Capítulo 10.

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Si la vida te da limones, haz limonada — The Boys Least Likely To.


Al día siguiente traté de que fuera mucho mejor que el anterior, estaba dispuesta a terminar este feo capítulo de mi vida lo más rápido posible, tanto estaba dispuesta que hice todo para mejorar mi día, me llene de energía primero con un baño y con buena música directo en la ducha.

Meses atrás había comprado una bocina Bluetooth de largo alcance para escuchar música sin tener que estar saliendo de la ducha y cambiar de canción cuando no quisiera escuchar alguna.

La de hoy era Drag me Down de One Direction.

Puse la canción y me metí en la ducha.

Con tu amor, nadie puede arrastrarme

Toda mi vida estuviste para mí, cuando nadie estaba detrás

Todas esas luces que me pueden dejar ciego, con tu amor,

Nadie puede arrastrarme

Nadie, nadie puede arrastrarme

Nadie, nadie puede arrastrarme

Tengo fuego en mi corazón, no tengo miedo de la oscuridad

Nunca habías visto que fuera tan fácil

Y estaba disfrutando tanto el momento, gritando en la ducha, jugando, chillando un poco en ciertas notas que no noté cuando la canción cambio y dio paso a la melodiosa voz de Demi Lovato, con For you.

La primera persona que se me vino a la mente fue, Leonardo.

Me detuve en la ducha un poco, recargándome un poco en la pared.

¿Porque demonios estaba pensando en él?

¿En cómo se comportaba a veces conmigo?

¿En cómo había estado en mi casa el día anterior y le había caído tan bien a mi hermana menor?

¿En cómo estaba en mi pensamiento por ahora?

¿Qué me estaba pasando?

Las canciones comenzaron a tornarse todas un poco románticas y hasta cursis, pasando en la lista de reproducción por los Bee Gees, Journey, Aerosmith, Selena Gómez, Demi Lovato y terminando con esa canción que no me dejaba en paz.

Decidí salir de la ducha con ella porque después de todo me gustaba mucho.

Era rítmica y agradable, era melódica, te hacia brincar y saltar de la emoción cada que la escuchabas.

Sigo las señales de regreso a ti, de regreso a ti.

Empecé a tararear sin darme cuenta, me senté en el peinador y me comencé a arreglar aun con la canción en mis labios.

No sé qué pasaba exactamente ahora, pero la sentía tan familiar, tan normal en mi mente y mi boca.

En fin, decidí que esa sí que era una buena manera de empezar el día, con alguien en la cabeza.


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Escuché la canción en cuanto salí del elevador y debo admitir que, aunque estaba algo alto el volumen esta vez, eso no hacía que me desagradara en lo más mínimo.

De Regreso a Ti. Trilogía: &quot;Viva la Vida I&quot;.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora