XXVII 🍁

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Mañana será nuestra graduación e iría a mi concierto, estaba emocionada pero recordaba que al día siguiente presentaría el examen de admisión a la universidad y me sentía tan nerviosa y con tanto miedo que sólo deseaba despertar sabiendo que había sido admitida.

Sin embargo, hoy también ocurrirá algo importante. Hablaría con Jeni.

En cuanto llegó con nosotras a la banquita me sentí helada, ella actuaba tan natural con todas nosotras que me sentía miserable.

—Jeni, ¿puedo hablar contigo?—le pregunté en cuanto me armé de valor. Al parecer, nadie más que ella, me escuchó.

—Claro—respondió sonriendo.

Ambas nos pusimos de pie y caminamos hacia la cancha, donde hablé la última vez con Ren y JeongIn. Cada paso era un martirio, no tengo la menor idea de cómo terminará esto y en mi mente pasaban todos los posibles escenarios.

Estando en las canchas nos sentamos en unos escalones de concreto que habían ahí.

— ¿Te imaginas un día despertar y saber que nada de esto ha pasado?—me preguntó. Incliné mi cabeza confundida de que me haya dicho eso—. Es decir, que nada de esto este sucediendo en realidad.

— ¿Por qué me preguntas eso?—cuestione soltando una ligera risa. Ella se rió conmigo.

—Ayer estuve hablando con mi hermana y recordamos la vez en que una chica iba con el uniforme de secundaria a la escuela y a veces les hablaba a los estudiantes, pero luego se despedía y se iba a su escuela. Eso le resultó extraño a una maestra, así que un día la siguió y descubrió que la escuela de esa chica era un baldío, ella se sentaba en medio de ese lugar y simulaba que tomaba clases. Al final la maestra busco a los padres de la chica y la llevaron a un lugar donde pudiera recibir atención—me explicó.

—Vaya—murmure sorprendida de su historia.

—O sea, ¿te imaginas que tú realmente no estuvieras aquí para mí, que yo estuviera sola realmente... Que esto no existiera?, ¿no es una locura?

—Supongo que sí—admití encogiéndome de hombros.

—Debería estudiar algo de filosofía—bromeó ella—, pero prefiero psicología.

—Lo sé—respondí sonriendo.

—También estás nerviosa por el examen, ¿verdad?

— ¡Sí!—respondí fingiendo llorar.

—Ya sé. Desearía despertar y tener el papel que diga que fui admitida.

—Justo estaba pensando eso.

—Que coincidencia—alegó y ambas reímos.

Nuestra conversación estaba posponiendo el tema por el cual quería hablar con ella, pero sólo podía repasar y acomodar las palabras en mi mente, no me sentía lista para esto.

Siempre he pensado que mi familia y mis amigos son las personas más importantes para mí, ¿pero qué pasa si por un amigo pierdo a todos?

« ¿En qué momento me vi envuelta en este drama?».

—Tal vez debemos volver, ¿no crees?—me preguntó después de un largo momento de silencio.

— ¿Qué hora es?—cuestione sacando mi teléfono—Faltan cinco minutos. Creo que sí deberíamos de ir con los demás.

Jeni se levantó y yo detrás de ella, aún no habíamos entrado cuando me convencí de que debía de decirlo ya.

—Jeni—pronuncie su nombre, ella me miró fijamente—... Yo... Créeme que lo evite con todas mis fuerzas, en verdad lo intenté... Pero...

— ¿De qué hablas, _____?—intervino ante mis prolongadas pausas.

—Me enamoré de Jong—confesé al fin. Mantuve mi mirada en el suelo, estaba realmente avergonzada.

—Ay _____—dijo con tono enternecido pero con la voz un poco rota.

—Lo siento—murmuré. Sabía que Jeni estaba mal, aunque sonriera débilmente—, desde un poco antes de la convivencia que tuvimos que empecé a sentir algo por él...

— ¿Por qué no me dijiste antes? Yo... Ay no, _____, yo te dije todo eso de él y tú sentías ya algo por Jong... Soy una pésima amiga, pude evitarte el escuchar mis cosas...

Supongo que se refería a la ocasión en que me comentó que le había dicho a Jong que estaba enamorada de él.

—No, para nada—negué inmediatamente—. Yo estaba feliz de que le hayas confesado tus sentimientos. No eres una pésima amiga, en cambio... Yo sí lo soy.

—No puede ser...—mascullo con su voz rota—... Te conté todo. Tal vez no debí hacerlo...—Mientras ella hablaba yo me sentía como un cachorro regañado, sólo quería desaparecer—. Necesito tiempo para digerir esto, ______.

—Lo entiendo—respondí sin mirarla—, y entiendo si te enojas conmigo y no quieres volver a hablarme.

—Eso sería inmaduro... Además tú eres mi amiga... Sabía que en algún momento alguna chica estaría con él y no sería yo, después de todo, él no siente nada por mí... Pero nunca consideré que fueras tú o alguna amiga...

No pude responder nada. Un nudo se formaba en mi garganta y se me haría imposible formular alguna palabra sin romper en llanto.

Jeni me dirigió una mirada por última vez, en ese momento no sabía que lo prolongaría para el día de hoy y mañana; y se dió la vuelta para entrar a la escuela, dejándome sola en la cancha.

Me senté nuevamente en el escalón y abrazando mis piernas lloré, no podía parar de temblar. Me sentía horrible.

« ¿Qué has hecho, tonta?, ¿realmente lo valía?, ¿valía la pena romperla y lastimarla? ¡Egoísta!».

Me esforcé por controlar mis espasmos y seque mis lágrimas, no podía quedarme ahí, tenía que ir al salón a presentar.

Cuando supuse que no me veía tan mal fui al salón, el maestro había llegado y estaba poniendo los examenes, por suerte no me hizo ningúna pregunta y me dejo entrar.

Terminé lo más pronto que pude y salí. Fui a casa en seguida.

Estuve toda la tarde encerrada en mi habitación con la excusa de que estaba estudiando y aunque así era, me resultaba difícil cuando mi corazón dolía y aún estaba abismada en lo que había sucedido hoy.

❀ Glass Bead ❀ JR y tú |1° Temporada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora