, ayer por la noche, apenas me enteré que llegó y lo visité, conseguí lo que quería y me fui, dispuesto a volver por lo que me pertenece

-¿quiere decir que pase dormida mas de un dia?

-de seguro te cedo

-si, eso debió ser, pero espera, esas son buenas noticias, significa que Broggi ya no podrá torturarme mas

-bien, y para ello esperaremos a mañana, Broggi no sabe donde vivo por lo cual quedare tranquila, descansa y mañana me encargaré de recuperar mi amado paraíso, aunque no se como puedo ayudarte con tus demás problemas

-bien, luego vemos, gracias...

-por ahora duerme, es lo mejor, vamos para que descanses- le ayudó a levantarse para luego ir hasta la habitación en donde la recostó, inmediatamente se quedo dormida. Esperaba que todo aquello pasará rápido, que esa pesadilla terminara pronto, confiaba en Renzo, ya antes le había ayudado y era seguro que nunca dijo nada, sabia que jamas la perjudicaría, ahora él tenia de nuevo el Paradise, ya Broggi no tendría poder sobre ella, no en ese lugar por lo que regresar ahí dejaría de ser una opción de tortura en muy poco tiempo

Mi Dulce Pureza  (BTS Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora