CAPITULO TRES: CERCANÍA

1 0 0
                                    

-¡César!- dijo abrazándolo- No he podido ser feliz desde que te fuiste. Eres horrible.- lo soltó.- Te extrañe tanto.

-Pensaba en lo que hablamos, así que en cuanto deje la hacienda me fui a un retiro, no encontré la felicidad tampoco, así que volví a la hacienda.- sonrió- Lo siento, por preocuparte.

-Te odio.- sonrió.- Al menos volviste antes de que me convirtiera en una anciana.- tomo su mano- Todos te recibirán en el bar de siempre.

-¿También irás?- parecía incrédulo.

-Fueron los dos meses más largos de mi vida, pero estoy libre por ahora.- luego observo al hombre en el escritorio.- ¿Vendrás?

-Deberías descansar- comento Abdel mirándola.- Sí, tengo la noche libre.

-¡Perfecto!- se levantó.- Nos vemos en dos horas.- dijo yéndose.

Abdel sonrió divertido, parecía que durante esos dos meses se había convertido en alguien que no podía solo ignorar.

-¿Has estado saliendo con ella?- pregunto César observando a su hermano.

-Nos hemos visto para comer o cenar. Trabaja muy duro.

-Te lo dije, ella es increíble, siempre luce hermosa. Si no fuera mi mejor amiga,- sonrió- en cuanto la conocí supe que era diferente.

-¿Por qué no te casaste con ella?

César sonrió, lo miro unos segundos, y luego le respondió.

-Nuestra madre hubiera estado muy feliz, te diré la verdad. Lo intente en más de una ocasión, pero ella ya estaba enamorada de alguien más, luego conocí a Fabiola y el resto es historia. Siempre seremos grandes amigos, es el destino.- luego lo observo sonriente.- ¿Te gusta?

-No, es curiosidad.- continuo como si nada. Como si aquello hubiera sido una conversación de cualquier otra cosa, como el clima.

Xcaret lucía un vestido diminuto de color amarillo con un mayon café y botas arriba de la rodilla. Su melena ondulada estaba suelta, apenas sujeta por unos pasadores para que no le obstruyera la vista. Abdel aparecía hipnotizado al verla.

-Mal día para lucir tan fresca.- dijo Jeannette.

-Ya sabes lo que dicen. Mejor morir congelada que vivir ignorada.

-Solo tú tienes lo mejor en ropa- dijo Joaquín, gemelo de Jeannette.

-Realmente fue del último viaje a Barcelona.

Más amigos fueron llegando y todos parecían ir tras la abogada. Ella bailaba y bebía como si no existieran. Se divertía.

- ¿No estás cansada?- pregunto Abdel sujetando su hombro.

-Un poco.- sonrió- Pero si me voy ahora se verá tonto.

-¿Por qué finges ser alguien diferente?

-No finjo, ya te dije que soy así.- sonrió uniéndose a César y Jeannette en la pista de baile.

A las cuatro de la mañana salieron todos. Sin embargo el padre de Xcaret le llamo de emergencia para que le llevara unos documentos a casa de un cliente, luego le volvió a llamar para decir que mejor se vieran en la delegación. César y Abdel la acompañaron.

-¿Qué sucedió?- pregunto mientras entregaba los papeles.

-Alicia murió, Tomas la mató y su familia me ha pedido hacerme cago. Sabemos que él es influyente, así que será difícil.

-¿Cómo pudo matarla?- dijo sorprendida.- Los vi la semana pasada, tenían planes, ella parecía feliz.

-Ayer ella me pidió llevar el contrato prenupcial que la hicieron firmar, pero una hora después me dijo que iría hoy al bufet.

SERENDIPIAWhere stories live. Discover now