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Luego de aquella charla con Roger, sabía que no podría volver a la cena a hacer como si nada de esto hubiera pasado.
Fue a despedirse de sus amigos y de los novios con la excusa de que la comida le había sentido mal, se fue del lugar.
-¿No quieres que te lleve?- lo último que quería era ir con él en el auto.
-No.- soltó rápidamente - tomaré un taxi.
Él sabía que lo mejor era no insistirle tanto por hoy. Ya habían tenido suficiente de él por el día de hoy.
Aunque ella se haya ido, para él la fiesta de compromiso seguía para él.
Lo primero que hizo fue a sentarse en la mesa tres. Al sentarse y sentir las miradas acusadoras de sus amigos no dudó en que tendría que explicarles lo que había tenido que pasar con Emma.
-Sé que se están preguntando qué pasa.- comenzó hablando y sus amigos escuchaban atentamente lo que él decía- Sé que quieren que les expliqué lo que pasa.- asintieron.- Es una larga historia...
-¡Habla ya!- gritó Freddie ansioso.
Roger río (aumentando las ansias de sus dos amigos quienes se encontraban desesperados por saber.)
-Han pasado cosas entre Emma y yo.- John abrió su boca, la cual cayó a tres metros del suelo. Freddie al notar esto la cerró.
-Nadie te ha dicho que te calles, Darling- comentó Freddie. A él siempre le había encantado la pareja entre Roger y Emma, y no solo eso, sino que le tenía un tremendo cariño a la castaña. Fue una lástima que terminaran.
Roger soltó un suspiro y se digno a proceder.
-Ayer ella tuvo un...- se quedó callado unos segundos. Lo mejor sería ni contar aquel suceso. Freddie alzó una ceja y comenzó a mover sus manos en señal que prosiguiera con la idea, Roger al ver los extraños movimientos de su amigo decidió continuar.- Un problema, en fin, se quedó a dormir a mi casa...
Nuevamente Deacon había abierto la boca y Freddie la volvió a cerrar.
-¿A tu...? ¡¿A tu casa?!- tartamudeo el castaño claro.
