07

925 197 31
                                    

Definitivamente algo había cambiado después de eso; el mínimo rastro de tensión desalojó el cuerpo de TaeHyung después de saber que era agradable para Kim NamJoon, y no es como si todo esto estuviera resultando mal porque de alguna manera pareciera que cada día se acercaban un poquito más.

La biblioteca era silenciosamente cómoda como siempre, el olor del aire acondicionado era fácil de respirar sin que las fosas nasales se irritaran, la tenue iluminación creaba sombras en los rostros que deambulan en el lugar y todo marchaba normal mientras Kim NamJoon lo ayudaba a buscar un sencillo texto de información griega.

Tae miraba con curiosidad al más alto que deslizaba uno de sus dedos en la hilera de la estantería sabiendo perfectamente el título y el autor que lo ayudaría a obtener una nota decente en Historia; sus dedos se empuñaron deteniéndose de una vez más retorcer sus cabellos y sus delgados labios hicieron un mohín.

—Aquí tienes—su hyung le pasó uno de tapa blanda, no parecía tan antiguo como el que antes había tomado. Lo sostuvo con delicadeza y le echó una mirada; tendría que darle un regalo de agradecimiento si lograba pasar ese examen.

—¿Tiene lo que necesitas?—preguntó de nuevo al no recibir una respuesta.

—Hyung, ¿puedo pedirte otro favor?—preguntó en un susurro temiendo que alguien le escuchara, como si no fuera suficiente el silencio que ahora no tenía para nada algo de comodidad. El azabache asintió receloso.

—¿Puedes acompañarme a recoger a YeonTan?—su voz se escuchaba esperanzadora y sus ojos brillantes hicieron que NamJoon preguntara por más.

—¿YeonTan?—se ajustó las gafas poniendo un poco de su peso corporal en el estante que olía como si recién lo hubieran pintado.

—Mi perrito, estuvo enfermo hace unos días y lo llevé a la veterinaria; hoy le dieron el de alta, así que...—se rascó la cabeza y le sonrió—, me preguntaba si querías acompañarme.

Antes de que iniciara la semana previa a los exámenes del bloque, el pequeño pomerania había pescado un problema digestivo, una... ¿cómo era? ¿pancreatitis? En todo caso, fue una semana angustiante para TaeHyung y le fue un poco difícil concentrarse en sus obligaciones y responsabilidades como estudiante; su madre sugirió inmediatamente llevar a YeonTan con la veterinaria y era indispensable que el pequeño reposara en el lugar para estar bajo observación.

No quería usar a Kim Tanie para pasar más tiempo con su hyung, pero aún no deseaba despedirse de él. Y de ninguna manera lo estaba haciendo porque tuviera que cumplir una lista, sino porque empezaba a entender (o eso creía él) a Kim NamJoon.

Compartían el sentimiento de agradable el uno con el otro.

—Bien—NamJoon se encogió de hombros, gesto que pareció interesarle al menor—, supongo que tengo tiempo.

TaeHyung le sonrió mostrando los dientes—. Voy a... ya sabes—le mostró el libro que antes le había dado—, ya regreso.

NamJoon le vio alejarse y frunció el ceño mientras se formaba una pequeña curva en sus labios. En lo poco que había compartido su tiempo con el chico del papel ecológico había descubierto lo interesante que llegaba a ser cuando interactuaba con él; siempre se encontraba un poco nervioso o atropellaba las palabras intentado querer formar una frase para dar inicio a una conversación, es por eso que intentaba de alguna manera empezar él para no hacer sentir incómodo al más pequeño.

Había oído y presenciado de la popularidad de TaeHyung y el talento que este tenía para hacer que realizar actividades complicadas fueran no sólo menos laboriosas, sino que también a corto plazo; sin embargo, NamJoon creía que era innecesario crear una serie de pasos para simples tareas, ¿o sólo a él le parecía divertido ser desordenado y que "cayera como dios quiera" de vez en cuando?

How to have a date in 10 stepsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora