Capítulo 3

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A última hora tocaba educación física, la asignatura que más odio. La profesora nos comentó que ibamos a hacer en los trimestres y de que iban a tratar los exámenes, de pruebas físicas y escritos. Seguidamente, nos dijo que la primera clase la tendríamos el próximo día, que hoy jugaramos al matar. Aquí comienza de nuevo mi pesadilla.

Como siempre, me eligen la última, termina eligiendome Adam, porque no tuvo otra opción. Me mataron unos 15 minutos después de estar jugando, y me fui al campo de los muertos, mi salvación en ese juego. Desde que estoy ahí, no juego más, soy una planta y al acabar, los de mi grupo comienzan a quejarse de ello, y no diciéndomelo, sino a mis espaldas. Decido pasar de ello y coger mis cosas para dirigirme a mi casa.

A mi casa voy sola, porque Peter y Paul se van por otro lado que les viene más cerca. Voy caminando hacia mi casa metida en mis pensamientos, al llegar como y me meto en mi cuarto, como siempre hago.

- ¡Elle! ¿Te importaría salir de tu cuarto y hablar con tus padres? - grita mi madre.

- ¡Déjame! - grité, y escuché algunas palabras, pero a los segundos se calló.

Cogí un libro y comencé a leerlo un poco, pero me aburría un poco, por lo tanto decido salir a dar una vuelta.

Recorrí casi todo mi barrio, y cuando ya estaba cansada de andar tanto, decidí sentarme en un banco que tenía cerca. No entiendo porque estoy así. No entiendo porque llego de pasar un día increíble y dos segundos más tarde ahí estoy, llorando en mi habitación por ninguna razón particular. Me siento sola y no lo estoy, siento que estoy esperando algo que nunca va a llegar. No se exactamente que espero, simplemente necesito algún cambio en mi vida, algo que me haga completamente feliz.

De pronto sentí que algo, mejor dicho alguien, se sentó a mi lado. Y con tan solo respirar supe quién era. ¿No os pasa que todas las personas tienen como su olor particular? Pues esa persona no podía ser nadie más que Nate Anderson.

- Hola - me dijo. ¿Ahora me habla?

- Emm, ¿hola?

- ¿Qué haces aquí?

- Daba una vuelta y decidí sentarme un rato, ¿y tú?

- Pues todos los días bajo un rato para airearme de el ambiente que hay en mi casa, y me siento en este banco. Elle, estás en mi banco de pensar - ahora me doy cuenta que he estado rondando por el edificio de Nate.

- Bueno lo siento, no sabía que en este banco ponía "Banco de pensar de Nate Anderson" - el sonríe por lo que digo. Dios porque es tan jodidamente caliente.

- Alomejor debería ponerlo, no estaría mal. Porque aquí se sientan muchas personas que no son de mi agrado - lo miro dándome por aludida -. ¡Oh no! No me refería a ti. Después de todo lo que pasó, no eres una de mis personas favoritas, pero tampoco es para no permitirte que te sientes en mi banco.

- Yo pensaba que me odiabas.

- Yo también pensaba que me odiabas, pero parece que no es así.

- ¿Por qué iba a odiarte? Lo que pasó no fue culpa tuya, fue culpa mía.

- No se, pensaba que eres de ese tipo de chicas que tienen un problema y le echan la culpa a la otra persona.

- Se ve que no me conoces bien, Nate.

Y sin decir nada más, me levanto del banco y me dispongo a irme a mi casa.

Por el camino cojo el móvil y me pongo a mirar instagram, es curioso como las personas hacen creer a los demás que su vida va completamente bien pero en realidad no es así. En cambio, hay otras personas que se hacen las víctimas poniendo frases súper tristes y depresivas para que los demás les pregunten que les pasa. Porque yo pienso que una persona que se siente lo suficientemente mal, nunca va a decírselo a las demás personas, y mucho menos por una red social.

Finalmente llego a mi casa y antes de meterme en mi habitación de nuevo mi madre me interrumpe.

- Jovencita, ¿dónde mierdas has estado?

- Justo antes de salir os dije que iba a dar un paseo, si no me escuchas nunca no es mi problema, es el tuyo. Ahora si me disculpas voy a coger mis cosas y voy a ducharme.
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Otro día más, hoy no llegué tarde pero mis amigas si que llegaron tarde, por lo tanto, no tuve tiempo de estar con ellas antes de entrar a clase.

A primera teníamos Francés y me puse en la clase con Rebecca, y en Matemáticas también me puse con ella. Después teníamos Inglés, y no tenía más remedio que ponerme con Nate.

No hicimos nada interesante en las tres primeras horas. En el recreo nos pusimos en el lugar donde siempre estamos y hablamos de todo. No se porque pero no podía parar de mirar a Nate, ese chico tenía algo que me volvía loca.

- Elle seguro que está de acuerdo conmigo, ¿a que sí Elle? - me pregunta Bianca.

- ¿Cómo?

- ¿Tía en que pensabas? Últimamente estás bastante distante con nosotras, y con Shawn y Josh también lo estás - Will y Josh son mis dos mejores amigos, llevo con ellos desde que tengo tres años y nunca me han fallado ni me han dejado sola.

- Nada, simplemente estoy acostumbrándome a venir todos los días al insitituto y todo eso.

- No es solo eso y lo sabes - dice Ashley - ¿Qué te pasa?

- ¡No lo se ni yo, mucho menos lo vais a saber vosotras! ¿Queréis dejar de agobiarme con tantas preguntas? ¿Con qué cojones estaba de acuerdo, Bianca?

- Con nada - responde seca.

- No me jodas. ¿Encima vais a enfadaros conmigo por estar de esa manera? Pues lo siento por estar mal y no saber porque.

Y seguidamente me fui al cuarto de baño a despejarme un poco. Minutos después, tocó el timbre anunciando que teníamos que volver a clase.

Las próximas tres horas se me hicieron eternas, sobre todo economía. Después de acabar de dar clase de historia, la profesora nos dice que ya podemos recoger las cosas. Quedan unos 5 minutos para que toque, pero nos da tiempo para despejarnos y poder recoger antes. Coloco todas mis cosas en un montón y después lo guardo en mi maleta. Me levanto de mi sitio, me coloco la mochila en la espalda y me dirijo a la puerta de clase donde están todos.

- Hola Elle, ¿qué tal? - me dice una chica un pelín más alta que yo, Evelyn creo que se llama.

- Hola, ¿Evelyn? - le pregunto y asiente sonriendo - pues bien.

- ¿Bien de que estás bien o me dices que estás bien porque es lo que quiero oír?

- Eres una chica lista, eh - le respondo sonriendo.

- Pues lo seré solo para esto, porque para los estudios no lo soy mucho - dice entre carcajadas y toca el timbre - bueno, ¡mañana nos vemos Elle!

Me despido de Evelyn y me dirijo a la puerta de salida del instituto.

- ¿Elle Woods? ¿Te importaría venir al despacho del director un momento por favor?

¡¿Pero que cojones he hecho yo?!

Just be happy :)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora