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Acomodó su almohada y se dejó caer, rodó a la izquierda y luego a la derecha; miró hacia al techo y resopló, estaba inquieto y ansioso. 

"Kim TaeHyung, decídete de una vez; es tu orgullo o Kim NamJoon"

El castaño se sentó de golpe fastidiado y encendió la lámpara de noche alumbrando con su opaca luz amarilla, no podía conciliar el sueño y tampoco evitaba pensar en lo que estaba haciendo; lo que le estaba haciendo a NamJoon. 

TaeHyung bajó la mirada hasta los pies de la cama, la bolita de pelos respiraba con  parsimonia que por un momento sintió envidia de lo tranquilo que se veía. Estaba seguro que su amigo canino soñaba que correteaba gatitos que huían despavoridos por sus ladridos agudos. 

—Ah, YeonTan—susurró en medio de un suspiro—. JiMin tiene razón, tengo que olvidarme de esa lista; dejar de pensar en mí. 

Así es, esa es la solución. Enfrentará a YoonGi y le dirá que puede quedarse con el dinero y no intentar nada de lo que escribió. Perdería algunos billetes, pero no puede permitirse perder a Kim NamJoon. No sabe realmente si lo que está empezando a sentir es una mala jugada de su cerebro y sólo quiere hacerlo creer que le gusta su hyung, si todo esto tiene que ver con los pasos que ha estado llevando al cabo, si sólo es algún tipo de capricho o una confusión. Lo averiguará. Mientras tanto las cosas deben continuar como lo ha estado haciendo.

—Todo estará bien—se dijo a sí mismo—, ya verás—murmuró por última vez.

Apagó la lámparita y de nuevo se desplomó sobre las cobijas, se giró a su lado cómodo y tomó la almohada favorita que usaba para abrazar todas las noches; con Kim NamJoon en mente, decidió soñar con hoyuelos, gafas y jeans negros.

Apagó la lámparita y de nuevo se desplomó sobre las cobijas, se giró a su lado cómodo y tomó la almohada favorita que usaba para abrazar todas las noches; con Kim NamJoon en mente, decidió soñar con hoyuelos, gafas y jeans negros

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—¿Te quedaste jugando hasta tarde otra vez?—la voz de YoonGi lo sobresaltó.

Despertó aquella mañana un poco más tranquilo que cuando se acostó, se arregló y desayunó en silencio que incluso sus padres se veían curiosos por ello. Estaba decidido aquella mañana. 

El castaño cerró el casillero—. Pensé que no ibas a venir hoy—le dijo en cuanto se giró a verlo.

—¿Qué te hace pensar eso?—YoonGi sacó un par de libros de su locker y el tono de sorpresa en su voz casi hizo reír a Tae, casi. 

Así que Kim sólo le vio en silencio.

El pelinegro suspiró sin evitar sonreír—. Es cierto que suelo faltar, pero aquí estoy. 

—Nos fuimos antes que tú, pensé que la resaca te amarraría a la cama. 

—Estoy aquí sólo porque mi mamá no tiene turno hoy y está en casa, si me veía iba a hacer preguntas—explicó, se calló unos segundos y continuó—. No respondiste a mi pregunta, te ves horrible. 

TaeHyung rascó su cabeza y se cruzó de brazos—. No dormí pensando en todo, ya sabes... To-do. Y estoy dispuesto a dejar que ganes y te burles de mí cada vez que quieras. 

How to have a date in 10 stepsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora