Capítulo 32. "¿Por qué ahora?"

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EN LA NOVELA CHELO NO SABE INGLES!!!!!!

-Chelo.-Susurré.

-Chelo.-Repetí suavemente, moviéndolo.

-Chelo.-Hablé nomalmente.

-¡Michelli, mierda!- Grité esta vez, acaparando la atención de todos en el avión.

-¿Qué? ¿Qué? ¿Qué pasó?- Despertó desorientado, mirando hacia todos lados.

Solté una carcajada bajita.

-No es gracioso. Dejame dormir.-

-Vos dejame dormir a mí, pará de roncar.-

-¿Estoy roncando?- Abrió sus ojos como platos.

-Sí.-Reí.

-¡Silencio!- Se escuchó.

-¿Ves lo que hacés? Dormite Levine.-

Rodé los ojos y me di vuelta. Claro, la culpable soy yo.

A los pocos minutos sentí su brazo sobre mí y su cabeza apoyada en mi hombro. Pensarán “aw que tierno”, no es tierno tener baba de Marcelo Michelli en el cuello. Sí, babea mientras duerme. 

Le resté importancia y decidí dormir. Por lo menos ahora no está roncando.

Desperté para notar que las personas están bajando del avión, menos dos principios de adolescente, que observan a Chelo dormir.

-Es él.-Dijo la más grande, admirándolo. Raramente hablan en inglés.

-¿Cómo va a ser él? Sólo es alguien parecido. Caminá.-Contestó la otra.

Ninguna se ha percatado de que yo las estoy mirando.

Tosí falsamente.

-Oh.-Abrió los ojos la pequeña.- Lo siento, es que ella pensó que él...

-¡Es ___(tn)!-Interrumpió la otra, haciendo que mi novio despertara.

-Sí, es ella, dejenme dormir.-Se dio vuelta.

-¡CHELO!- Gritó más fuerte, y ahí Michelli despertó por completo.

-¿Llegamos?-Rió, mirándome. Las chicas al costado, parecen haber visto a un fantasma.

La más pequeña sacó una libretita de su mochila, con un bolígrafo.

-H-h-hola, ¿podrías firmarme esto?-Se dirigió a Chelo.

-Y vos también.-Me habló a mí, la otra.

-¿No quieren una foto, o algo así?-Preguntó él.

-No tenemos una cámara.-Miraron hacia abajo.

El chico estrella tomó la pequeña libreta y dejó ahí su firma. Yo hice lo mismo.

Ambas le pidieron un abrazo a Chelo y se despidieron de mí con un beso en la mejilla.

-¡Hey! Esperen.- Las detuvo mi novio.- Ustedes no tendrán una cámara, pero yo tengo este hermoso teléfono, y ¿saben qué? Saca muy buenas fotos. Vengan.-Sonrió y la expresión de las chicas me causó ternura.

Nos sacamos varias fotos los cuatro juntos, y nunca había visto una sonrisa tan sincera como la de Isabel y Selena, -se presentaron antes de despedirse-.

Sonriendo, bajamos del avión. Capucha y lentes. La fama tiene sus desventajas.

Se nos hizo bastante difícil conseguir un taxi, nadie quiere llevar a dos encapuchados a dar un paseo.

Luego de darle mi dirección al señor, este nos llevó hasta mi casa.

Estar en Londres es raro. Me he acostumbrado a Argentina.

Believe in Me [Marcelo Michelli]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora