Believe in Me [Marcelo Michelli]

Capitulo 1: ''Comenzando''

Maldito despertador.

Lunes. ¡Como odio los lunes! Están para arruinar la vida de los adolescentes. ¿Que no pueden dejar de joderme la vida? Mi cama está tan cómoda que no quiero ni moverme.

-Levine, arriba.-

-Cinco minutos más, Zoe.-Escondí la cabeza en la almohada.

-Vas a llegar tarde de nuevo, no hablaré con tu profesor esta vez.-

-Está bien mamá.-Refunfuñé.

Arrastro los pies cansados, hasta el baño. 

Me miro en el espejo, y todo lo que veo es un chica, que parece muerta, y está pasada de peso. 

Mis ojos verdes, están adornados por dos hermosas bolsas bajo ellos. Ayer me quedé hasta las cuatro de la mañana, con Jason, hablando por teléfono. ¿Por qué no pensé en que sólo tendría dos horas de sueño? Estúpida y enamorada ____(tn). 

Me quito la ropa, la tiro a un lado, y evitando ver mi reflejo, entro a la ducha.

Agua tibia cayendo por mi cuerpo, y no necesito nada más. Desearía no salir nunca, pero en menos de veinte minutos, ya estoy fuera. Mamá dejó ropa sobre el tapete: una minifalda de jean, una blusa verde agua, que tiene inscripta la frase: Be Free; y mis vans negras. Necesito ropa nueva, estoy cansada de usar siempre lo mismo. 

Bajo las escaleras, notando que la casa está vacía. Otra vez, desayunar sola. Desde que Anna se mudó a Estados Unidos, con Malcom, su novio -casi esposo-; y Justin a Londres, estoy sola la mayor parte del tiempo. Zoe y William lo único que hacen es trabajar, y no me dejan traer a nadie a quedarse conmigo. ¡Malos padres!

Dos rebanadas de pan integral -con mantequilla de maní- un vaso de leche, y tres muffins, esperan sobre el mostrador de la cocina. Me siento enferma de ver tanta comida. Bebí rápidamente el vaso de leche, y tomé una de las rebanadas de pan, para llevarme conmigo, por si me da hambre, más tarde.

Subí al autobús y cerré los ojos, el camino no es muy largo, pero tengo sueño, unos minutos de sueño, ayudan.

El vehículo paró.

Recorrí las dos cuadras que separan la parada del autobús, y el colegio, a un paso lento. 

Llegué unos seis minutos después, y lo primero que hice, fue localizar a mi mejor amiga. La única e inigualable, Aria McAllister. 

-¡Hola!- la sorprendí con “grito” eufórico. 

-¡Idiota! me asustaste.-

Siempre tan tierna.

-¿Por qué ese buen humor?-

-¿Buen humor? ¿Cuál buen humor?-Solté una risa patética. Me doy vergüenza.

-¡Que chistosa!-Dijo sarcásticamente. -Jason te ha cambiado. Ya hasta te me haces insoportable.-

-No es cierto. Vos sos una amargada, que es diferente.-

La sonrisa no se borra de mi rostro.

-¿Que no es cierto? ¿Hablas enserio? Por favor, ¿creés que la antigua ___(tn) estaría sonriendo a las siete de la mañana?-

-Tal vez, sólo un poco.-Me fumigó con la mirada.- Bien. Estoy cambiada. Pero es para bien. ¿No te gusta verme feliz?

-Obviamente amo verte feliz.-Me rodeó los hombros con su brazo, es unos cinco centímetros más alta que yo.-Pero ya te lo dije, Mellarck no me cae bien.

-No lo conoces.-Me separé.-Deberías mejor, ocuparte de tus asuntos.

Comencé a caminar a mi salón.

-¿¡Cuándo mierda comprenderás que no ha cambiado!?-

-¡Nunca! -Entré al salón.

Minutos después, el señor Fitzgerald, entró. Mi sonrisa se esfumó. Traía hojas de examen en su mano izquierda. 

-Alumnos, espero que hayan seguido mi consejo. ¿Repasaron para esta clase, como les pedí?-

Nadie respondió.

-Eso pensé.-Sonrió, y comenzó a repartir las pruebas.

“___(tn) Marie Levine Kahn, volvés a traer una nota baja, y olvidate de tu regalo de cumpleaños” Mi preciado Audi A 1, no llegará a mis manos, este año.

Odio mi vida. Odio el colegio. Odio mi vida. Odio el colegio.

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Después de las seis interminables horas, al fin puedo volver a casa. Mejor no comento lo pésimo que me fue hoy. Algo me dijo que sería un mal día, y lo fue: olvidé la tarea de cada una de mis materias, y “agredí verbalmente” a la Señorita Sophia Brook. Maldita asistente del Director. No tiene derecho mirar a los estudiantes, como miraba a mi novio. Zorra.

En la hora de descanso, mi amiga se disculpó, y por ende, yo hice lo mismo. No podemos estar peleadas, nos necesitamos la una a la otra.

En realidad, ella me necesita más de lo que yo a ella. 

Aria tiene problemas más grandes que los míos. Mucho más grande que los míos. Su casa es pelea tras pelea. Sus padres no se soportan, y los gemelos, Erick y Alan, quedan en el medio. Ella debe enfrentarse cada día, a innumerables insultos, por pedirles que paren o se calmen. ¿Qué acaso sus hijos, no interesan? Parece que no, se pasean por ___(tc) fingiendo ser una familia perfecta, cuando todos saben que es toda una farsa.

Mientras mi mente vaga en algún otro lugar, mis pensamientos se ven interrumpidos por un tosido fingido.

-Hey chicas, miren. Es ___(tn), la estúpida que cree en las mentiras de Jason. Pobre inocente.-

Alison, linda y tierna Alison, amiga de toda la vida. ¿Por qué no te vas en un viaje a Suiza?

De todas las personas que conozco, ella es la que peor me cae. No entiendo por qué me odia, y eso me hace odiarla. El sentimiento en mutuo.

Seguí caminando,como si no la hubiera escuchado.

-¿No se da cuenta de que él sólo la quiere para satisfacer sus necesidades? Cuando obtenga lo que quiere, adiós noviecita.-Catherine, ¿vos también?

¿Por qué no buscan a alguien más, a quién molestar?

Desde que comencé este colegio, ellas, junto a la otra perra, Troian, me han hecho la vida imposible. 

Al principio me hacían cosa terribles: desde volcar su bebida en mi ropa,

hasta lavarme la boca, con agua de inodoro. De a poco, las cosas se fueron enfriando, pero, yo sigo queriendo que paren. No les hago nada. Las evito. ¿Y ellas qué hacen? Buscarme.

Bien, zorras, el que busca encuentra.

Me di vuelta y las enfrenté.