Capítulo 7: En Hogwarts no existen Secretos.

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Capítulo 7 : En Hogwarts no existen secretos.

Maratón 1/3

Los chicos despertaron sorprendentemente temprano para su primer día de clases, emocionados por descubrir los pasadizos y los secretos antes descubiertos por otras personas a las cuales les tenían una gran admiración, con tan solo mencionarlos probablemente se acuerden de que alguna vez, aunque sea casi borroso vuestro recuerdo escucharon con atención cualquiera de estos cuatro nombres; Cornamenta, Canuto, Lunático y Colagusano. Los cuales en sus tiempos y en estos al igual eran conocidos como Los Merodeadores, los más grandes alborotadores que Hogwarts había tenido o al menos hasta ahora.

Su legado había afectado a estos jóvenes y jovencitas de una manera un tanto rebelde y bromista; dependía de quien juzgase la forma de ver esto, ya sea buena o mala. Por supuesto hay que recordar que  Minerva McGonnal, actualmente directora del colegio Hogwarts de Magia y hechicería, vería esto como un grave dolor de cabeza o tal vez en algún momento algo peor.

Como deben saber muchas personas, siempre todos mantenemos un secreto oculto, que puede afectarnos si no lo decimos y también puede dar inicio a una cantidad de burlas. En este caso esos secretos no hicieron más que dañar superficialmente a los afectados, pero recordad los secretos siempre pueden descubrirse y es mejor que los digas a que los calles.

Las chicas, en cambio, se despertaron un poco más tarde por haberse quedado tan tarde despiertas charlando y observando los mapas o artilugios que darían inicio a una era de alborotadoras, en la cual todos sufrirían alguna broma.

Se vistieron rápidamente para bajar a desayunar.

Jane:

Aunque en algún momento yo misma sabía que debía decirles a las chicas sobre mi madre y en donde se encontraba, les tenía una gran confianza, pero aún no era tiempo para revelárselos, además de que no sabía cómo hacerlo.

Ya cuando todas nos habíamos vestido, decidimos bajar a desayunar al gran comedor.

Cuando estábamos saliendo por la sala común, escuchamos a la dama gorda cantar o mejor dicho aullar, con esa voz le rompería los tímpanos a cualquiera, estuve tentada a golpearla con un palo, pero sabía que esa oportunidad era inexistente, pues solo era un cuadro. Si, un cuadro que se movía y podía hablar, pero eso era lo de menos en el mundo mágico.

Bajamos por las escaleras casi volando, íbamos con hambre y eso no era bueno. Puesto que nos empujábamos. Además de que  sabíamos que de seguro estábamos en un gran problema puesto que Victoria y Carolina estaban en un nuestra sala común y no en la suya.

Al llegar al gran comedor nos separamos, Victoria y Carolina fueron hacía la mesa de Hufflepuff  y Jennifer, y yo hacía la mesa de Gryffindor. Nos ponía un poco tristes haber quedado en distintas casas pero por lo menos, ninguna había quedado sola.

Mientras nos sentamos en la mesa, aproveche para mirar todo tipos de deliciosos platos, que le harían agua a la boca a cualquiera, yo no era la excepción. Pero me distraje al ver venir hacía la mesa de Gryffindor al profesor Neville, el cual traía unos papeles, que supuse que eran los horarios que teníamos.

-Buenos días, tengan.-Habló el profesor Neville mientras nos entregaba los horarios correspondientes según el curso en el cual íbamos a cada uno.

-Buenos días Profesor.- Contestamos al unísono Jennifer y yo, mientras tratábamos de permanecer tranquilas, puesto que esperábamos a que no se enterara de que Victoria y Carolina se habían quedado con nosotras y nuestras compañeras en Hufflepuff con sus amigas, al igual que nosotras-.

Por un momento pensamos que nos había descubierto, por la mirada de sospecha con la que nos observó, pero después sonrió para darle la bienvenida a una sonrisa y nos giño el ojo. Él sabía lo que habíamos hecho, pero no lo diría solo por esta vez.

Nuestra primera clase era Transformaciones con los Hufflepuff, en cinco minutos. Por lo que imaginaréis que casi todos los Gryffindor y Hufflepuff de primer año salieron volando a buscar la sala de transformaciones, excepto por nosotras cuatro que ya habíamos aprendido el pasaje con el cual llegaríamos más rápido la noche anterior, gracias al mapa  del Merodeador.

Nos acercamos al pasadizo secreto y rápidamente entramos y comenzamos a correr por el guiándonos por lo que recordábamos haber visto en el mapa, un poco después de recorrer salimos y nos encontramos a unos pasos de la sala de Trasformaciones, en la cual al entrar notamos que no había nadie, solo un gato  sentado en el escritorio de la profesora.

Nos sentamos en silencio, mientras sacábamos las cosas de los bolsos; un tintero, unos pergaminos, la pluma y el libro que habían pedido para la clase.

Y así esperamos silenciosamente, sospechando del gato  y esperando a que nuestros compañeros llegaran. Cuando lo hicieron, el gato salto del escritorio y se transformó en la profesora Minerva McGonnal. Habíamos  hecho bien en quedarnos calladas. Por supuesto que sí.

Al terminar la clase, Jennifer había conseguido que su cerilla le saliese una espina, Victoria  intento pero solo logro romper la cerilla al igual que Carolina y, yo había logrado que alrededor de esta salieran espinas después de romper dos cerrillas, en conclusión  ninguna logro convertir la cerilla en un puerco espín.

La que nos esperaba en las siguientes clases...

James:

En conclusión la clase de transformaciones, Frank había logrado que le saliera unas cuantas espinas a su cerillas después de romper siete, Fred ni siquiera lo logro al igual que yo, Arthur le había salido una espina la cual se  clavó y la profesora lo mando a enfermería, Lorcan lo había logrado sin ningún accidente.

Salimos rápidamente de la clase, para un pequeño receso que había y escuchamos a un Slytherin burlarse de alguien, inmediatamente corrimos para  poder ayudar.

-¿Cómo está tu mamá en la cárcel, Black?.- Gritó el Slytherin burlonamente-.

-Bien, gracias por preguntar.- Contesto Jane agriamente, estaba furiosa y juraría escuchar como rechinaban sus dientes.

- De seguro que eres igual a ella, mortifaga -. Dijo el Slytherin

-Podría decir lo mismo de ti, y añadir que tu cerebro es del tamaño de un maní.- Contradijo ella, evitando lo que el había dicho.

>>Ohhh<< Exclamo el tumulto de estudiantes que habían ido rodeando  los  mientras discutían.

- Sí, sí. Pero tú eres fea.- Exclamo como último recurso el-.

-Puede que sea así, pero es preferible a no tener cerebro. El cuál es tu caso.- Se notaba que a ella le molestaba un poco insultarle, pues al parecer era preferente hacía el trato igualitario, pero debía defenderse.-

-Ajá, cuídate la espalda Gryffindor, los secretos en Hogwarts son a voces, siempre se terminan enterando tarde o temprano.- Escupió el Slytherin antes de irse-.

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¡Hey! , he vuelto espero que les gusté como va. Como siempre pueden comentar y votar.

Pido disculpas por mi gran tiempo desaparecida, pero no tenía medios para  escribir.

¡Feliz Navidad! ¡Feliz año nuevo! (Atrasado), pasadla bien.

Esto de la actualización de Wattpad me confunde...

LaChicaSimple12 " Observando de cerca, pero a la vez de lejos"

Los y Las Merodeadores (Tercera Generación, Harry Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora