Los y Las Merodeadores (Tercera Generación, Harry Potter)

Capitulo 3: La verdad y los pergaminos misteriosos.

Capitulo  3: La verdad y los pergaminos misteriosos.

Maratón 1/5

Jane:

Hace unos minutos, mi varita había desprendido de ella un extraño y intenso brillo. Pero decidí no tomarle importancia y seguir conversando con Jenn y Rose. Rose nos había contado que tenía diez años, que entraría el próximo año al colegio, que le gustaba leer y que gracias a dios, había sacado la inteligencia de su madre y no la torpeza de su padre. Algo que habíamos encontrado Jenn y yo verdaderamente cómico.

Después Jennifer nos conto más acerca de ella, tenía once años, este año iniciaría su primer curso en Hogwarts, nos conto que era metamorfoga, y que alguien de su familia muy lejano lo había sido. Su padre había sido Slytherin y su madre Rawenclaw, Sus padres se llamaban John y Katherine, amaba las bromas tanto como yo.

Escuchaba atentamente todo lo que me estaban contando acerca del mundo mágico y6 sus vidas, hasta que una pregunta me tomo desprevenida ¿Y tu Jane? ; Había dicho Rose.

No sabía cómo responderle, hacía mucho tiempo que no me había puesto a pensar que en un momento tuve la necesidad de madurar un poco por mi madre, también me di cuenta que solía sacarle por así decirlo canas verdes, por mis travesuras y bromas. Así que simplemente conteste con la verdad y con lo que yo creía:

-Bueno, tengo once años igual que Jennifer, al parecer Estefanía mató o conspiro en la muerte de mi padre, ¿Si eso es verdad? No lo sé, como me han dicho el que supuestamente era mi padre, no lo es, así que nunca llegue a conocer a mi padre. Soy fanática de las bromas y travesuras, me gusta leer pero supongo que no tanto como a Rose – Dije mirándola –También soy metamorfoga, pero no quiero que nadie se entere. Será a su tiempo y tengo una obsesión con el chocolate.

Las chicas me miraron tristemente al pronunciar lo de mis padres, pero después decidiera que podía resultar incomodo para mí, y lo era. Así que seguimos conversando acerca de cosas simples; como el color favorito, la comida y entre otras cosas. Hablando de comida… tengo hambre.

Estuvimos unos treinta minutos esperando que los primos y sus amigos(Los de sus primos) ,de Rose regresaran de Ollivander’s. Al regresar venían conversando y riendo, parecían buenos chicos, amables simpáticos, pero de lejos se notaba que no tenían ni una gota de humildad o modestia.

Estaba tranquila hasta que uno de los señores al que le iba a decir la dirección de mi madre hablo: Bueno, Jane. Soy Harry Potter, me has dicho que tu madre esta oculta en el mundo muggle ¿No? –Pregunto y siguió hablando – Si es así, el plan sería que nos darás la dirección, te irás con tu madre como si nada y nosotros estaremos haya antes que lleguen ¿Está bien?

-Sí, tiene un pedazo de papel para poder anotarle la información –Dije-

El se puso a revisar en sus bolsillos hasta encontrar un viejo pergamino y una pluma de color negro, me los entrego en las manos y poco después yo estaba escribiendo: “Newthore 4”, era un nombre extraño para una calle pero así se llamaba.

-Adiós, y muchas gracias – Les dije antes de ir a buscar a mi madre que probablemente me esperaba en el caldero chorreante al no haberme encontrado, con su cabello pelirrojo como el mío, sus ojos marrones intimidantes, tan fríos como un tempano de hielo y a veces su sonrisa, que en algunas veces juraría ver una mueca maniática. Si esa era mi madre, pero una persona, ni nadie podía elegir quien serian sus padres y quiénes no. Eso era cosa del destino, y por eso en estos momentos me encontraba maldiciendo con todas las groserías, que conocía. Lamentablemente eran solo tres, pero eso no me impedía ir mientras caminaba murmurándolas con rabia, al recodar que casi no sabía quién era.