Especial 10.000

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*N . Takumi*

Desperte gracias al aroma de café recien echo. Mire el despertador de la mesilla, eran las 7:15 de la mañana, todavia era temprano asi que decidi dormir un poco más. Me revolvi en la cama enrollandome con las sabanas, preparandome para seguir durmiendo, pero un canturreo proveniente de la cocina no me dejo.

Me levante y cruce el pasillo hasta la cocina. Al llegar me encontre a Hinata dandome la espalda, ya vestido con camisa blanca y pantalón negro.Me acerque sigilosamente a el y coloque mis manos en cada lado apoyandolas en el mármol.

-Buenos dias-le dije mientras que con mi nariz acariciaba su nuca.

-Buenos dias-me contestó el dejando de hacer los cafés y girandose hacia mi.-¿todavia sigues así? -pregunto.-ande ve a cambiarte-dijo señalando la puerta.

-¿Porque no vienes a ayudarme?-dije con un tono picaro mientras me acercaba lentamente cortado la distancia. 

-Deja de decir tonterias y ve a cambiar te - respondió completamente rojo y nervioso.  Mencantaba verle asi. Le di un corto beso en los labios y me volvi a la habitación.  Me vesti con camisa blanca , un pantalon marrón chocolate. Coji la corbata de encima de la silla que utilizaba normalmente para dejar mi ropa sucia, si como si fuera un adolescente,  y volvi a la cocina donde en la mesa ya habia un par de tazas de café y dos platos con dos pares de tostadas cada uno. Hinata que ya se encontraba sorbiendo su café mañanero, coloco su mirada en mi, le mostré la corbata que llevaba en la mano, dandole a entender que necesitaba ayuda, y ese era el caso, nunca e aprendido a colocar bien el nudo de la corbata.

-Deberías aprender a hacerlo tu solo.-me decia Hinata,  no era la primera vez que me lo deci, y no seria la última. Se colocó en frente de mi y comenzó a hacer el nudo.

-Me gusta que me ayudes.-dije acercandolo más a mi. Bese sus labios con ganas, con deseos, estaba ansioso como si no lo hubiera hecho en años. Sus manos seguian en el nudo de la corbata,  mientras las mias pasaban a colocarse en su cintura, acercandolo lo más posible a mi. Lo acerque hacia la mesa y ahí lo tumbe con cuidado sobre ella, ya que en las tostadas se encontraba aquel producto viscoso llamado mermelada. Nuestro beso tan apasionado seguia su camino, mis manos ahora recorrian su cuerpo hasta llegar al cuello y empezar a desabrochar poco a poco cada uno de los botones de la camisa.

Nos hacia falta respiración así que tuvimos que separarnos, y ahora mis labios se encontraban besandole cuello, provocando que él soltara ahogados gemidos, que a mi me volvian loco. De repente cojio mi muñeca deteniendo mi mision de desabrochar su camisa.

-Ahora no es el momento-dijo con la respiración agitada.

-¿Entonces  que hago con esto?-dije señalando mi entrepierna donde se notaba el calenton que había provocado todo aquello.

-Bueno, ahí tienes un baño. -dijo burlón,  de verdad esperaba que hiciera aquello, después de que él es el culpable de todo.

Entre malhumorado al baño y hice aquello que tenia que hacer. Lavé mis manos y sali, en la puerta me esperaba Hinata sonriendo,  a él aquella situación le parecia muy graciosa, y sosteniendo mi taza de cafe sobre sus manos.

-Tomatelo rapido, o sino llegaremos tarde.-dijo extendiendome la taza de café. 

Mientras tomaba el café con rapidez, coji las llaves del coche, me coloque el abrigo y cojia los papeles del trabajo. Deje la taza en el mueble de la entrada y salí por la puerta seguido de Hinata, que miraba muy atentamente su teléfono. Al parecer le había llegado algun mensaje importante, no le di mucha importancia. Llame al ascensor y cuando llego, bajamos las 6 plantas hasta el garaje en silencio. Me diriji al coche, entre, y espere a que Hinata estuviera bien colocado para poner en marcha el coche.

Piano (boy×boy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora