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1976
—¿Realmente haremos esto?– preguntó el rubio fingiendo tener un escalofrío en la espalda. No pensaba que esto era una buena idea pero con solo recordar las palabras de su novia sabía el porqué estaba aquí.– Olvidenlo, tenemos que hacer esto.
—Uy, ¡Solo porque tu novia te lo pidió!– gritó Deacon exaltado.– Todos sabemos aquí que lo que haremos es peligroso. O al menos los que tienen sentido común...– una palmada en la cabeza de parte del ruloso hizo que el castaño callara y soltará un jadeó de dolor.– ¡Brian ten más cuidado!
—Se lo prometimos a Emma cómo banda y tenemos que hacerlo, queramos o no tenemos que hacerlo.– habló May un tanto agotado por la energía negativa que estaban teniendo dos de sus compañeros de banda.– Además, ¿Qué tan malo debe ser hacer esto?
Resignados el bajista y el vocalista no les quedó de otra más que asentir. Estaban al frente de la puerta y ya habían tocado el timbre.
Habían pasado al rededor de treinta y seis segundos cuando una chica de cabellos rubios algo alborotado abrió la puerta un tanto rápido con el ceño fruncido.
—Si son los mismos testigos de Jehová de ayer les juro que...– los ojos de la chica se fijaron en los cuatro hombres que se hayaban frente suyo y sus labios se formaron en un perfecto círculo. Eran su banda favorita.– ¡Oh por dios! ¡Ustedes! ¡No! ¿Qué hacen aquí? ¡Oh por dios!
Deaky no pudo aguantar su risa ante la reacción de la joven fan. Era demasiado tierna.
—Hola, darling.– saludó Freddie dejando helada a la chica.– ¿Cuál es tu nombre?
—M-ma-maggie– respondió con la voz temblorosa.– No puedo creer esto.– respondió viéndolos aún con los ojos abiertos.– ¿Puedo abrazarlos para saber si son reales?
Los de la banda decidieron a sentir a la petición de la adolescente y vieron como su rostro radeaba de alegría al sentirlos. Aunque la idea no les agradaba absolutamente nada al inicio, ver la felicidad de la chica hacia que sus perspectivas cambiarán.
De alguna manera tenían que agradecerle a la fan que apoyó a Emma aquél día que había vuelto con Roger.
Cuando llegó el turno de abrazar al rubio casi que sintió que la adolescente tenía la intención de ahogarlo de lo fuerte que fue, pero decidió dejarlo pasar. Ella se veía como una buena chica.
—Gracias.– le susurró en el oído de la rubia y ella se separó de él y lo miró con duda.
—No es por molestarlo.– respondió la rubia nerviosa.– ¿Pero que hice?
El rubio la miró con dulzura.
—Gracias por ayudar a Emma a que volviera conmigo.– la chica abrió sus ojos. ¡Ella la había llamado hace unos días para pedirle la dirección! Ahora todo tenía sentido.– También nos pidió que oficializará tu fanclub, contándome lo esforzada que eres con este.
—Así que cómo banda...– siguió May. Habían practicado mucho en cómo sería el diálogo de oficialización. Jamás lo habían hecho y no sabían cómo hacerlo.
—Queremos...– está vez fue Deacon quién hablo y miró de forma desesperada a Freddie a que seguiera con el diálogo.
—Oficializar tu Fanclub.– los ojos de la chica se estaban cristalizado de la emoción y reprimía el gritó que quería salir de sus labios.
—Ahora eres el Fanclub oficial de Queen...¡Qué alguien la agarré! ¡Se está desmayando!– gritó Roger un tanto alterado mientras sus demás compañeros iban a sujetar a la chica quién había sufrida demasiadas emociones en tan poco tiempo.
