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Maratón 3/4
Los molestos rayos de luz fueron los casuantes de que una gruñona Emma despertará.
Odiaba que las cortinas estuvieran abiertas a la hora de despertar o que le abrieran las cortinas para despertarla.
Estiró sus brazos y bostezó.
Había dormido cómodamente en la cama de Roger, y se tocó rápidamente la mejilla al recordar lo sucedido anoche.
Sintió un fuerte dolor en su mejilla derecha, y se quejó por un momento
Al recordar lo sucedido de anoche no pudo evitar volver a sentir la ansiedad en su cuerpo.
Había sido una experiencia totalmente traumante.
-Veo que ya despertaste- la voz de un Roger recién levantado la despejó de sus pensamientos- ¿Dormiste bien?
Una de las cosas que siempre le habían encarado a Emma de Roger, era su cabello revuelto cuando acababa de despertar.
Era su debilidad hasta ahora.
-Si...- afirmó- ¿Y tú? ¿El sillón es cómodo?
-Bastante...- habló- Cambiando el tema...¿Dónde te arreglarás?-Emma alzó una ceja, no entendía a lo que se refería. Roger la miró sorprendido- ¿Hoy es la cena de Chrissie y Brian...? ¿Te suena eso?
Sus manos se fueron inmediatamente a sus labios por la impresión. Lo había olvidado completamente con lo de anoche, y lo peor, el vestido estaba en su departamento...
-No te habías olvidado ¿No?- la mirada acusadora de Roger hizo que Emma frunciera el ceño.- Da igual, te puedes arreglar aquí si gustas.
"Sería una excelente idea si tan solo tuviera el vestido a mano..."
-Lo haría pero...- Taylor alzó una ceja- El vestido está en mi departamento.
-Podemos ir a buscarlo, no tengo problema en acompañarte.
Ella sonrió en forma de agradecimiento. No quería ir a aquél lugar sola.
Las horas pasaron y la relación entre ellos estaba mejor que hace un par de semanas. Ahora podían reír juntos, esto ayudaba y le sumaba un montón de puntos a Roger para poder recuperarla, él sabía que tenían que hablar de lo sucedido, lo tenía más que claro, pero quería aprovechar los instantes que estaba teniendo junto a ella.
