KEYLA
Es indescriptible lo que estoy sintiendo en este momento, tener a mi chico a Ian Lucker frente a mí y poder ver a la perfección cada facción de su rostro, poder ver sus hermosos ojos, él tiene una sonrisa en su rostro que lo hace ver el triple de guapo. Definitivamente soy afortunada de tener un chico tan guapo pero más afortunada soy porque ese chico no me abandono en ningún momento y por eso lo amo, es el chico que cualquiera quiere.
Alcé mi mano para que él se acercara, quería tenerlo cerca de mí y besarlo -Ven acá chico guapo–dije y sonreí, él caminó hacia mí, con una sonrisa de lado que me hizo sentir mariposas en el estómago y estaba a punto de derretirme.
-hola –dijo cuando estaba sentado en el borde de mi cama -¿Cómo estas preciosa? -¡Dios mío! Sus ojos son perfectos.
Sonreí y agarré su mano –hola –hice una pausa –estoy bien, cansada pero bien.
-te ves tan malditamente hermosa –dijo y sentí un calor en mis mejillas, mi mirada fue a mi cuerpo, tenía una camisa posiblemente de él.
-¿Tanto te gusto? –pregunté pero yo ya conocía su respuesta.
-Tú no me gustas. Tú me encantas, me fascinas, me maravillas, me alucinas, me asombras, me deslumbras y así sucesivamente –yo sabía que su respuesta iba a ser malditamente adorable –te amo tanto princesa –acercó su rostro al mío yo me estaba perdí en su ojos, sus labios rozaron los míos, ese simple toque me hizo temblar. Necesita sus besos.
Enredé mis dedos en su cabello y lo acerqué a mí para después sentir sus suaves labios tocar los míos, no cerré los ojos quería ver su rostro el tampoco cerró sus ojos, nuestras miradas se encontraron, no separamos nuestros labios, sus ojos se cerraron y sus labios se movieron sobre los míos, yo seguía su ritmo sus labios se movían lentamente pero era un beso cargado de amor, sus ojos se abrieron y nuestras miradas se volvieron a encontrar, pero esta vez el beso seguía, el color de sus ojos se volvió más oscuro, nos separamos solo un poco el dejó besos por mi cuello y dejó un último beso en la comisura de mi boca.
-te ves tan hermosa con mi camisa –dijo y yo le hice campo en la cama para que se acostara conmigo, él lo hizo y me abrazó a la vez que entrelazaba nuestras piernas –soy el chico con más suerte en este mundo por tener una chica tan hermosa como tú –me dio un suave beso.
Alguien tocó la puerta, nuestra atención fue a ese lugar –Hola Keyla –dijo el doctor cuando entró en la habitación –venía a decir que mañana te damos de alta y te podrás ir y disfrutar Londres –sonreí -¿Todo bien?
-Sí, solo un poco cansada –dije.
-pero yo la voy hacer descansar –dijo Ian, el doctor asintió y salió de la habitación –ya escuchaste preciosa a dormir –dijo y se acomodó mejor en la cama, con un brazo bajo mi cabeza y el otro en mi cintura, su barbilla estaba sobre mi cabeza, yo coloqué mi cabeza en su pecho y pase mi brazo por su torso, y sentí sus músculos, me sentía tan bien estando entre sus brazos.
El empezó a jugar con mi cabello y la otra mano la pasaba por mi espalda, unas veces la pasaba sobre la camisa y en otras metía su mano dentro de la camisa dejándome sentir su fría pero suave mano. En pocos minutos me quedé dormida en los brazos de mi chico.
***
Al abrir los ojos noté que no había nadie en mi habitación, pero escuché el sonido de la ducha y afuera escuché unas risas, yo conocía la dueña de esa risa es Arianna la hermana de Ian –venga vamos dentro –dijo esa voz tan conocida para mí, vi a una chica abrir la puerta una chica muy parecida a Ian y un poco más alta que yo, era muy linda, Ian venía detrás de ella, con una sonrisa de lado.
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Oscuro
RandomSuena cliché el dejar un hogar para viajar a un lugar nuevo, donde nadie me conoce. Suena cliché el que encuentre el amor en este nuevo lugar. Suena cliché el que tenga un hermano sexy. Pero saben qué no es cliché... Que yo sea ciega, soy una adol...