De Regreso a Ti. Trilogía: "Viva la Vida I".

Capítulo 40. ¿El Fin?

Necesito saberlo ya, pero saberlo ya...

¿Puedes amarme de nuevo? — John Newman.

—Escúcheme muy bien, con mucha atención... —Dijo el técnico de la policía pasándole el teléfono al capitán para que él supiera que hacer en cuánto la llamada comenzará. Él debía de distraer a Valentina el tiempo suficiente como para que Ariana y el técnico pudiera rastrear el teléfono desde donde llamaba.

Esa era la única pista que teníamos y si la perdíamos, perderíamos a Iris para siempre, esta vez.

—Debe hacer todo lo posible para que la llamada dure lo más que pueda, por lo menos un minuto para poder triangular la señal y ubicar la llamada entre las torres, solo así sabremos donde están, en cuánto lo sepamos le diré y podrá cortar. —Dijo el técnico, no sabía su nombre y a estas alturas poco me importaba.

Lo único que me importaba ahora era salvar a Iris.

—Está bien. —Dijo el capitán mientras marcaba el teléfono, yo, Ariana y otra media docena de detectives estábamos esperando a que el teléfono dejará de sonar y fuera contestado por Valentina, porque de eso dependía todo.

El teléfono timbro una, dos, tres veces y a la cuarta vez contestó Valentina del otro lado.

—Hola, ¿hola? —Dijo ella de otro lado, todos en la habitación podíamos escucharla clara y concisamente ahora, pero ella no podía más que escuchar al capitán.

—Hola, habla el Capitán Moreno.

—Capitán qué bueno que me llama, le pido sea breve, ahora estoy un poco ocupada.

—No te quitaré mucho tiempo, chica. —De nuestro lado Ariana le hacía señas al capitán para que siguiera entreteniéndola al teléfono.

—Bien, ¿para qué me llama entonces?

—¿Lo que me pediste?

—Sí.

—Está hecho, quiero mi dinero.

—Lo tendrás en menos de dos horas, ¿es todo?

—No, la Policía te está buscando.

—Me tiene sin cuidado lo que un montón de policías idiotas hagan, solo necesito que me los quites de encima unos minutos más para terminar con esto de una vez por todas.

—¿Pero ella está bien?

—¿Quién?

—La chica.

—Estará bien, no te preocupes, todos estaremos bien después de que me ocupé de un asunto pendiente entre las dos.

—¿Pero no la matarás?

—No que va, no te preocupes que la chica volverá a su casa en menos de lo que puedes decir Avada Kadavra... —Se escuchó un golpe y luego la chica dijo algo que no pude entender muy bien, la llamada se cortó.

Miré hacía el técnico y a Ariana, les tomó unos segundos, pero los dos se miraron y sonrieron.

—La tenemos. —Dijeron los dos al mismo tiempo.

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Un teléfono sonó a mi lado, solo reconocí la voz de Valentina, pero aun así escuché todo lo que ella decía. Parecía que ya nada le importaba a la chica, ni que la descubrieran ni que supiera que había hecho cómplices a otras personas, de todas maneras, ella pensaba matarme.