amarillo y verde

prólogo

En Hogwarts, las casas se dividen en 4: Ravenclaw, Gryffindor, Slytherin y Hufflepuff.

Emma es de Hufflepuff, muy orgullosa de ello, va en tercer año, se define como una manzanilla, le encanta hacerse trenzas y su pieza es un tormento, una verdadera alma de niña. Color castaño sus ojos y pelo, morena y de estatuta mediana.

Por mientras, recorre los pasillos camino a clase y como siempre, tarde.

- ¡Hey! ¡inútil! ¿ya te hizo la trenza tu Mami?

Sé dio vuelta y vio un Slytherin con sus amigos, cabello oscuro y ojos color miel, era muy alto, tanto que temía si lo miraba por mucho tiempo, le dolía el cuello.

Sin importarle los comentarios de los que ya estaba acostumbrada siguió caminando apurada.

-¿qué te ocurre Hufflepuff? ¿te comió la lengua el gato?

Respiró hondo y siguió, no valía la pena pelear.

De repente siente algo frío en su cara y cuerpo, la empujaron.

-débil tonta, ¿qué pasa eh? ¿por qué no te defiendes? No será que... oh no, ¡tiene miedo!

Escuchaba sus risas.

"Quien tendrá miedo de un idiota como tú" pensó.

-déjala Tom.

-callate Potter.

- ten respeto con las damas.

- si fuera así sería educado con tigo.

Lo hagarra de la camisa.

-no me obligues a pelear aquí y deja que la señorita se valla TRANQUILA.

El otro tensó la mandíbula.

-así me gusta- los suelta y levanta a Emma.

-gracias James, pero yo podría hacerlo sola.

-¿y dejar que te hiciera algo? Eres mi amiga, no lo permitiré.

-gracias de nuevo pero llegó tarde, ¡nos vemos en almuerzo!

Emma sonrió, James Sirius Potter le correspondió, el no entendía que ella, a pesar de todo, siempre mantenía su sonrisa.

se conocieron en un vagón de Expreso Hogwarts, a pesar que quedaron en casas diferentes, nunca perdieron el contacto.

Llegó a la clase (hizo perder 5 puntos a su casa por llegar tarde) Aritmacia no era su clase favorita, de hecho, era la menos preferida.

Al salir de la clase fue a almuerzo, estaba feliz porque, es decir, ¿quién no ama la comida?.

Pero al llegar se topó con algo que la marcaría.

Su mejor amigo Matt, estaba en el piso horrorizado mientras avanzaba el mismo Slytherin.

La rabia la consumió, ¿ya no le bastaba con ella?

Sin pensarlo botó su mochila, sin antes sacar su varita, y sé atravesó.

Tom la miró un poco sorprendido pero después sonrió.

-pero miren a quien tenemos aquí, la muda Hufflepuff, ¿qué pasó? ¿tiene...

-nunca te tuve miedo Tom, sólo pena.

La gente poco a poco se iba acumulando.

-¿quieres pelear a caso tonta? ¿una débil Hufflepuff  contra un gran Slytherin?

-llamame como se te de la puta gana, pero no te metas con él ¿o tienes miedo?

-¡Tom te dije que te alejaras de ella!

-¡CALLATE JAMES! No te incumbe. Gritó Emma, de verdad estaba enojada.

-no sabía que los Hufflepuff fueran tan groseros... -soltó Tom.

-ni yo que los Slytherin fueran tan estúpidos.- Contesto ella.

Un "ooooh" salió entre ellos y Tom enojado lanzó el primer hechizo.

-¡incárcero!

Emma lo esquivó sorprendida

-¡flippendo!

Gritó ella.

-¡tarantallegra!

-¡Rictusempra!

Así Emma tuvo su primera batalla, pero claro, no se daría por vencida.

Todo iba bien, esquivando y aveces no, hasta que...

A Tom se les acabaron las ideas y utilizó algo que nunca debió haber utilizado.

-¡CRUCCIO!

Emma lo sintió todo, cayó al suelo, le ardía cada músculo y hueso, sentía como si la estuvieran desgarrando.

Pero como nombré antes, no se dejaría de vencer.

Se levantó y gritó.

-¡EXPELLIARMUS!

La varita de Tom saltó lejos y ella avanzó decidida, a pesar del dolor a llegar a él lo tomo de la corbata lo acercó a ella lo suficiente y le dijo.

-aquí tienes a tú Hufflepuf inútil, tonta y débil.

Y le dio el puñetazo más grande que había dado en toda su vida.

Él quedo en el piso impactado.

Ella se dio vuelta y corrió hacia Matt.

-¿¡estás bien?! ¿¡recibiste algún hechizo?!

-¿qué? No, yo estoy perfecto, Dios Emma, tú recibiste un crucciatus.

-estoy bien.

-no te creo.

- en serio mira- y sonrió.

- eso no cuenta, tú siempre sonríes, vamos a enfermería, hay que contar lo que pasó.

- ya lo sé todo- se dieron vuelta para darse cuenta.

-¡profesora Sprout! Yo puedo explicar...

- Señorita Matews,  valla a enfermería, después  hablamos.

- si profesora.

Caminó con ayuda de James y Matt, mientras los dos la alavaban por su hazaña.

Sin darte cuenta que Tom seguía ahí, impactado, mirando como avanzaba la castaña.

No sabía que era exactamente le pasaba, suponía que era admiración.

O algo más...