Durante toda mi vida, he vivido en esta casa. Desde pequeña guardo recuerdos de innumerables aventuras en el jardín junto a mi hermano mayor, Dan. Mi casa posee cinco habitaciones, cuatro baños,una agradable sala de estar, un amplio comedor, un bellísimo jardín lleno de rosas y arboles, el cual mi abuela adora; un patio de lavado, un cuarto de herramientas, la oficina de mi padre y un estudio. El estudio de nuestra casa, es una especia de "apartamento independiente" por así llamarlo.Mi habitación queda en frente del estudio, puedo verlo desde mi ventana. Durante un tiempo Dan y yo solíamos hacer nuestra tarea ahí, pero al entrar Dan a la segundaria cada uno empezó a hacerla en su habitación. Desde entonces durante los últimos siete años el estudio ha estado inhavitado. La última vez que entre, recuerdo que habían libros regados por todo el lugar, las paredes estaban desteñidas, el techo estaba agrietado y todo estaba cubierto de polvo. En pocas palabras, todo el lugar era un desastre.
Hace tres años mi hermano Dan se graduó del instituto, siempre quiso estudiar medicina al igual que mamá, por eso puso todo el esfuerzo posible por entrar a la universidad de Moonville. Dan se encuentra ahora a mitad de la carrera, la universidad lo beco al ver lo buen estudiante que era, así que el año pasado fue transferido a la universidad de Floraville, la cual queda en el pueblo vecino y es reconocida por tener el hospital más grande de toda la región.
Cuando mi hermano se fue de Moonville me costo un poco hacer amigos nuevos, mi hermano siempre ha sido muy popular, era temido y respetado por todos en el pueblo; Dan era buen alumno, tenia excelentes calificaciones y era el líder del equipo de football y todas las chicas morían por salir con el. Siempre ha sido el orgullo de mis padres. Sin Dan, me sentía desprotegida y bastante abandonada. Al inicio de mi último año escolar estaba bastante sola, pero conocí a dos chicas impresionantes.
Ellas son Jade y Alex, mis mejores amigas y mis mas grandes ilustradoras. Cuando las conocí me mostraron su banda favorita, la cual era sur coreana. Me mostraron un vídeo y quede impresionada por lo talentosos que eran aquellos artistas, no tarde en introducirme al mundo del K-pop. Se puede decir que me obsesione por Corea, empece a ver doramas coreanos, me enamore de los actores, llené la pared de mi habitación con posters, empecé a comprar mercancía de ellos. Tenía photocards, cuadernos, llaveros, peluches, álbumes y hasta mascarillas faciales. La vida me había cambiado, estoy muy segura que para bien.
Me estaba arreglando para salir con Jade y Alex al restaurante chino, nos encanta ese lugar, no solo por la comida también porque podemos ver asiáticos todo el tiempo. Es una pena que no sean más guapos los que trabajan ahí.
Abuela: Amy, cariño. ¿Vas a salir? –pregunto dulcemente mi abuela, la cual llevaba un gran sombrero y unos guantes color rosa de jardinería, al parecer había estado sembrando algunas flores nuevas.
Amy: Así es abuela. Voy a ir al restaurante chino con Jade y Alex. –contesté a la par en que me acomodaba mi bolso.
Abuela: ¡Excelente!, ¿podrías traerme algunos panes chinos?, sabes lo mucho que me encantan.
Amy: Claro que sí, abuela. Prometo no olvidar los panes. No me tardo. Te quiero. –dije saliendo rápidamente por la puerta.
Mamá: Mamá, ¿A dónde va Amy? –preguntó mi madre, quien salia de la cocina en cuanto oyó la puerta cerrarse.
Abuela: Va a ir al restaurante chino con sus amigas.
Mamá: Esa niña, sigue con su obsesión por los asiáticos. Solo salé para ir al restaurante chino y nada más. Estamos en América, no en Asia. –dijo malhumorada.
Abuela: Déjala, es joven. –dijo en tono de desaprobación.
Mamá: ¿Joven?, mamá ya tiene dieciocho años y nunca ha tenido novio. Todos los jóvenes salen al centro de Moonville para divertirse y ella muy rara vez sale de la casa. –dijo para luego soltar un largo suspiro. –Me preocupa, vive mirando su celular y viendo vídeos, pero no ha iniciado una vida. -desaprobó posando ambas manos en su cintura.
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¡No soy tu Oppa! /Esta historia apenas comienza
Genç KurguEl alquiler del estudio de su casa. El inicio de su vida universitaria. La partida de su hermano mayor. La llegada de un nuevo inquilino a su hogar. Y su interesante afición por los asiáticos. ¿Quién iba a pensar que todos estos factores, lograrían...